Youth Business Spain: alianzas, mentoría y financiación para el emprendimiento juvenil

Youth Business Spain: alianzas, mentoría y financiación para el emprendimiento juvenil

IA, economía circular, renovables… la mayoría de noticias sobre emprendedores suelen fijarse en proyectos disruptivos a nivel tecnológico, social o ambiental, dejando fuera otros perfiles más conectados con la realidad cotidiana de un importante número de jóvenes a los que les cuesta acceder al mercado laboral. A ellos se dirige YBS, que en su primera década ha ayudado a 4.500 emprendedores a poner en marcha su negocio.

España no es país para jóvenes. Esa podría ser la conclusión a la luz de los datos ofrecidos por diversos organismos internacionales de relevancia como, por ejemplo, Eurostat. La Oficina Europea de Estadística deja claro que nuestro país está a la cabeza del paro juvenil en Europa.

Hasta el 26,5% de los españoles menores de 25 años se encuentran en situación de desempleo. En segundo lugar se sitúan los jóvenes suecos (24,2%), mientras que el tercer cajón del podio es para Grecia (22,6%). Las cifras corresponden al mes de abril de este mismo año.

La OCDE también alertó en un informe publicado en octubre del pasado 2023 de las dificultades a las que se enfrentan los jóvenes españoles en su transición a la vida adulta. Como indica dicho organismo: “Mejorar la educación, facilitar la incorporación de los jóvenes al mercado laboral, fomentar el emprendimiento y elevar el acceso a la vivienda son cruciales para que España pueda materializar su potencial de crecimiento y reducir el riesgo de pobreza entre los jóvenes”.

Sobre el papel del emprendimiento como alternativa para la empleabilidad de quienes se están incorporando a la población activa vuelve a insistir la OCDE en la misma nota, recomendando la puesta en marcha de acciones para su impulso “mediante mejores programas de orientación, formación y acceso a financiación”.

Ciertamente, España tiene mucho margen de mejora en la materia. Así lo asegura, al menos, el Análisis de situación sobre emprendimiento joven, realizado por la red española del Global Entrepreneurship Monitor (GEM)  —en castellano, Observatorio Mundial del Emprendimiento—.

Mujer, de entre 25 y 34 años, con estudios universitarios y formación emprendedora y financiera: este es el perfil mayoritario de los jóvenes emprendedores de nuestro país, según se desprende de dicho estudio. Donde también se destaca que el 30% de los jóvenes ven oportunidades para emprender, pero solo lo hace el 8%. Puede que la causa sea que cerca del 60% de los jóvenes españoles con edades entre 18 y 34 años considera que no tiene los conocimientos y habilidades para emprender.


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Otro obstáculo es el miedo al fracaso. “No es un mito que en España existe este miedo. De hecho, el miedo a fracasar es lo que frena a 6 de cada 10 personas en España”, resalta Ana Fernández Laviada, presidenta de la Red GEM España. Los jóvenes son precisamente el colectivo que se muestra más abierto a arriesgarse. “La población joven tiene casi el doble de intención emprendedora que las personas de más edad”, según Fernández Laviada.

Aprovechar esta mayor predisposición a intentarlo es indispensable para una fundación dedicada a promover precisamente el emprendimiento juvenil. Objetivo que la Fundación Youth Business Spain (YBS) está alcanzando, si nos atenemos a los indicadores que arroja el informe de evaluación de impacto socio-económico del programa de mentoring de la fundación, elaborado precisamente por la Red GEM España, junto con la Escuela de Mentoring. Este programa de mentoring es uno de los grandes pilares que sustenta la labor de YBS.

Hasta el punto de que la tasa de supervivencia de los negocios que participan en dicho programa de mentoring es del 91% pasados los cinco primeros años. Una cifra muy elevada en comparación con la media nacional. Si tomamos como referencia el INE, sus estadísticas nos dicen que solo el 45,4% de las nuevas empresas sobreviven al cabo de cinco años.

La tasa de supervivencia de los negocios que participan en dicho programa de 'mentoring' es del 91% pasados los cinco primeros años.

