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El 17% de las familias con hijos en España vive en situación de pobreza laboral
Tener un empleo en España no garantiza poder obtener lo básico para vivir, según concluye un estudio realizado por Save the Children que aborda la relación entre la situación de pobreza, especialmente en familias con hijos a cargo, y el empleo en España.
Según el estudio Cuentas que no salen. Radiografía de la pobreza laboral en los hogares de España , el 11,7% de las personas con empleo en España viven en situación de pobreza aboral, es decir, que aunque tengan trabajo sus ingresos no les permiten cubrir adecuadamente sus necesidades básicas.
Este fenómeno evidencia una de las grandes paradojas del mercado laboral actual: el empleo, tradicionalmente visto como la vía principal para salir de la pobreza, ya no garantiza por sí solo unas condiciones de vida mínimamente aceptables. La pobreza laboral no es solo una estadística: es el resultado de un sistema en el que, a pesar de que muchas personas cumplen con todo lo necesario para alcanzar una vida digna, no logran acceder a ella, apunta la organización.
El riesgo de pobreza aumenta significativamente en hogares con niños. En ellos las posibilidades de entrar en situación de pobreza aumentan en seis puntos porcentuales, pasando del 11,7% al 17,1%, a pesar de que las personas del hogar tengan empleo.
En hogares donde conviven dos personas adultas, pero solo una trabaja, la tasa de pobreza empeora hasta el 21%, y crece de manera sustancial cuando se añaden hijos a cargo: hasta un 33% si hay un hijo, 38% con dos hijos y puede llegar al 63% si hay tres o más hijos. En contraste, si ambos adultos trabajan, las cifras bajan significativamente (6,3% en hogares con un hijo, 8,9% si hay dos y 14,7% si hay tres o más).
De esta forma, se barajan dos posibles hipótesis como causas principales del origen de la pobreza laboral en España: salarios insuficientes y la intensidad en el empleo, según Save the Children. Respecto a la primera, las diferentes subidas del Salario Mínimo Interprofesional han permitido superar -al menos de forma teórica- el umbral de la pobreza para aquellos trabajadores y trabajadoras que disponen de un contrato a jornada completa y trabajan la mayor parte del año. No obstante, es en la segunda hipótesis donde podemos ahondar en el dato de que una de cada cuatro personas empleadas que ha trabajado en algún momento del año no ha ganado lo suficiente como para salir de la pobreza: la parcialidad y la discontinuidad en el empleo.
Cuando la intensidad laboral es baja -es decir, cuando se trabajan pocas horas o se hace solo de forma parcial o intermitente- los ingresos derivados del empleo tienden a ser insuficientes para cubrir las necesidades básicas de la familia. Esta situación es especialmente común en empleos a tiempo parcial involuntario, con contratos temporales o de corta duración. Así, aunque formalmente haya personas ocupadas, los ingresos generados son demasiado bajos para superar el umbral de pobreza.
Cerca del 65% de las personas que logran trabajar entre 180 y 300 días al año consiguen superar el umbral de la pobreza. Asimismo, casi la mitad de quienes trabajan menos de 180 días al año tienen contratos temporales de manera habitual.
El perfil sociodemográfico también juega un papel crucial. Los jóvenes entre 16 y 29 años son los más afectados: solo el 12,5% de aquellos que han trabajado el último año superaron el umbral de la pobreza. Un 24% de este grupo trabaja más de medio año o con medias jornadas, y la falta de continuidad laboral dificulta su capacidad de emancipación y su acceso al mercado de la vivienda.
Las mujeres también enfrentan a una mayor parcialidad que los hombres. Mientras existen en España 806.400 hombres que disponen de un empleo a tiempo parcial, esta cifra se eleva a más de 2.250.000 para las mujeres. De las mujeres con contrato parcial, casi 400.000 señala el cuidado de hijos o adultos como motivo, en comparación con solo 30.000 hombres en la misma situación. Además, el 74% de los empleos a jornada parcial son desarrollados por mujeres.
La nacionalidad también es un factor determinante de la pobreza laboral: una de cada cinco personas en situación de pobreza laboral es extranjera, mientras que solo uno de cada diez trabajadores que logran salir de la pobreza son extranjeros.
Medidas a implementar
Desde Save the Children, se plantean recomendaciones en tres ámbitos de políticas públicas. En primer lugar, mejorar la calidad del empleo, a través de incentivos a empresas, formación y recualificación, flexibilidad horaria y actualización de las políticas activas de empleo con perspectiva de familia e infancia.
En segundo lugar, mejorar las condiciones de conciliación, mediante la compensación de la reducción de la jornada por cuidados, el aumento de los permisos por nacimiento o el desarrollo de programas públicos de cuidados.
Por último, el acceso a prestaciones familiares: tanto la puesta en marcha de una prestación universal a la crianza, como la mejora de acceso a prestaciones focalizadas como el Complemento de Ayuda a la Infancia.
Para la elaboración del estudio se han analizado las bases de datos oficiales más relevantes: la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y la Muestra Continua de Vidas Laborales (MCVL) ofrecida por la Seguridad Social. Además, se han incorporado entrevistas realizadas a familias que participan en los programas que Save the Children desarrolla en España.