Formación en sostenibilidad, el puente para cerrar la brecha de talento verde

Formación en sostenibilidad, el puente para cerrar la brecha de talento verde

Formarse o quedarse atrás. La demanda de formación en sostenibilidad experimenta un auge en todos los sectores y multiplica la oferta de másteres y cursos en ESG. Analizamos cómo evoluciona esta oferta educativa, quién se está formando, qué barreras existen y por qué esta carrera formativa puede ser clave para cubrir el déficit de talento y acelerar la transición sostenible.
14 noviembre 2025

La sostenibilidad ha dejado de ser un terreno exclusivo de profesionales del medio ambiente: ahora todos los sectores buscan especializarse. Según explican desde Ealde Business School, “el interés por la formación en sostenibilidad se ha disparado un 112% en lo que va de año, con una creciente presencia de perfiles de dirección, finanzas y comunicación”. Este cambio, apuntan, “no solo exige nuevas tecnologías o mejores procesos, sino también profesionales preparados que sepan conjugar criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) con la gestión empresarial tradicional”. La sostenibilidad ha dejado de ser una idea periférica para convertirse en un eje estratégico dentro de las organizaciones.

Tras estas cifras, esta escuela de negocios online especializada en sostenibilidad, y con una oferta de más de 60 programas, apunta que se encuentra “una transición clara a la que estamos asistiendo actualmente: los profesionales que antes no se consideraban vinculados directamente a la sostenibilidad empiezan a entenderla como un eje estratégico de sus departamentos”. Hasta hace pocos años esta formación era campo exclusivo de ingenieros ambientales, biólogos o especialistas en ecología o medio ambiente. Hoy asistimos a un fenómeno nuevo: directores de finanzas, responsables de comunicación, gestores de recursos humanos y otros perfiles que hasta ahora no se relacionaban con el concepto sostenibilidad comienzan a considerarla una competencia indispensable en su formación y en sus departamentos.

“La sostenibilidad no es solo un asunto técnico. Se ha convertido en una palanca de transformación empresarial que afecta a la cuenta de resultados, la reputación y el cumplimiento normativo, lo que explica que este año hayamos duplicado tanto las solicitudes como el número de matrículas, completando todas las convocatorias lanzadas”, añaden desde Ealde Business School.

Este giro se explica porque las empresas ya están empezando a comprender que los riesgos climáticos, la transición energética y la presión de los inversores y reguladores no son externalidades, sino frentes estratégicos a abordar mucho más pronto que tarde. Y ante ello, demandan profesionales capaces de integrar métricas de impacto, huella de carbono, transición energética, economía circular, impacto social y gobernanza en las decisiones de negocio.

La carrera hacia el talento sostenible

Sin embargo, la necesidad de profesionales especializados en sostenibilidad se enmarca en un contexto general de déficit de talento verde. Según datos de la consultora KPMG, el 85% de las empresas españolas reconoce que la demanda de perfiles ESG se ha intensificado, mientras que el 95% anticipa que aumentará en los próximos años. Sin embargo, hasta un 78% admite tener dificultades para incorporar estos profesionales, debido a la escasa adecuación entre la oferta educativa y la realidad empresarial. Y este desajuste comienza a preocupar al sector empresarial.

Estudios de la compañía de recursos humanos Manpower alertan de que el 94% de las compañías no cuentan hoy con las competencias necesarias para alcanzar sus objetivos de sostenibilidad, lo que podría impactar en su rendimiento hasta en un 21%. A esta preocupación se suma la visión de la consultora de selección de personal Hays que constata que un 64% de los profesionales considera insuficiente el compromiso de sus empresas en esta materia, mientras que un 87% tiene en cuenta la estrategia de sostenibilidad como factor decisivo a la hora de elegir empleador.

La necesidad de profesionales especializados en sostenibilidad se enmarca en un contexto de déficit de talento verde. Un 78% de las empresas españolas admite tener dificultad para incorporar estos perfiles.

“Los alumnos que apuestan por formación en materia de sostenibilidad suelen ocupar posiciones de responsabilidad, muchas veces en comités de dirección, o desarrollarse como consultores especializados”, explican desde Ealde Business School, que destaca que, entre los sectores más representados, se encuentra el consumo masivo, la agroindustria y la alimentación (10%), la banca y las finanzas (10%), la consultoría y auditoría (8%), la tecnología (6%), la energía y la industria (6%) y la Administración pública y la educación (5%).

