Sostenibilidad y medio ambiente en la gestión empresarial

Sostenibilidad y medio ambiente en la gestión empresarial

18 octubre 2006

Con el tórrido calor de Madrid en verano y el aire acondicionado funcionando, es fácil tomar un café y empezar a hablar de medio ambiente.

En esta estación del año, que ya hemos abandonado con alivio, los rigores del clima nos recuerdan más que nunca lo necesario que es gestionar oportunamente el agua y la energía.

Así nos encontramos en torno a una mesa en el tercer desayuno de Revista Haz con dos temas de fondo: el desarrollo sostenible y los retos ambientales de las empresas. Carlos Fernández, director corporativo de medio ambiente, innovación y calidad de Iberdrola; Belén Rubio, jefe de planificación, consolidación y reporting de la Dirección de Medio Ambiente y Seguridad de Repsol YPF; y Luis Otero, director de desarrollo y ecoeficiencia de Hera Holding, empresa dedicada a la gestión de residuos tanto dentro como fuera de España, fueron nuestros invitados en esta ocasión.

De la mano de estos profesionales nos propusimos abordar la visión empresarial del medio ambiente, su realidad diaria y sus esperanzas para el futuro. Esperanzas que se sintetizan en una estrategia: el desarrollo sostenible. ¿Es necesario incorporar los principios del desarrollo sostenible a la empresa? «Somos participantes en la emisión de ciertos elementos contaminantes y comprendemos que están relacionados con el cambio climático por lo que sí es fundamental tomarse en serio el desarrollo sostenible.

Además, es una oportunidad de adelantarse a la solución de los problemas y gestionarlos antes que los demás, lo que te permite una supervivencia a largo plazo», nos comentaba Carlos Fernández respecto a la visión de Iberdrola. En el caso de Repsol YPF también adquiere un valor estratégico.

Según Belén Rubio, «es un elemento básico que debe estar integrado en la estrategia de la compañía. No se trata sólo de una afirmación genérica, de algo desligado del negocio. Precisamente el reto está en cómo integrar los principios del desarrollo sostenible dentro de la propia estrategia operativa de la compañía, en todos los niveles de la organización y en todos los procesos internos».

Hera Holding es una empresa que ha estudiado profundamente sus posibles aportaciones al desarrollo sostenible y de ahí viene una visión propia de este tema. «Hemos hecho una evolución en los últimos años focalizándonos en el desarrollo sostenible, en la gestión de recursos y emisiones como recursos», nos comenta Luis Otero.

«En este sentido hemos hecho un definición de desarrollo sostenible ambiental más práctica: si se suman los logros en desmaterialización y desenergización (llámese también minimización o prevención), renovavilización y valorización, ambientalización, (hacer lo mismo con menos impactos y menos emisiones) y en restauración ambiental, (recuperar algo que se ha acumulado como residuo en el pasado) y el resultado es mayor que el crecimiento producido en un año vamos bien, estamos haciéndolo sosteniblemente».

Sin embargo el desarrollo sostenible no sólo plantea trabajo y dificultades sino también beneficios según Belén Rubio de Repsol YPF.

«Aporta ventajas competitivas. De hecho, está demostrado que las empresas que tienen una estrategia basada en el desarrollo sostenible al final tienen mejores resultados de negocio tanto desde el punto de vista económico como reputacional. Una actuación sostenible proporciona ventajas para poder operar, sobre todo en empresas como la nuestra con una dispersión geográfica enorme. Ya no se trata de una licencia legal para poder operar sino lo que ya se denomina como «licencia social» y esa se consigue a base de hacer las cosas de una forma coherente con los principios del desarrollo sostenible».

Línea de pensamiento con la que coincide Carlos Fernández, «consideramos que hay una posibilidad de diferenciarnos por nuestras estrategias de sostenibilidad, intentando tener el mayor cuidado posible con el medio ambiente, colaborando en el desarrollo de otros lugares y trabajando con las comunidades donde nos situamos. Tenemos una estrategia para afrontar el desarrollo sostenible basada fundamentalmente en escuchar a los grupos de interés que nos rodean y colaborar en la transferencia de tecnologías en todos países a través de los Mecanismos de Desarrollo Limpio».

