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Foto: CaixaBank Research.
Solidaridad en España: así donamos, cuánto y a qué causas
Donar sangre, hacer un donativo o colaborar con ONG son formas de solidaridad comunes en todo el mundo. Incluso un gesto tan cotidiano como ceder el asiento a una persona mayor puede considerarse una muestra desinteresada de ayuda al prójimo. La solidaridad se expresa a través de múltiples formas de participación social.
Sin embargo, hay una escasez de evidencia sobre con qué frecuencia y en qué manera prestamos ayuda a los demás. El Dossier Solidaridad en España: radiografía de una sociedad comprometida, fruto de la colaboración entre la Fundación ”la Caixa”, CaixaBank Research y la Universidad Pompeu Fabra, permite ofrecer una radiografía completa de la solidaridad en nuestro país desde una doble perspectiva: ofreciendo una visión global de las distintas formas de altruismo y del pago de donativos de los españoles.
Según una encuesta encargada por el Observatorio Social de la Fundación ”la Caixa” en 2024, el 60% de la población afirma estar familiarizada con el término filantropía, aunque a su vez esto signifique también que más de un tercio no lo está. Una primera conclusión es que si las organizaciones filantrópicas mejoraran su comunicación y explicaran con mayor claridad a los ciudadanos en qué consisten sus actividades y cómo benefician a la sociedad, podría aumentar el índice de conocimiento sobre su función y alcance entre la población.
La percepción de la filantropía por parte de la ciudadanía, medida a partir del grado de acuerdo o desacuerdo de los encuestados con diez afirmaciones relacionadas, sugieren unos resultados globales bastante favorables en España, tal y como se aprecia en el primer gráfico. No obstante, se observa una cierta desconfianza hacia la verdadera motivación de los filántropos: casi un 45% de los encuestados opinan que el objetivo de sus donaciones responde a un “lavado de imagen”.
Asimismo, existe la clara percepción de que es el Estado, y no la filantropía, quien debe asumir el papel principal a la hora de “satisfacer las necesidades de la sociedad” (un 73%). Sin embargo, cabe remarcar que en la mayoría de los casos uno y otro desempeñan funciones complementarias. Paradójicamente, al preguntar a los encuestados si creen que los donativos ayudan a mejorar la situación de otras personas o si creen que los filántropos son buenos para la sociedad, el porcentaje de respuestas afirmativas es rotundo: un 84% y un 80%, respectivamente.
Al preguntar a los encuestados qué cuestiones deberían abordarse con mayor urgencia, la salud es, con diferencia, la principal prioridad: más de tres cuartas partes (76%) consideran que es el tema “más importante”. Le siguen la investigación (62%), los derechos humanos (55%), la educación y las universidades (51%), el medio ambiente y los animales (46%), la acción social (38%), la cooperación internacional (19%), la cultura, el arte y las humanidades (17%), el deporte y el ocio (10%), y la religión (6%).
La encuesta también profundiza en los comportamientos filantrópicos reales en relación con una serie de actos prosociales. Los resultados muestran que los españoles tienden a ser solidarios en su vida cotidiana. La mayoría de los encuestados han realizado algún acto solidario al menos una vez durante el último año –y, en algunos casos, al menos una vez a la semana o al mes–. Asimismo, un 77% de los españoles ayudó a un desconocido y un 74% dio dinero a un conocido.
Los españoles tienden a ser solidarios en su vida cotidiana: la mayoría de los encuestados han realizado algún acto solidario al menos una vez durante el último año y, en algunos casos, al menos una vez a la semana o al mes.
En el extremo más formal de los actos filantrópicos, que implica dedicar tiempo explícitamente a determinadas acciones de voluntariado, los españoles también participan activamente: el 39% de los encuestados colaboran como voluntarios en organizaciones benéficas, principalmente en causas relacionadas con la salud, la acción social, y el medio ambiente y los animales.
Sin embargo, a pesar de estos resultados tan tangibles, los encuestados no son plenamente conscientes de que su participación en actividades filantrópicas es habitual, ni perciben que el grado de altruismo entre sus conciudadanos es relativamente alto. De hecho, afirman que el nivel de solidaridad de la sociedad no es muy elevado: en una escala de 0 a 10, la media de las respuestas se acerca a 6.
En cuanto al apoyo económico, donar dinero a obras benéficas es bastante habitual: el 59% de la población española declara haber hecho al menos un donativo en el último año. En definitiva, los españoles somos más generosos de lo que pensamos, y colaboramos con tiempo o dinero de manera recurrente para apoyar el trabajo de las organizaciones benéficas.