La demanda de formación en materia de sostenibilidad también se refleja en las cifras de organismos internacionales como la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que estima que la transición hacia una economía verde generará más de 24 millones de empleos en todo el mundo de aquí a 2030. En concreto, en España, se prevé que los trabajos vinculados a la sostenibilidad crezcan un 44% entre 2023 y 2026, pese a que la oferta de talento no acompaña: apenas un 16,6% de los profesionales cuenta con habilidades relacionadas con el ‘talento verde’, incluso teniendo en cuenta que estos perfiles tienen un 76% más de probabilidades que el resto de ser contratados.

“La evolución del perfil profesional que busca formarse en sostenibilidad revela un cambio de paradigma: lo que empezó como un área técnica ligada a ingenieros y especialistas ambientales se ha convertido en un desafío transversal que atraviesa la gestión financiera, la comunicación corporativa y la toma de decisiones estratégicas”, explican desde Ealde Business School, que añade que “el futuro de las empresas pasa por integrar la sostenibilidad en el corazón de la estrategia, no como un anexo. Y para eso hacen falta profesionales formados que entiendan el impacto económico, social y reputacional de esta transformación”.

“En un mercado que reclama talento verde y sufre para encontrarlo, la formación especializada se perfila como uno de los principales puentes para cerrar la brecha entre las aspiraciones empresariales y la realidad del talento disponible”, afirman desde esta escuela de negocios.

“El futuro de las empresas pasa por integrar la sostenibilidad en el corazón de la estrategia, no como un anexo, y para ello se necesitan profesionales formados que comprendan su impacto económico, social y reputacional”, Ealde Business School.

Profesionales reorientados ante las nuevas exigencias

La brecha entre oferta y demanda en materia de talento sostenible no es exclusiva de España ni de sectores ‘tradicionales’ de la sostenibilidad. También en Europa se percibe un déficit de competencias verdes, con una oferta educativa que crece más lentamente que la demanda. En España, por ejemplo, solo un porcentaje reducido de profesionales declara contar con “habilidades verdes”, mientras que los empleos vinculados a la sostenibilidad podrían crecer en torno al 38% hasta 2030, generando un déficit de decenas de miles de puestos de trabajo –alrededor de 42.600–, según estimaciones de Randstad Research recogidas en su informe La economía verde y el impacto en el trabajo 2024.

Frente a este panorama, los másteres, cursos especializados, posgrados y programas de tipo híbrido (microcredenciales, formación continua, bootcamps verdes…) están ganando protagonismo como vías para reorientar carreras, recualificar profesionales y satisfacer una demanda que parece cada vez más emergente. Por ejemplo: un responsable financiero ya no analiza solo riesgos de mercado o liquidez, sino también riesgos climáticos, aspectos relacionados con la transición energética o el cumplimiento regulatorio; un director de marketing no solo promueve productos, sino que también debe comprender la trazabilidad, el ecodiseño o la reputación sostenible. Por eso, esta nueva redefinición del rol profesional hace que muchos busquen formación en ESG, cambio climático, economía circular o reportes de sostenibilidad para no quedarse rezagados.

En las empresas medianas y grandes, las estrategias ESG se han descentralizado: es decir, ya no están solo bajo el paraguas del departamento de sostenibilidad o medio ambiente, sino que alcanzan todas y cada una de las líneas de negocio de las compañías, y, por tanto, se exigen interlocutores formados en sostenibilidad. A esto se suma que las normativas europeas, las exigencias de reporte ESG o la presión de los inversores están haciendo que cada departamento se vea obligado a incorporar empleados con conocimientos ambientales y sociales en su operativa. Por eso y ante este contexto, muchos profesionales tradicionales ven en estos estudios una forma de actualizarse e integrarse en esta nueva estructura empresarial y las empresas, por su parte, –y ante la dificultad de contratar externamente–, optan por desarrollar internamente el talento sostenible a través de programas de capacitación continua.