UN FUTURO DE RETOS AMBIENTALES.

El desarrollo sostenible es la receta para los graves problemas ambientales presentes y futuros que deben afrontar empresas y países. ¿Cuáles son los problemas ambientales más urgentes para las empresas?

«El cambio climático, la protección de la biodiversidad y el desarrollo de productos más limpios son los retos ambientales más importantes. La protección de la biodiversidad va a ser un aspecto de importancia creciente, por tener como el cambio climático, un impacto global. En la fase de exploración y producción de petróleo y gas muchos países y zonas de gran potencial para nuestra compañía, donde se encuentran los recursos naturales, también son reconocidas por tener un alto valor ecológico», nos cuenta Belén Rubio sobre Repsol YPF.

En Iberdrola también tienen claro cuáles son sus retos ambientales futuros.

«En los próximos 50 años está previsto que el consumo de electricidad como fuente de energía primaria se triplique, es decir, la energía eléctrica es la única que se puede producir a partir de fuentes renovables. De manera que si el mundo en el futuro está presionado por reducir las emisiones de CO2 usará más la energía eléctrica como energía final y menos energía de combustibles fósiles. Así la inversión prevista en este sector es de más de 10 billones de dólares de aquí al año 2030», explica Carlos Fernández.

«80 toneladas de residuos, 60.000 litros de agua y de 9000 a 10000 termias por habitante y año, globalmente hablando, son un gran reto que gestionar para todos. Para las empresas el reto es cumplir con las exigencias de los grupos de interés, la Unión Europea, acuerdos globales, legislaciones, programas locales…..

Para atender estas demandas buscamos la integración de soluciones existentes, abordamos medidas nuevas a través de la ecoinnovación o de los Sistemas Integrados de Gestión, empresas de un sector determinado trabajan juntas para mejorar el residuo final, hacerse cargo de él y encontrar el modo de financiarlo. Intentamos que toda esa ecología funcione pareciéndonos más a la naturaleza que lo aprovecha todo.

Las cosas con inteligencia y anticipación se pueden resolver», nos comenta Luis Otero sobre las estrategias de trabajo que está desarrollando Hera Holding.

Por su parte, desde Repsol afrontan los retos ambientales trabajando en investigación de nuevos combustibles y en la eficiencia de los procesos. «Somos líderes en la utilización de bioetanol y ahora la gran apuesta es por el biodiesel, que se utilizará para automoción en mezcla con los gasóleos del petróleo.

Repsol YPF lidera el proyecto CENIT Biodiésel, un programa de I+D orientado a la reducción de costes de producción y al aumento de la disponibilidad de materias primas locales necesarias para la obtención de biocombustibles.

También se ha firmado un acuerdo con Acciona para la construcción y desarrollo en España de plantas de producción de biodiesel que entrarán en funcionamiento de 2007 a 2009 y que podrán producir más de un millón de toneladas anuales», nos detalla Belén sobre Repsol.

Respecto a Iberdrola, Carlos nos comenta las distintas iniciativas puestas en marcha. «Para poder hacer frente a estos retos lo que estamos haciendo es invertir en tecnologías limpias, energías renovables que permitan un exceso de energía para producir otros vectores energéticos, como por ejemplo el hidrógeno, que sustituyan al petróleo y demás. No hay que olvidar la energía nuclear. C

reo que el futuro está un 50% en las energías renovables y un 50% en la energía nuclear limpia, barata que también produce hidrógeno. Además, estamos trabajando en la eficiencia energética propia y en la de los clientes a los que tratamos de asesorar.

Respecto a la propia compañía, tenemos un sistema general ambiental en toda la empresa. Un único sistema de manera que el presidente vela por que los objetivos ambientales sean comunes a toda la compañía».

