El valor de la confianza: 20 años de autorregulación farmacéutica

El valor de la confianza: 20 años de autorregulación farmacéutica

Hace más de dos décadas, la industria farmacéutica en España decidió dar un paso al frente y apostar por la transparencia, la ética y la responsabilidad. Así nació el sistema de autorregulación, un modelo pionero que, a través de un código de buenas prácticas, ha transformado la manera en que las compañías farmacéuticas se relacionan con profesionales sanitarios, organizaciones sanitarias y organizaciones de pacientes. Este compromiso no solo ha fortalecido la confianza en el sector, sino que también ha marcado un antes y un después en la promoción y comercialización de medicamentos, situando a la industria como referente en integridad y credibilidad.
7 julio 2025

El Código de Buenas Prácticas de la Industria Farmacéutica –la base de este sistema– está vigente en España desde el año 2002 y desde entonces ha sido revisado constantemente (la última edición es de junio de 2023) para adaptarse y adelantarse a las nuevas exigencias de una sociedad en constante evolución.

Precisamente para poner en valor este sistema y para hacer balance de todos estos años, Farmaindustria organizó la jornada Cómo contribuye el Sistema de Autorregulación de la Industria Farmacéutica a la sociedad, en la que se dieron cita representantes de todas las organizaciones, instituciones y compañías a las que, de una forma u otra, les afecta este sistema.

Durante el acto inaugural, la presidenta de Farmaindustria, Fina Lladós, recordó que “la sociedad ha incrementado sus expectativas en materia de transparencia y buenas prácticas y está especialmente sensibilizada en todo lo relacionado con la salud. Por eso, en la industria farmacéutica hace mucho tiempo que nos alineamos para lograr este objetivo”. El sector, señaló, “apostó hace más de dos décadas por la autorregulación en esta materia porque las compañías farmacéuticas quisieron anticiparse en esta cultura de las buenas prácticas y ofrecer de manera voluntaria una respuesta a las demandas de los grupos de interés y la sociedad en general, para establecer criterios y normas de conducta que garantizaran la confianza y credibilidad. Por eso nuestras normas de conducta van más allá incluso de lo que marca la propia legislación”.

El paso clave en este compromiso fue la creación, en 2002, por parte de Farmaindustria, del Sistema de Autorregulación de la Industria Farmacéutica, que contiene dos grandes principios: confianza e integridad, y otros cuatro principios básicos: respeto, legalidad, prevención y transparencia.

Los objetivos de este sistema son reforzar la confianza y la credibilidad en la industria farmacéutica; fomentar la transparencia y la responsabilidad en la promoción de medicamentos; garantizar que la información proporcionada sobre los medicamentos sea completa, veraz y oportuna; contribuir a la mejora de la salud pública a través del uso racional de los medicamentos, y proteger los intereses de la Administración Sanitaria y de la propia industria farmacéutica.

Durante la jornada, José Zamarriego, director de la Unidad de Supervisión Deontológica de Farmaindustria recordó que este sistema de autorregulación “ha conseguido generar confianza y credibilidad en cómo se relaciona la industria farmacéutica tanto con los profesionales, como con las organizaciones sanitarias y las organizaciones de pacientes”.

“Las farmacéuticas nos anticipamos en la cultura de las buenas prácticas al ofrecer voluntariamente una respuesta a las demandas de la sociedad, garantizando la confianza y credibilidad”, Fina Lladós, presidenta de Farmaindustria.

Desde la Administración, Laura Gutiérrez, viceconsejera de la Comunidad de Madrid, afirmó que este sistema “tiene una función especial que contribuye a mejorar la salud de las personas” y alabó la labor de la industria y de las compañías farmacéuticas señalando que “son un pilar imprescindible para el sistema sanitario”. Es importante entender que “en el ámbito de la sanidad, la confianza no se hereda sino que se conquista con responsabilidad, trabajo, integridad y transparencia y esto es lo que se ha conseguido con este sistema de autorregulación”.