Una red nacional y global

¿Y qué es lo que hace diferente a YBS para conseguir estos resultados? En primer lugar, la Fundación Youth Business Spain es el miembro en España de una red global, como es Youth Business International (YBI), que actualmente cuenta con presencia en más de 60 países. YBI fue fundada hace más de veinte años por el entonces Príncipe Carlos de Inglaterra con el objetivo de ayudar a entidades sociales dedicadas a jóvenes de todo el mundo en la puesta en marcha de sus ideas de negocio.

Y este mismo modelo es el que se ha traído y adaptado a España a través de YBS. Constituida legalmente como fundación, el modelo de Youth Business Spain puede ser definido como una ‘alianza multiactor’ de entidades sociales especializadas en promover el autoempleo. Los primeros miembros de esta alianza fueron la Fundación Tomillo (Madrid), la catalana Autoocupació y Gaztenpresa (Euskadi). Lista a la que se han ido sumando más actores a lo largo de esta primera década de vida, hasta llegar a las 13 organizaciones, con presencia en 14 comunidades autónomas, que actualmente son miembros de la red nacional y, al mismo tiempo, mundial.

“La misión de Youth Business Spain es traer de la red global aprendizajes, buenas prácticas y herramientas para diseñar metodologías y programas que mejoren los servicios de apoyo que estas entidades sociales prestan en España a personas que quieren poner en marcha ideas de negocio”, explica Sara Simón, directora general de YBS.

Se trata de optimizar “el ecosistema de apoyo al emprendimiento juvenil en nuestro país” con el objetivo de que cualquier persona joven que quiera poner en marcha un negocio pueda acceder a los recursos necesarios para ello. “Nuestro propósito es generar una comunidad de conocimiento y de práctica para que estas entidades mejoren los servicios que prestan a esas personas jóvenes que quieren emprender”, añade Simón.

La diversidad es otra de las características esenciales de un ecosistema inevitablemente complejo: si bien es cierto que YBS está enfocada como fundación en un objetivo muy específico, como es promover el autoempleo juvenil, no es menos cierto que acoge en su seno a entidades locales que deben buscar respuesta a necesidades muy específicas y acuciantes dentro de sus propias realidades territoriales, como pueden ser, por ejemplo, la situación de abandono que sufre la España rural, las brechas de género o la búsqueda de oportunidades laborales para colectivos en riesgo de exclusión social, entre otros escenarios.

Problemáticas a la que se trata de buscar una salida mediante una concepción del emprendimiento que pone el foco en las oportunidades que puede generar el autoempleo. “Creemos que el emprendimiento en sí mismo es una herramienta inclusiva, una herramienta igualitaria, porque permite participar en la economía y tomar sus propias decisiones a personas que pueden partir de unos recursos muy escasos”. Así lo afirma Luis García Deber, actual presidente de Youth Business Spain, además de director gerente de la Fundación Ronsel, entidad social especializada en trabajar por la ocupación de las personas desempleadas en A Coruña.

La importancia de la mentoría

¿Y cómo se trabaja desde esta manera de entender el emprendimiento? Responde a la pregunta la directora general de YBS: “Hay muchas incubadoras y aceleradoras que quieren impulsar a la gente a crear más y más negocios. Cuantos más negocios se creen, mejor, según su visión”.

“Nosotros partimos de otro enfoque —prosigue Simón—. Las entidades de la red han atendido a más de 20.000 personas en estos diez años, pero solo se han ayudado a crear 4.500 negocios. Es decir, que nosotros disuadimos a mucha gente de emprender. Esa es la primera fase del éxito. No todo el mundo está preparado y una labor importante de las organizaciones de apoyo al emprendimiento es disuadir, porque a lo mejor estás cometiendo un terrible error empujándolas a ello”.

“Nosotros disuadimos a mucha gente de emprender. Esa es la primera fase del éxito. No todo el mundo está preparado (...), porque a lo mejor estás cometiendo un terrible error empujándolas a ello”. Sara Simón, directora general de YBS.

