Las cinco claves de la Administración abierta: ¿Está España preparada?

Para dar respuestas a estas demandas, los gobiernos han tenido que repensar su relación con los administrados y tratan de encontrar nuevas formas para desarrollarla. Gracias a las acciones de la Alianza para el Gobierno Abierto –Open Government Partnership– y a la Agenda 2030 de Naciones Unidas para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible –ODS-, el concepto de la administración abierta se ha internacionalizado y ha alcanzado una gran expansión y aceptación en la mayoría de los países.

No obstante, este nuevo modelo de gestión pública implica importantes cambios dentro de las sociedades que suponen un gran reto para todos los actores sociales.

Dentro de las actividades de divulgación y sensibilización sobre gobierno abierto promovidas por la Secretaría General de Gobernanza Pública, el profesor Ignacio Criado, doctor en Ciencias Políticas y director del Lab Grupo de Investigación en Innovación, Tecnología y Gestión Pública de la Universidad Autónoma de Madrid, explicó durante una de las jornadas del Ciclo Administración Abierta, qué caracteriza a este tipo de administración y cuáles son las asignaturas pendientes de la administración española.

Hacia la administración abierta

Existe diferentes definiciones, pero Criado describe la administración abierta como una “manera más horizontal de entender las relaciones entre quienes gobiernan y quienes son gobernados”, caracterizada por los principios de la transparencia, la participación y la colaboración con la ciudadanía, con el fin de mejorar la toma de decisiones sobre los asuntos públicos y la prestación de los servicios para los ciudadanos.

Las nuevas tecnologías de la comunicación e información también tienen un papel muy importante en esta relación, ya que son las principales herramientas que se utilizan para que los ciudadanos accedan a los servicios y a la información pública.

Según explica Criado, aunque es una “nueva filosofía política”, viene de siglos anteriores y está muy vinculada a las primeras leyes de acceso a la información pública, por lo que esta “preocupación” de los gobiernos viene dándose desde la mitad del siglo XX, que fue cuando empezó a garantizarse el acceso de la ciudadanía a la información en poder de las administraciones públicas.

Sin embargo, es a partir del 2010, cuando se da un mayor impulso para abrir las administraciones, principalmente en Occidente, debido a dos factores: la aprobación del Memorándum por la transparencia y la administración abierta por el presidente estadounidense Barack Obama, y la creación de la Alianza por el Gobierno Abierto –OGP-, según explica Criado.

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Las claves para la administración española

España ha avanzado mucho en temas de gobierno abierto desde que se convirtió en miembro de la Alianza, siendo el mayor avance la aprobación de la Ley de transparencia en 2013 y la inauguración del Portal de Transparencia del Estado en 2014.

Sin embargo, para llegar al nivel de administración abierta, según Criado hay cinco grandes áreas que deben desarrollarse:

• Transparencia: un paso más allá. Después de garantizar que la ciudadanía tenga acceso a la información pública, el siguiente paso para avanzar es que dicha información sea Ya no es suficiente con poner datos y contenidos a disposición del público, una administración abierta debe ser comprensible para sus ciudadanos.En este sentido, Criado afirma que “un paso decisivo” para avanzar es que la “transparencia permita que cualquier persona pueda entender cualquier información, formulario o documento que proceda del sector público”.
• Portales de datos abiertos: visualizando la información pública. Además de los portales de transparencia, que permiten dar información al ciudadano, resultan necesarios los portales de datos abiertos que ponen en contexto los contenidos y números que muestran las administraciones, ya que de esta manera la información resulta más útil para la sociedad en general.Sobre este aspecto, Criado pone el ejemplo de lo que se podría hacer abriendo los datos que maneja el Ministerio de Industria sobre el precio de la gasolina; si se mostraran en un mapa digital, los usuarios podrían saber cuál es el precio en cada gasolinera de su zona y, así, elegir el área más económica para repostar.

  “Este es el sentido de la reutilización de la información pública: dar la posibilidad de crear nuevos servicios, útiles y necesarios para los ciudadanos”, afirma durante su intervención.