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Cómo y a qué causas donan los españoles
El Dossier Solidaridad en España: radiografía de una sociedad comprometida también analiza cómo y a qué causas donan los españoles, a partir de una fuente de datos inédita hasta la fecha: los donativos que realizan los clientes de CaixaBank a través de la operativa bancaria, debidamente anonimizados. Mientras que otros análisis, basados en encuestas, preguntan a los individuos por el importe donado, esta base de datos incluye donativos realizados efectivamente a ONG en algún momento del año a lo largo y ancho del país mediante domiciliación bancaria, transferencias, bizums y pagos con tarjeta.
En 2024, cerca del 90% de los donativos recaudados se concentraron en cuatro grandes causas: cooperación internacional (38%), sanidad (25%), servicios sociales (14%) y religión (11%). Las otras cinco causas identificadas (derechos humanos; investigación; medio ambiente, flora y fauna; cultura, arte y humanidades; y educación y universidades) percibieron el 10% de recaudación restante (véase la tabla para más detalle). La mayoría de las entidades receptoras de donativos en 2024 son de carácter religioso (un 68%), lo que muestra su gran capilaridad en todo el país, cuestión esta última ventajosa para poder responder mejor en momentos de crisis, aunque percibieron el 11% de recaudación (a partir de transacciones financieras).
El importe medio por donación a una ONG es de 25 euros, aunque algunas causas reciben donaciones típicas de menor importe, como las de derechos humanos y las que apoyan actividades sanitarias. Asimismo, una entidad recauda anualmente de un mismo donante un promedio de 230 euros (aunque este puede donar a múltiples ONG). Las organizaciones religiosas reciben importes medios más altos (347 euros), seguidas por las dirigidas a la educación (314 euros) y a la cooperación internacional (262 euros), mientras que para las de cultura y medio ambiente se sitúan en torno a los 90-120 euros.
Diciembre es el mes en el que se registran más donativos a una ONG. El ‘efecto diciembre’ (es decir, el incremento de recaudación respecto a un mes estándar) alcanza el 21% para una ONG promedio, lo que indica una fuerte estacionalidad en todas las causas, aunque existen diferencias entre ellas y el efecto es más marcado en educación (+42%) y religión (+28%).
Las causas que apoyan el medio ambiente y la educación tienen una mayor proporción de donantes jóvenes que la media, mientras que la cultura, la religión y la investigación tienen una mayor proporción de donantes mayores. En términos de ingresos, la cultura tiene una mayor proporción de donantes con ingresos altos, mientras que las actividades sanitarias y la religión tienen una mayor proporción de donantes con ingresos bajos.
Resulta destacable mencionar la altísima concentración de donativos en pocas entidades. Unas pocas organizaciones captan la mayor parte de los donativos. Más concretamente, el 1,2% del total de ONG (unas 25 entidades) acumulan el 81% de la recaudación anual.
En conclusión, el análisis muestra que pocas causas y entidades concentran la mayor parte de la solidaridad mediante donativos en España, con fuerte estacionalidad en diciembre y patrones distintos según la edad y los ingresos de los donantes.
Los donativos de los españoles se concentran en pocas causas y pocas entidades, con fuerte estacionalidad en diciembre y patrones distintos según la edad y los ingresos de los donantes.
El perfil del donante en España
Para abordar las características sociodemográficas de los donantes que colaboran económicamente con entidades sin ánimo de lucro, el informe analiza también los donativos que los clientes particulares de CaixaBank realizaron en 2024 a través de la operativa bancaria de la entidad, de forma agregada y anonimizada, lo que permite presentar un perfil detallado de los donantes en España y, por ende, entender cómo son y cómo hacen llegar su ayuda a las causas que apoyan.
El perfil del donante en España es diverso: incluye hombres y mujeres de todas las edades y de todos los niveles de ingresos. Sin embargo, por lo general, se observa que el donante es de edad más avanzada (dos tercios tienen más de 50 años, vs. el 49% de la población), tiene mayores ingresos (dos tercios ganan más de 20.000 euros al año, vs. el 48% de la población) y es más probable que resida en zonas urbanas (un 90%, vs. el 84% de la población). Asimismo, la mayoría de los donantes colaboran de manera regular, puesto que tres de cada cuatro donan al menos tres veces al año, mientras que el cuarto restante lo hace de forma más esporádica (una o dos veces).