“Está muy bien animar a la gente a desarrollar su espíritu emprendedor y nosotros trabajamos para tal fin, pero con cabeza y precaución. Entendiendo muy bien en qué situación se encuentra esa persona y cuál es su contexto familiar y económico. Porque puede que no esté en el momento de emprender. A lo mejor su idea es buena, pero hay que darle una repensada. O hay que esperar a ciertas cosas para que esa persona puede lanzarse a algo tan complicado como es arrancar una iniciativa empresarial, que siempre conlleva mucho riesgo personal y familiar”, advierte la directora general.

En el caso de las personas que sí están preparadas para emprender, la clave está en el acompañamiento durante los primeros pasos. “La mayoría de los programas de mentoría en realidad son consultorías de expertos que te vienen a apoyar en un área concreta y en un periodo de tiempo muy corto y ofreciéndote muy pocas sesiones. Nosotros lo que hacemos es apoyar durante un año, a veces prorrogable, y cubriendo todas las necesidades de tu negocio”, señala Simón.

Para María Luisa de Miguel, directora ejecutiva de la Escuela de Mentoring, “el hecho de que YBS añada a sus servicios de apoyo al emprendimiento un programa de mentoring con estas características ya es en sí mismo un valor diferencial respecto a otras entidades del ecosistema emprendedor”. Esto es así porque “casi todos los servicios de apoyo se limitan al momento en que se pone en marcha la empresa. Pero inmediatamente después, el emprendedor se queda solo ante el peligro”.

Este programa de mentoría se basa en una metodología de efectividad contrastada a nivel internacional y aportada por Youth Business International. Su rama española se encarga, por su parte, de adaptar y coordinar la implementación del mismo en nuestro país, apoyada a su vez por los mentoring managers de los socios locales y por la propia coordinación global de YBI. Mientras que la ejecución del programa se desarrolla principalmente desde el ámbito local, a través de los diferentes socios territoriales de YBS. Estas entidades locales se encargan de captar, de formar y de emparejar tanto a los mentores como a los emprendedores, así como de monitorizar y evaluar la relación entre ambas partes.

El mentor siempre es una persona experta con destacada experiencia emprendedora y empresarial que participa en calidad de voluntaria y, por tanto, sin obtener una remuneración por su labor. La cual consiste en acompañar a otra persona que está iniciando su primera aventura empresarial, con la finalidad de que potencie sus habilidades y competencias, posibilitando así su desarrollo personal y profesional y la consolidación y crecimiento de su nuevo negocio.

“Pienso que la visión que tiene YBS del mentoring es la correcta. Muchas otras entidades también hablan de mentoría al referirse a sus iniciativas de ayuda al emprendedor, cuando en realidad deberían referirse más bien a programas de formación, de asesoramiento técnico o de consultoría. Por supuesto que este tipo de herramientas también son necesarias, pero no es lo mismo. El mentoring es otra cosa que hace referencia a un proceso de aprendizaje guiado desde la experiencia”, aclara De Miguel.

“A los emprendedores hay que ayudarles a tomar distancia de la pasión con la que inician sus proyectos. Es bueno que mantengan esa pasión pero que, al mismo tiempo, pongan un poco los pies en el suelo”. Jordi Tebe, mentor.

Más supervivencia y mejores competencias

Según el informe de Evaluación del impacto socioeconómico del Programa de Mentoring de Youth Business Spain (periodo 2018-2022), además de esa elevada tasa de supervivencia de los negocios ya comentada (91% pasados los cinco años), también hay que destacar que la mentoría de YBS ha ayudado a generar más de 4.900 nuevos empleos. Por otro lado, el 77% de las personas que participan en el programa de mentoring de YBS mejoran sus competencias en gestión de negocios.

Este es el caso de Vanesa Cruz, profesional independiente del análisis de datos y residente en Santa Cruz de Tenerife, donde acudió a Afedes, socia canaria de YBS. A través de la entidad local se puso en contacto con su mentora. “Me ayudó a definir un poco más mi idea de negocio. Es como si alguien viniera de fuera para analizar tu negocio y darte una perspectiva más amplia”, relata Cruz.