• Rendición de cuentas del gobierno. Otro elemento imprescindible es saber cuáles son los compromisos al inicio de los mandatos y cuáles se han alcanzado al final de los mismos. El experto hace referencia a los planes de gobierno de las diferentes administraciones, ya que, según su criterio, los gestores públicos deberían publicar el plan previsto para el periodo de gobernanza cuando toman posesión de su cargo, e ir aportando información acerca del grado de desarrollo e implantación de las medidas que han ido adoptando para cumplirlo.De este modo, al final de los mandatos se podría comprobar, de manera fácil y comprensible, qué ha estado haciendo la administración, cómo se ha ejecutado el plan de gobierno y qué objetivos no se han alcanzado y por qué.
• Participación más allá del voto. La participación ciudadana es otro elemento fundamental en la gestión pública abierta, pues según Criado “enriquece” la labor que se desarrolla por parte de las administraciones.En este sentido, las instituciones deben facilitar canales para que la ciudadanía se involucre en la creación y el diseño de las acciones dirigidas a solucionar los problemas colectivos, pues gracias a esta participación se mejoran los servicios públicos (sanidad, educación…) porque incorpora el conocimiento de la sociedad, que de otro modo no se podría conseguir.

  “Es una manera de involucrar a la ciudadanía en la toma de decisiones y es importante porque aporta valor a los procesos y a la solución final”, explica Criado.

• Colaboración para crear valor público. Este elemento dentro de la administración abierta se identifica con el valor que aporta involucrar a los actores sociales en el proceso final de creación de los servicios públicos, ya que esta acción permite unir a los gestores públicos con diferentes perfiles, para crear los contenidos de un nuevo servicio o mejorar los que ya existen.El profesor de Ciencias Políticas asegura que la idea de la colaboración se vincula con la “innovación pública” en el sentido de que los servicios y procesos administrativos estén mejor diseñados para dar el mejor servicio posible, y adaptado a las necesidades reales de los ciudadanos y a quienes van dirigidos.

El reto más inmediato de la administración abierta

Haciendo un análisis de la última década, Criado destaca “notables” avances en cuestiones de gobierno abierto, poniendo como ejemplo la apertura de la información y los datos públicos a través de los diferentes portales de la administración, las plataformas de participación ciudadana y, sobre todo, en el ámbito de la colaboración, destaca el desarrollado de los laboratorios de gobierno para la innovación en los servicios públicos.

Sin embargo, el experto afirma que actualmente el principal reto de las administraciones públicas es identificar “cuáles son los problemas reales que tiene una comunidad política”, ya sea un barrio, una ciudad, o un grupo concreto de personas, y darles solución a través de dinámicas como la coproducción de servicios.

Además de este gran reto, la obra colectiva que ha coordinado Criado: Gobierno Abierto, innovación pública y colaboración ciudadana, editado por el Instituto Nacional de la Administración Pública –INAP-, ha puesto de manifiesto otros tres grandes desafíos que debe afrontar la Administración española de manera inmediata para avanzar hacia una administración más abierta, eficaz e innovadora.

En primer lugar, las instituciones deben dotarse de mejores recursos y capacitar a los empleados públicos sobre la idea de la administración abierta, para que permee en todas las capas y niveles que componen la administración.

Asimismo, la ciudadanía debe involucrarse e interesarse por la gestión pública, por lo que sería relevante realizar actividades de divulgación y sensibilización sobre la necesidad de participar y colaborar con la administración desde edades tempranas, para concienciarles del valor que aportan a la gestión pública en la creación de los servicios públicos.

Por último, Criado afirma que la pandemia ha precipitado la digitalización de la administración, pero debe mejorarse su implantación, pues la crisis de la covid-19 puso en relieve la vital necesidad de que tengan capacidad para facilitar digitalmente los procesos y la gestión administrativa de los problemas de los ciudadanos, asegurando los servicios más básicos en cualquier circunstancia.