No se trata solo de cumplir una norma, recordó, “sino de asumir un compromiso público con la entidad, con los pacientes y con la sociedad, un compromiso que se sustenta con una cultura de mejora continua”, como la que consiguen las compañías y la industria paso a paso. Por eso, “el Ejecutivo regional mantiene una colaboración activa y estratégica, fortaleciendo las relaciones y promoviendo iniciativas que impulsen la innovación en salud, seguridad del paciente y acceso a los nuevos tratamientos”, subrayó Gutiérrez, que ha felicitado a Farmaindustria por llevar 20 años trabajando para garantizar la transparencia, integridad y responsabilidad en la promoción de medicamentos y las relaciones con los agentes del sector de la salud.

La confianza por parte de la industria

En este clima de confianza, Felipe Pastrana, vicepresidente y director general de AbbVie, presente en la jornada, valoró este sistema como una herramienta que “nos diferencia de los demás ya que es, además, una manera de establecer un terreno de juego claro y de confianza entre todas las partes, las compañías farmacéuticas, la sociedad, los pacientes, los sanitarios y las Administraciones. Nos ayuda a saber cómo actuar de una forma alineada, aunque tengamos nuestros propios códigos de conducta”. Es algo que “no todos en la industria tienen, pero que deberían tener”, pidió Pastrana.

Una petición a la que se sumó Javier Urzay, subdirector general de Farmaindustria, y el resto de representantes de la industria reunidos en la jornada como Manuel Zafra, presidente de Merck España, quien recordó que este sistema “ha transformado la industria en positivo, ha profesionalizado y estructurado la mente de los que trabajamos en las farmacéuticas y la forma de relacionarnos entre nosotros y con el resto de actores”.

En la línea de Pastrana, Zafra explicó que “este sistema ha hecho que cambien los procesos que teníamos antes del código, la forma en la que tomamos las decisiones de negocio y eso ha tenido un impacto importante dentro de las organizaciones. Nos ha ayudado a legitimarnos como industria”. De hecho, añadió, “si nos fijamos en las encuestas que realizamos en Merck a los empleados, más del 90% de ellos consideran que la ética y los valores que representa y fomenta este código son clave para nuestros negocios”.

“La confianza no se hereda sino que se conquista con responsabilidad, trabajo, integridad y transparencia y esto es lo que se ha conseguido con este sistema de autorregulación”, Laura Gutiérrez, Comunidad de Madrid.

Por su parte, Inmaculada Gil, directora general de Daiichi Sankyo, valoró el Código de Buenas Prácticas como “un nexo común que une a toda la industria bajo estándares compartidos de integridad y responsabilidad”. Desde su compañía han implementado un plan de formación en compliance respaldado por el comité de dirección, que busca no solo cumplir con la norma, sino crear una “verdadera cultura de cumplimiento y ética profesional”. Además, resaltó que “en nuestra industria este es un ejercicio de corresponsabilidad e integridad porque las normas son transparentes”.

La confianza de la Administración

La jornada también sirvió para recordar y resaltar la relación de la industria farmacéutica con las Administraciones sanitarias. En este sentido, desde Farmaindustria destacaron la estrecha relación que mantienen con Cataluña y la Comunidad de Madrid, dos de las comunidades más importantes para ellos ya que en ellas operan la mayoría de las compañías farmacéuticas. Como señaló Zamarriego, “la colaboración con las autoridades sanitarias es clave”. El trabajo conjunto garantiza y asegura “la prescripción de buena fe de los profesionales sanitarios”.

Manel Rabanal, subdirector general de Ordenación y Calidad Sanitarias y Farmacéuticas del Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña, resume la relación entre ambos con dos palabras: “confianza y compromiso”. Así, apuntó, “hemos confiado en el sistema de autorregulación como elemento esencial para hacer promoción de calidad y el ejemplo más expresivo de esta confianza es el acuerdo y convenio de colaboración que tenemos con Farmaindustria”. Con este acuerdo “se reconoce a los organismos de autorregulación como elemento clave en el control de la publicidad”. Es tal la confianza que, apuntó, “hemos delegado en ellos la vigilancia del patrocinio de eventos y de congresos y esto es un claro ejemplo”.