“A los emprendedores hay que ayudarles a tomar distancia de la pasión con la que inician sus proyectos. Es bueno que mantengan esa pasión pero que, al mismo tiempo, pongan un poco los pies en el suelo”, recomienda Jordi Tebe, que lleva seis años dedicándose al acompañamiento de manera voluntaria a través de Aprofem, socio de YBS en Castilla-La Mancha. Dedicación que combina con su trabajo como autónomo especializado en la formación por proyectos.

“El mentor no organiza la idea de quien está emprendiendo. Siempre parte del plan que tiene el propio emprendedor. El que lanza la idea es quien debe ir marcando los pasos y recorriendo el camino. Tú solo le das pequeños consejos desde tu experiencia”, matiza Tebe, que también destaca el vínculo que se establece entre mentor y mentee (mentorizado). “Yo sigo pendiente de ellos tras la mentoría. Es gente a la que vas siguiendo de manera continua. Se podría decir que el mentor también se apasiona por el trabajo del mentee”.

Formación y financiación

El acompañamiento también les sirve a los emprendedores para tomar conciencia de la importancia de la formación. “Yo necesitaba que me orientaran en el mundo comercial y también que me dieran herramientas para organizar mi trabajo con un poco de orden y disciplina. Algo que es difícil para un artista”, señala Laura Cáceres, artesana que vende sus propias colecciones de pintura en la isla de Mallorca, donde combina este proyecto artístico con las clases de pintura que imparte como docente. “Gracias a las capacitaciones de Treball Solidari, aprendí muchísimo y además, todo lo aprendido pude aplicarlo a mis dos grandes proyectos”, añade.

Youth Business Spain: alianzas, mentoría y financiación para el emprendimiento juvenil

Laura Cáceres, pintora afincada en mallorca que participa en Youth Bisiness Spain.

La postura de Tebe, desde su posición como profesional de la formación, es muy clara al respecto: hoy en día formarse no es un problema en este país. “La ventaja que tenemos es que hay tantísimo acceso a la formación que, si te sabes informar, de lo tuyo seguro que encuentras cursos interesantes. En este país tenemos mucho nivel formativo y en muchas áreas”, asegura.

Menos optimista se muestra el mentor cuando se aborda otra necesidad acuciante a la hora de emprender. “La principal preocupación suele ser la económica. Por eso, cualquier ayuda que haya para empezar un negocio es fundamental. La mayoría de las veces, para arrancar hay que realizar un dispendio inicial del que, en muchas ocasiones, no se dispone”.

De ahí que sea tan valorado por los emprendedores de la red el programa de microcréditos sociales de YBS. El importe máximo que se puede solicitar mediante el mismo alcanza los 5.000 euros. Las condiciones para la devolución son además muy ventajosas para el solicitante. “Te prestan un dinero y lo vas devolviendo sin intereses. Las cuotas son por ello mucho más cómodas”, destaca la analista de datos.

Además, existe la opción de solicitar más de un microcrédito. “Para pedir el siguiente microcrédito solo tienes que haber devuelto completamente el anterior que pediste, o estar a punto de hacerlo”, explica Cruz.

Solo se aplica sobre el préstamo una ‘tasa de sostenibilidad’ de un 5%, que se ejecuta al momento de la concesión, reduciendo en dicho porcentaje el importe del mismo. El objetivo de dicha tasa es destinarla al sostenimiento del propio fondo para continuar ayudando a más personas. Fondo desde el que ya se han aportado más de 850.000 euros a los emprendedores apoyados por la red.

A contracorriente

La directora ejecutiva de la Escuela de Mentoring cree que el principal valor diferencial de YBS reside en esa “comunidad de entidades muy diversas que se unen para aportar diferentes experiencias y compartir conocimientos y recursos”. De Miguel considera que esto “aporta mucha riqueza porque dentro de la fundación conviven visiones muy distintas”.

Una valoración muy similar a la realizada por la presidenta de la Red GEM España, que recomienda a YBS seguir ampliando esta comunidad. “Cada rincón de España es diferente. No es lo mismo emprender en Madrid capital que en Cantabria. Hace falta estar sobre el territorio para conocer sus peculiaridades. Por eso creo que todavía tienen mucho margen de mejora en YBS. Porque además su programa es totalmente escalable. Solo les hace falta crecer a través de la incorporación de más entidades”, insiste Fernández Laviada.