NOTICIAS RELACIONADAS
Educar hoy, dirigir mañana: ¿cómo serán los líderes empresariales del futuro?
El 80% de empresas apuesta por el desarrollo de habilidades contra la escasez de talento


Demanda y formación avanzan a distintos ritmos

Según explica a Revista Haz Sergi Simón, Coordinador de los Programas de Máster en Sostenibilidad y Gestión de Riesgos de Ealde Business School, “el desajuste entre la oferta educativa y las necesidades empresariales se debe, en gran medida, a la velocidad con la que está evolucionando la sostenibilidad dentro del tejido empresarial. Las compañías están transformando muy rápidamente sus modelos de negocio para adaptarse a las nuevas exigencias regulatorias y sociales, pero el sistema formativo no siempre avanza al mismo ritmo”.

A su juicio, “aún existe una brecha entre la formación académica y la aplicación práctica de los conocimientos en entornos corporativos, ya que muchos programas mantienen un enfoque excesivamente técnico o teórico, mientras que las empresas lo que buscan son profesionales con visión estratégica, capaces de vincular la sostenibilidad con la rentabilidad, la gestión de riesgos y el cumplimiento normativo”. “Creo que este desajuste también responde a la falta de perfiles híbridos, con una base sólida en sostenibilidad, pero también en gestión empresarial, finanzas o comunicación. Esa combinación de competencias es la que el mercado está empezando a valorar cada vez más”, añade Simón.

“El desajuste entre la oferta formativa y las necesidades empresariales se debe a la falta de perfiles híbridos: con base sólida en sostenibilidad y también en gestión, finanzas o comunicación, una combinación de competencias que cada vez más se valora más”, Sergi Simón.

Ante esto, el perfil del alumnado cambia, según Simón: “estamos observando un cambio muy claro en el perfil del alumno. Aunque los ingenieros, especialmente los ambientales y civiles, siguen siendo mayoría (41%), cada vez es más habitual encontrar directivos de finanzas, responsables de comunicación, consultores o perfiles de administración y dirección de empresas, que ya representan un 17,7% del total en nuestra Escuela”.

“Este cambio refleja una evolución profunda: los nuevos alumnos buscan entender cómo integrar los criterios ESG en la estrategia corporativa, en la toma de decisiones o en el reporte financiero”, apunta este experto, que remarca que “muchos de ellos ocupan posiciones de alta responsabilidad o de gerencia, y cursan el máster para liderar la transición sostenible de sus compañías, mejorar su empleabilidad o prepararse para las nuevas exigencias regulatorias”. “También observamos un incremento notable en los profesionales que provienen de la consultoría, donde la demanda de expertos en sostenibilidad está creciendo de forma acelerada”, agrega.

Las áreas de mayor crecimiento dentro de esta escuela de negocios son las vinculadas a la estrategia corporativa sostenible, finanzas sostenibles, taxonomía verde y reporting ESG, así como la gestión de riesgos ambientales y la economía circular. Y es que, explica Simón, “de cara a los próximos años, las competencias más valoradas serán aquellas que permitan vincular la sostenibilidad con el modelo de negocio: comprensión de los marcos regulatorios europeos, habilidades de medición del impacto social y medioambiental, y capacidad de liderazgo para impulsar la transformación interna”. En su opinión, las empresas demandan cada vez más profesionales que traduzcan la sostenibilidad en decisiones concretas, ya sea en la planificación financiera, la cadena de suministro o la comunicación corporativa, y esa transversalidad “marcará el futuro de la formación”, afirma convencido.

Pero, ¿qué metodologías formativas se están impulsando para responder a este auge de la sostenibilidad y adaptarse al ritmo del mercado laboral? Desde Ealde Business School apuestan por modelos formativos flexibles y aplicados, que combinan clases online en directo con contenidos prácticos y estudios de casos reales. Sus programas incorporan metodologías activas, simulaciones y trabajo colaborativo, con el objetivo de que los alumnos puedan aplicar los conocimientos a su entorno laboral desde el primer día. También fomentan alianzas con empresas y expertos en sostenibilidad para actualizar los contenidos de forma constante y adaptar la formación al ritmo del mercado. La clave, defienden, es la formación continua y el desarrollo de microcompetencias que permitan al profesional mantenerse actualizado en un entorno en constante cambio.

La clave es la formación continua y el desarrollo de microcompetencias que permitan al profesional mantenerse actualizado en un entorno en constante cambio.

Más éxito laboral frente a un claro déficit de talento

En esta línea, LinkedIn revela en su estudio Global Green Skills Report 2024 una realidad alentadora para el futuro verde: los trabajadores españoles con formación en sostenibilidad tienen una tasa de contratación un 76% superior al resto de la fuerza laboral. Esta cifra, que se sitúa en cerca del 55% a nivel global, coloca a España a la cabeza en la transición hacia un modelo más sostenible.

