Este sitio web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuaria/o posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestro web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de este sitio web encuentras más interesantes y útiles.
La universidad privada suspende en transparencia económica
La edición 2025 del Examen de transparencia de las universidades privadas en España de la Fundación Haz constata un estancamiento en la rendición de cuentas. Solo el 15% de los 40 centros analizados alcanza el nivel de ‘transparente’, mientras que el 30% se sitúa en categoría ‘translúcida’ y el 55% permanece ‘opaca’.
Por primera vez, el análisis de las privadas se separa de las públicas para dar relieve a un sector en expansión que, pese a crecer en número, no avanza en transparencia. Además, la inclusión de 14 nuevas universidades ofrece una fotografía más fiel del sector privado, aunque disminuye los ya de por si bajos niveles de transparencia y confirma que la falta de información económica y de claridad en la titularidad de los centros continúan siendo los principales obstáculos para avanzar en esta materia.
La información económica sigue siendo determinante en la calificación final y, un año más, es el área con menor nivel de cumplimiento. Apenas un 14% publica el presupuesto del ejercicio en curso, un 25% los estados financieros (balance y cuenta de pérdidas y ganancias), un 12% la memoria de cuentas y un 15% el informe de auditoría externa. Ocho universidades que superan el 70% de cumplimiento global no pueden ser consideradas ‘transparentes’ precisamente por no publicar los estados financieros y la auditoría del último ejercicio, condición necesaria junto al criterio cuantitativo. Solo dos instituciones —la Universitat Oberta de Catalunya y la Universitat Internacional de Catalunya— difunden la información económica completa, mientras que, entre las 14 nuevas incorporaciones, únicamente ESIC Universidad publica los estados financieros, memoria y auditoría, a falta del presupuesto.
“La ausencia de información económico‑financiera básica publicada en la web en buena parte del sector privado es incompatible con un sistema universitario responsable. Aunque la responsabilidad principal recae en los órganos de gobierno de las universidades, las consejerías de las comunidades autónomas competentes en materia de universidades deben exigir y verificar su publicación en la web con estándares mínimos y verificables, y actuar cuando no se cumplen”, explica Javier Martín Cavanna, director de la Fundación Haz y coautor del informe.
La titularidad de los centros universitarios continúa en el centro del análisis siendo otro de los puntos fundamentales de la rendición de cuentas: el 43% de las universidades identifica adecuadamente a sus titulares, un 2% lo hace parcialmente y un 55% no cumple.
NOTICIAS RELACIONADAS
– Misión universitaria o cuenta de resultados: cuatro datos que marcan la diferencia
– Menos marketing, más evidencia: un estándar común de empleabilidad para todas las universidades
El patrón por naturaleza jurídica es revelador, indica el informe: las universidades que pertenecen a una fundación muestran, en promedio, mayores niveles de transparencia económica y de gobernanza; las de titularidad eclesiástica presentan un desempeño intermedio, y las sociedades mercantiles son significativamente más opacas.
En el caso de titulares mercantiles, especialmente cuando intervienen fondos de inversión, la falta de publicación de estados financieros auditados, la ausencia de un mapa de entidades del grupo y operaciones vinculadas, el desconocimiento sobre la asignación presupuestaria al profesorado o sobre los resultados académicos y de empleabilidad incrementan el riesgo de desvío de la misión académica hacia objetivos estrictamente de rentabilidad. “Su ausencia, especialmente combinada, aumenta sustancialmente el riesgo de que la priorización de objetivos económicos erosione la calidad, la integridad académica y el valor social de la institución”, subraya Javier Martín Cavanna.
“La ausencia de información económica es incompatible con un sistema universitario responsable. Aunque la responsabilidad principal recae en los centros, las CCAA deben exigir unos estándares mínimos, y actuar si no se cumplen”, Javier M. Cavanna.
Claridad sobre la empleabililidad
En la duodécima edición del informe, la Fundación Haz ha reformulado el indicador de empleabilidad para pasar de cifras heterogéneas y difícilmente comparables a un estándar común, verificable y útil: cada universidad debe publicar anualmente el porcentaje de titulados que trabajan en España a los doce meses de su graduación, identificando la cohorte y la fecha de corte, aportando los números absolutos (empleados y total de egresados) y la fuente. Este cambio —alineado con las prácticas consolidadas en el sistema público— ha reducido el cumplimiento respecto a 2024 (del 77% al 33% en 2025), pero eleva la trazabilidad y la comparabilidad del dato.
“Si cada universidad mide lo que quiere, cuando quiere y como quiere, la competencia se centra en la retórica y el marketing y no en los resultados reales”, incide Martín Cavanna.
Por territorios, a pesar de que Madrid concentra el mayor número de universidades privadas de la muestra, 13, solo cuenta con una en la categoría de ‘transparente’, y muestra niveles muy bajos en publicación económica (estados 23% y auditoría 7%). Mientras, Cataluña cuenta con tres de las cinco universidades examinadas transparentes y registra las tasas más altas de información financiera —estados y auditorías en torno al 60%—. Castilla y León y Canarias presentan un panorama plenamente opaco.
Acreditar la transparencia
Desde hace tres años la Fundación Haz acredita los resultados de su informe de transparencia a todas aquellas universidades que lo solicitan. En esta edición 2025, la Universitat Internacional de Catalunya (UIC), la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y la Universidad Católica de Murcia (UCAM) han obtenido el sello t de transparente en su máxima categoría de tres estrellas, como la pasada edición.
Esta distinción garantiza el cumplimiento de al menos el 90% de los 28 indicadores, entre los que se encuentran los correspondientes a la información económica requeridos para ser considerados ‘transparentes’. Los indicadores se dividen en diez áreas que examinan la información publicada de manera actualizada, visible, accesible e integral en la página web de cada centro sobre cuestiones como el plan estratégico, personal, la estructura, políticas y gobierno, la titularidad, oferta y demanda académica, la información económica o los resultados.