“Cada rincón de España es diferente. No es lo mismo emprender en Madrid capital que en Cantabria. Hace falta estar sobre el territorio para conocer sus peculiaridades. Por eso creo que todavía tienen mucho margen de mejora en YBS. Porque además su programa es totalmente escalable”. Ana Fernández Laviada, Red GEM España.

Actualmente participan en YBS un total de 13 entidades sociales con presencia en 14 comunidades autónomas. Gestionar una alianza de tamaña dimensión, y abierta, además, a seguir creciendo, es un reto constante. “En esta década de existencia se ha desarrollado una dinámica que ya está muy institucionalizada. A día de hoy, contamos con una red muy sólida de organizaciones que saben relacionarse y alcanzar acuerdos. Esto es algo fácil de contar, pero ha sido nuestra mayor fuente de aprendizaje. La colaboración suena muy bonita, pero exige generosidad, pues cada uno tiene sus propios intereses”, apunta la directora general de YBS.

Simón considera que otro de los grandes desafíos a los que se enfrenta su fundación se deriva de su apuesta por una concepción del autoempleo a contracorriente de los discursos dominantes en el ecosistema emprendedor. “Hay una gran ola de apoyo al emprendimiento tecnológico que a veces se olvida de que el 90% de los negocios de este país no son protagonizados por startups, sino por personas que, por ejemplo, montan un bar, una frutería o un despacho de abogados, o que trabajan de fontaneros o se dan de alta como autónomos para emplearse como repartidor”.

“Es un emprendimiento que no vende tanto en los medios de comunicación. Estas personas suelen ser las grandes olvidadas, y eso que estamos hablando del 90% de las pymes de este país, y que tienen el enorme mérito de procurarse un trabajo para ellas mismas, para así mantener a su familia y generar riqueza en sus entornos”, resalta.

Un mercado laboral complejo y cambiante

“Hace diez años, en España no había organizaciones de apoyo al emprendimiento juvenil con un enfoque social, un emprendimiento juvenil para todas y para todos”, recuerda la directora general de YBS. “Entonces nace esta fundación, producto de una necesidad que teníamos, y que es puesta en marcha desde entidades sin ánimo de lucro y también con el apoyo de la administración pública y de las empresas”. Una década después, Simón califica la experiencia de exitosa, a la luz de los propios datos.

“Aquí hay una solución que está funcionando, como demuestran los más de 4.500 negocios creados, y ahora el reto es ver cómo la escalamos. Nuestro llamamiento va para las empresas y las instituciones públicas que comparten esta preocupación y que quieren apostar por esta solución. Para ello será fundamental seguir tejiendo alianzas”.

Entre las entidades que colaboran con YBS se encuentran varios Ministerios, como son los de Trabajo y Economía Social; Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030; Juventud e Infancia, y, por último, Sanidad; el Fondo Social Europeo de la UE, El Instituto de la Juventud (Injuve) y la Confederación Empresarial Española de Economía Social (CEPES); diversas fundaciones, como las dependientes de Repsol, ICO, Once o Afi; y también existen corporaciones como Teknia, Laboral Kutxa, JP Morgan, U4Impact o LLYC, entre otros.

Simón es consciente de que este potencial crecimiento de YBS no cambiaría un hecho evidente: el mercado laboral cada vez es más complejo y cambiante. Es imposible que el autoempleo tenga todas las respuestas. Es una herramienta más, entre otras muchas que deben contemplarse para afrontar un panorama nada sencillo.

Según sus propias palabras: “Las empresas necesitan atraer y retener talento joven. Pero los jóvenes no encuentran muchas veces lo que buscan en esas empresas en cuanto a propósito, flexibilidad o condiciones laborales. Por eso prefieren en ocasiones autoemplearse en algo que les interese. Lo cual no quiere decir que lo vayan a hacer para siempre. A lo mejor ponen un negocio y están una temporada apostando por ello. Y luego cambian y se ponen a trabajar para alguien. Y más tarde, vuelven a poner otro negocio. El escenario cada vez es más variable”, concluye.

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