Basándonos también en los donativos de los clientes particulares de CaixaBank en 2024, el importe medio mensual donado a entidades benéficas es de casi 30 euros (345 euros al año), aunque hay bastante dispersión entre donantes. Si los dividimos en cuatro grupos iguales de menor a mayor importe donado, observamos que el primer 25% de los donantes aporta 10 o menos euros al mes (120 euros al año); el segundo grupo, de 10 a 15 euros al mes (de 120 a 180 euros al año); el tercer grupo, de 15 a 27,5 euros al mes (de 180 a 330 al año), y el cuarto, más de 27,5 euros al mes (330 euros al año).
Como parece lógico, los individuos con mayores ingresos realizan donaciones de mayor importe que aquellos con menos ingresos. Sin embargo, los donantes con menores ingresos son quienes realizan un mayor esfuerzo en proporción a sus ingresos: los donantes que ganan menos de 20.000 euros al año aportan el 1,3% de sus ingresos a asociaciones benéficas de mediana, mientras que este esfuerzo es menor para los tramos superiores de ingresos, hasta el mínimo del 0,3% que dona el grupo con mayores ingresos.
La mayor parte de donantes hace aportaciones pequeñas. Sin embargo, la mitad de los donantes que aportan las cantidades más elevadas contribuyen con el 87% del importe total recaudado. Y no solo eso, un top 10% de superdonantes aporta por sí solo el 47% del total.
Los superdonantes son, en su mayoría, personas mayores (el 85% tiene más de 50 años) y muy constantes en sus aportaciones (ocho de cada diez dona más de doce veces al año). En general, el superdonante dona unos 740 euros al año, frente a los 120 euros del resto de donantes. Además, su esfuerzo económico es proporcionalmente mayor: destinan el 2,3% de sus ingresos a las causas benéficas, frente al 0,5% del resto. Aunque suelen tener ingresos más altos, no son necesariamente millonarios: más de cuatro de cada diez superdonantes ganan entre 20.000 y 40.000 euros al año. En definitiva, los superdonantes no solo aportan más, sino que lo hacen con regularidad y a costa de un mayor esfuerzo.
En resumen, la solidaridad (pecuniaria) en España se sustenta en una base amplia de donantes que realizan aportaciones modestas, complementada por un grupo reducido de superdonantes que concentra gran parte de la recaudación. Este patrón refleja la importancia tanto de la participación masiva como del compromiso intensivo de algunos individuos.
La respuesta solidaria tras la dana de Valencia
En uno de los capítulos del Dossier se analiza en colaboración con la Universidad Pompeu Fabra el cambio en el volumen agregado y en el número de donativos que se realizaron tras la dana a través de la operativa bancaria de CaixaBank para entender cómo fue la respuesta solidaria a las inundaciones.
La primera conclusión del estudio es que los españoles reaccionaron de manera muy solidaria a la catástrofe: la recaudación de las entidades benéficas aumentó en un 18% interanual en noviembre, comparado con el 4,4% registrado en los meses anteriores. En particular, las ONG que operan en el territorio español registraron un aumento del 45% en noviembre. Se trata de una cifra muy superior al +7% interanual que percibieron de enero a octubre, y destaca todavía más ante la caída que anotaron los donativos a organizaciones que trabajan en el ámbito internacional (un –1,4% interanual en noviembre vs. un +3,4% de enero a octubre).
Por otro lado, la proximidad geográfica a un desastre también influye sobremanera en la reacción solidaria. Las personas cuya residencia se hallaba a una menor distancia de las áreas inundadas incrementaron más sus aportaciones que aquellas que residían más lejos (excluyendo las áreas muy cercanas, seguramente ellas mismas afectadas por la catástrofe, aunque en menor medida). Los residentes en áreas situadas entre 100 y 200 kilómetros de la zona cero, en su mayoría dentro de la Comunidad Valenciana, aportaron un 83% más a causas locales que en el mes de noviembre del año anterior, y redujeron en un 4,6% interanual sus donativos a ONG que operan mayoritariamente en el extranjero.
Finalmente, los donantes esporádicos fueron los que más reaccionaron a la catástrofe de la dana, con un aumento de donativos a causas locales superior al 250% en noviembre de 2024. Los donantes regulares (aquellos que donan tres o más veces al año) también incrementaron sus aportaciones, aunque en menor medida (+27%).