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En cuanto a la Comunidad de Madrid, Pilar Jimeno, directora general de Inspección y Ordenación Sanitaria, afirmó que “tenemos muchas colaboraciones y esperamos implementar nuevas fórmulas en el futuro”. Y es que, como aseguró, “la relación con la industria y con la patronal es excelente”. Sois, afirmó, “un partner necesario para conseguir que la evolución sea responsable y que consigamos llegar a la evolución de mejora continua”.

Trasferencias de valor

Sobre la relación con los profesionales sanitarios, uno de los pilares básicos en cuanto a la seguridad y buen uso de los medicamentos, Zamarriego recordó que un momento crítico fue cuando Farmaindustria decidió dar el paso en 2014 y publicar las transferencias de valor a profesionales sanitarios y a organizaciones sanitarias. Anteriormente, desde 2009, se publican los compromisos de la industria con las organizaciones de pacientes.

“Al principio fue un pequeño terremoto; los profesionales sanitarios decían que de ningún modo publicaríamos sus datos, y tuvimos que predicar que era bueno para todos, también para ellos, transparentar todas las transferencias de valor”, explicó Zafra.

Gil señaló por su parte que en esta conversación con los profesionales sanitarios fue importante transmitir que Farmaindustria “no es un ente, sino que somos todos, y fue una decisión consensuada que atendía a una demanda de la sociedad”.

El presidente de la Sociedad Española de Reumatología (SER), Dr. Marcos Paulino, reconoció, por su parte, que el paso de transparentar estos pagos fue “un shock, pero con esa labor pedagógica y esa confianza mutua con la industria, poco a poco se entendió que no había nada que esconder”.

“La colaboración con las autoridades sanitarias es clave. El trabajo conjunto garantiza y asegura a prescripción de buena fe de los profesionales sanitarios”, José Zamarriego, Unidad de Supervisión Deontológica de Farmaindustria.

Guía de comunicación de medicamentos

Toda esta confianza, que cada vez es mayor, cuesta ganarla sobre todo en un ámbito que tiene que luchar con la distorsionada imagen del sector desde hace años. Como señaló Zamarriego en la sesión formativa previa a la jornada, Los retos del Sistema de Autorregulación de la Industria Farmacéutica en España, “estamos en una industria que históricamente ha arrastrado elementos que nos han condicionado a la hora de transmitir lo que hacemos y de lo que estamos orgullosos”.

En opinión del experto, “no siempre hemos estado a la altura y ha hecho que perdamos credibilidad”. Como señaló, “la reputación es algo que no prescribe y que sigue presente a día de hoy. Todavía aparecen titulares en las noticias de los errores que se cometieron o de los pocos errores que se cometen y debemos hacer frente a esto”, pero ¿cómo?

Durante su exposición, el experto presentó una guía de actuación en comunicación y relaciones con los medios sobre medicamentos de prescripción, en la que se incluyen las siguientes recomendaciones, que, a su juicio, deberían cumplirse:

  • Las compañías farmacéuticas tienen derecho a ofrecer todo tipo de información, incluyendo la directamente relacionada con el principal objeto de su actividad, el medicamento.
  • La actividad informativa debe responder a criterios de veracidad, honestidad y transparencia, y diferenciarse claramente de las iniciativas promocionales. No cabe mezclar información y promoción.
  • Cualquier acción de información (cualesquiera que sean el formato y el canal elegidos) sobre un medicamento de prescripción debe responder a un hecho noticiable.
  • Toda información debe basarse en evidencia, no en opiniones; ha de ser completa y referenciar con claridad las fuentes en las que se basa.
  • La marca comercial de un medicamento, como el principio activo, tiene valor informativo y podrá citarse en los materiales informativos, pero siempre con prudencia y proporcionalidad, ya que normalmente no es el motivo principal de la información.
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