Sin embargo, este mismo estudio alerta de que aún queda un largo camino por recorrer: solo el 16% de los profesionales en el país posee actualmente alguna habilidad verde, lo que deja claramente al descubierto una brecha importante en el talento necesario para afrontar la crisis climática y avanzar hacia objetivos de sostenibilidad. Estas cifras resultan aún más preocupantes si tenemos en cuenta que la oferta de talento verde global ha crecido tan solo un 5,6% entre 2023 y 2024, mientras que la demanda ha aumentado casi el doble, acercándose al 12%.

”Nos encontramos ante una realidad en nuestro país que subraya la urgencia de contar con talento especializado en sostenibilidad, porque si no actuamos con rapidez, corremos el riesgo de que en 2030 casi uno de cada cinco puestos de trabajo que requieren habilidades verdes a nivel global se queden sin cubrir y de que esta cifra sea de uno de cada dos en 2050”, señala Rosario Sierra, directora de Negocio Corporativo de LinkedIn España y Portugal, que añade que la formación en sostenibilidad “no puede seguir siendo una asignatura pendiente: necesitamos una fuerza laboral capacitada para liderar el cambio y hacer frente a los desafíos de hoy y del futuro”. Para ello, “es necesaria la inversión y colaboración de gobiernos, empresas y del ecosistema educativo a todos los niveles: solo así lograremos un progreso real”, concluye.

“La formación en sostenibilidad no puede seguir siendo una asignatura pendiente. Es necesaria la inversión y colaboración de gobiernos, empresas y ecosistema educativo”. Rosario Sierra (LinkedIn).

Los datos de LinkedIn destacan que uno de cada cuatro empleos en sectores clave de la economía española, como hidrocarburos y minería, agropecuario y forestal o construcción, están ocupados por profesionales que tienen competencias verdes. Una tendencia similar observada también a nivel global, donde los servicios públicos (23%), la construcción (20%) y la manufactura (13%) lideran la demanda de talento verde. Además, el sector de la tecnología, la información y los medios de comunicación ha experimentado el mayor aumento en este sentido, con un 60% más de demanda de talento verde entre 2023 y 2024.

Según cifras de este análisis, entre los títulos profesionales en sostenibilidad que más están creciendo en España se encuentra el de Especialista en Sostenibilidad, con un crecimiento interanual superior al 10%, seguido por el de Ingeniero de Salud, Seguridad y Medio Ambiente, que ha aumentado un 8,68%, unos perfiles que resultan fundamentales para la transición hacia modelos empresariales más sostenibles al abordar áreas que van desde la gestión de residuos hasta la seguridad ambiental.

Sin embargo, el informe de LinkedIn confirma que existe una brecha importante en el acceso a habilidades verdes, que se acentúa en el caso de los jóvenes y las mujeres, que tienen menos probabilidades de contar con estas competencias en comparación con los hombres: actualmente, solo una de cada diez mujeres a nivel global posee estas habilidades, frente a casi uno de cada cinco hombres. Además, y aunque la llamada ‘generación Z’ está mostrando un gran interés por las carreras verdes –un 61% de ellos señala que quiere trabajar en este tipo de empleos en los próximos cinco años–, si seguimos al ritmo de capacitación actual, solo una de cada diez jóvenes tendrá las habilidades necesarias para acceder a estos puestos.

Estos datos demuestran con claridad que la demanda formativa en sostenibilidad no es una tendencia pasajera, sino una exigencia del mercado. Y todo indica que la exigencia de formación seguirá creciendo a gran ritmo.

En opinión de los expertos los sectores que más impulsarán esta tendencia, por este orden, serán la banca y las finanzas, debido al peso del reporte no financiero y la taxonomía verde; la energía y la industria, por la transformación de procesos productivos; y el consumo masivo, y la agroindustria, que deben responder a un consumidor cada vez más consciente y exigente. “También veremos una expansión notable del sector de la consultoría, llamado a acompañar a las empresas en la integración real de los criterios ESG”, concluye Sergi Simón. La demanda parece clara. Quizá ha llegado el momento de darle respuesta.

Comentarios

Powered by Sindyk Content
Arriba