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© Moses Sawasawa/Acción contra el Hambre.
10 países concentran a dos tercios de las personas que padecen hambre en el mundo
El hambre mundial no se distribuye de forma equitativa. Con motivo del Día Mundial de la Alimentación este 16 de octubre, Acción contra el Hambre presenta el informe Mapa Global: las 10 principales emergencias alimentarias. Datos, historias y nuestra respuesta, basado en los últimos datos del Informe Global sobre las Crisis Alimentarias (GRFC) y del Integrated Food Security Phase Classification (IPC).
El documento identifica los diez países donde se concentra la mayor parte del hambre aguda a nivel mundial: Nigeria, Sudán, República Democrática del Congo, Bangladesh, Etiopía, Yemen, Afganistán, Myanmar, Pakistán y Siria. En conjunto, estos países reúnen a más de 196 millones de personas vulnerables al hambre aguda (Fase 3 Crisis o superior del IPC), lo que representa dos de cada tres personas que padecen hambre aguda en el mundo.
El informe también señala tres contextos adicionales —Haití, Sudán del Sur y la Franja de Gaza—, que pese a no figurar en el ranking por su menor población, la inseguridad alimentaria aguda alcanza niveles alarmantes: en Haití y Sudán del Sur afecta a cerca o más de la mitad de la población, mientras que en Gaza llega al 94%.
Gaza y Sudán: dos hambrunas declaradas
El informe subraya que Sudán, tras más de dos años de conflicto, enfrenta una de las peores crisis alimentarias del planeta. Con más de 25 millones de personas en situación de inseguridad alimentaria aguda en 2024, la ONU ha declarado oficialmente una hambruna en varias zonas del país, algo que no ocurría desde hace siete años.
El año pasado, se estimó que las condiciones de hambruna en Darfur del Norte y las Montañas Nuba Occidentales podrían llegar a extenderse a otras cinco localidades, con 17 zonas adicionales en riesgo. Se prevé que este año, 3,2 millones de menores de cinco años sufrirán desnutrición aguda, cerca de 770.000 en su forma más grave.
En Gaza, tras dos años de conflicto, la situación ha sido calificada como “catastrófica” por Naciones Unidas. El 94 % de la población sufre hambre aguda y casi una cuarta parte está ya en fase de hambruna.
Se estima que en el próximo año cerca de 132.000 niños y niñas menores de cinco años estarán desnutridos, enfrentándose a graves riesgos para su salud y desarrollo.
Siete claves para entender el hambre en el mundo
Acción contra el Hambre publica las siete claves que marcan la situación de hambruna en el mundo:
- Concentración extrema: Diez países concentran dos tercios del hambre aguda mundial, con más de 196 millones de personas en situación crítica.
- Aumento de la hambruna: El número de personas en fase de Hambruna (IPC Fase 5) está creciendo. En Gaza, Haití, Sudán y Sudán del Sur, el hambre amenaza la supervivencia de comunidades enteras.
- Causas interconectadas: en todos los contextos analizados están presentes, con diferente intensidad, conflictos armados, fenómenos climáticos extremos, crisis económicas y desigualdades estructurales. Estos factores se suman, se refuerzan y se repiten con dinámicas similares de un país a otro.
- Instituciones frágiles: las crisis más graves estallan en los contextos en los que las instituciones políticas y sociales están más expuestas. Cualquier crisis —una guerra, una sequía, un colapso económico— puede convertirse en una catástrofe cuando las infraestructuras y los servicios no pueden soportar el impacto.
- Acceso humanitario bloqueado: La violencia, la burocracia y los ataques a trabajadores humanitarios dificultan la llegada de ayuda, agravando las emergencias.
- Desnutrición infantil: En los 13 contextos analizados, casi 30 millones de niños sufren desnutrición aguda. De ellos, 8,5 millones están en estado grave y en riesgo de muerte si no reciben atención inmediata. Además, 13 millones de mujeres embarazadas o lactantes están desnutridas, con consecuencias que afectan a sus hijos.
- Resiliencia de las comunidades más vulnerables: En cada contexto de crisis alimentaria, los equipos de Acción contra el Hambre son testigos de una “fuerza humana extraordinaria. Las comunidades afectadas muestran una resiliencia admirable, enfrentando la emergencia con determinación y adaptándose con creatividad a los desafíos más duros”.