CAMBIO CLIMÁTICO. Hablar de preocupación por el medio ambiente es hablar de cambio climático. Hoy en día ya no se puede hablar de una cosa sin hablar de la otra. ¿Qué pueden hacer las empresas para ayudar a combatirlo? «Primero, aplaudir la firma del protocolo de Kioto y entenderlo como una oportunidad de ser más ágiles, de mejorar, de anticiparnos a este problema y conseguir tecnologías más eficientes.

Promover un consumo más sostenible y la educación de la sociedad en este sentido. Investigar más y apoyar la investigación de los demás.

En nuestro caso también son muy importantes las redes de suministro, redes que no se estropeen que no tengan pérdidas. El 50% de la inversión será en redes», explica Carlos Fernández.

«Hemos estado avanzando en dos líneas principales de trabajo: por un lado cumplir, con los requisitos de la directiva europea de comercio de emisiones y por otro, la reducción de emisiones y su consecución como proyectos de Mecanismos de Desarrollo Limpio», nos explica Belén Rubio respecto al trabajo sobre cambio climático de Repsol y añade, «Trabajamos en innovación y eficiencia energética. Una línea de investigación y desarrollo por la que apostamos es por la captura y secuestro del CO2. Por último, se ha internalizado el coste del CO2 dentro de las decisiones de la compañía en todos los niveles».

«Lo que hemos hecho es fundar la bolsa española de Kioto en Barcelona como accionistas de esta sociedad.

También estamos trabajando en Mecanismos de Desarrollo Limpio en países latinoamericanos y africanos. Además, desde ERFO, European Recover Fuel Organization, de la que somos miembros, nos estamos planteando si todo el sector de gestión de residuos, emisiones y aguas europeo ha de entrar en Kioto», comenta Luis Otero sobre Hera Holding.

Ante estos retos y dificultades dos herramientas parecen fundamentales: la colaboración empresarial y la integración de instrumentos económicos que valoricen los costes ambientales.

Según Luis «una de las estrategias importantes es que las empresas tengan sus foros para que puedan aportar ideas cuando se desarrolla una ley o un programa y dar así opiniones que hagan las medidas efectivas. Además, de trabajar en colaboración con otras empresas en la búsqueda de soluciones globales».

En esto coincide Carlos, «yo creo que la solución del cambio climático tiene que venir mucho por las tecnologías y eso exige una gran cantidad de innovación y una innovación colaborativa.

Las empresas podemos competir en muchas cosas pero no debiéramos hacerlo en temas graves que afectan a toda la humanidad. Además, que no tiene ningún sentido porque podemos ser más importantes si colaboramos y nuestras investigaciones van apoyadas en la de los demás», opina Carlos Fernández Por otro lado, Carlos, Belén y Luis coinciden en que introducir el coste ambiental impulsará el modelo empresarial a favor del medio ambiente.

«Es importante la internalización de los costes ambientales. Insistimos en todas partes diciendo que no nos gusta el CO2 gratis, ni los subsidios, sino que pongamos coste a las cosas que perjudican y en todo caso demos subvenciones a las cosas que ayudan como las renovables. Somos muy partidarios de la internalización de costes y dar una señal de precios al cliente para que entienda el valor de los recursos que usan», afirma Carlos.

«Poco a poco estos instrumentos, como Kioto, que dan precio a las cosas facilitarán a las empresas llegar a decidir, porque permiten entender los impactos ambientales en números y con ellos es más fácil que ingenieros y economistas tomen decisiones», añade Luis Otero, quien concluye «cuando en el futuro los precios de todas las cosas lleven incorporados sus aspectos ambientales y sociales, el sistema económico ya tomará automáticamente las decisiones correctas».

Como hemos podido ver, los gestores de las empresas que se ocupan de este ámbito tienen gran esperanza acerca de lo que empresas de forma colaborativa pueden llegar a hacer. Lejos de quejarse de costes y legislaciones apuestan por un modelo racional que haga que todas las herramientas posibles impulsen la innovación y la eficiencia de los sectores productivos al máximo. Confianza en la inteligencia humana y deseo de encontrar soluciones. El futuro del medio ambiente es complejo y preocupante.

Sin embargo, los responsables de medio ambiente saben que no merece la pena lamentarse hay que ponerse a trabajar.

Por CE

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