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El 70% de los jóvenes Z prioriza la estabilidad laboral y horaria al elegir un empleo
La Generación Z (nacida entre 1996 y 2012) constituirá un tercio de la población activa a nivel global en 2030 y su incorporación al mercado laboral plantea nuevos retos para las empresas, obligándolas a redefinir las prioridades, expectativas y dinámicas que parecían inamovibles.
El 86% de los jóvenes menores de 30 años busca empleos que estén alineados con sus valores. Pero hay más: a pesar de la extendida creencia, siete de cada diez personas de este colectivo mencionan que la estabilidad de horarios y la estabilidad laboral son factores “muy importantes“ al evaluar oportunidades de empleo, según refleja un informe de Manpower Group.
Para esta multinacional especializada en el sector de los recursos humanos, la narrativa del talento joven idealista se ha transformado en una demanda mucho más compleja: la de construir un futuro real y tangible que conviva con ese propósito: hoy, el propósito sin estabilidad no basta, destaca el estudio.
El informe subraya que, además de la estabilidad laboral y horaria, la generación Z prioriza el salario al evaluar una oferta.
El salario vuelve al centro
“El relato del trabajador nómada, multitasking y libre se ha desgastado. Para muchos, la promesa de flexibilidad ha acabado siendo sinónimo de inestabilidad emocional y precariedad estructural. Trabajar desde una cafetería puede parecer cool, pero no compensa si no sabes si llegarás a fin de mes. El propósito sin garantías no llena la nevera. Y la flexibilidad sin estructura no calma la ansiedad“, resume el estudio.
Sin embargo, el informe de ManpowerGroup revela una paradoja interesante y es que el 47% de los jóvenes se plantea dejar su empleo en los próximos seis meses, a pesar de ser los que menos confían en encontrar un trabajo nuevo que cumpla con sus expectativas.
Según una encuesta realizada por Deloitte en 2024 sobre la generación Z y los millennials el 56% de los más jóvenes vive al día, cinco puntos más que el año pasado. Esta situación está transformando las prioridades: el salario ya no es un tabú, es una necesidad explícita. Pero no se trata solo de números. Lo que demandan es un enfoque integral de bienestar económico, subraya el estudio.
Estrés estructural , el otro gran enemigo silencioso
Pero el malestar no es solo económico. Es emocional. El estudio revela que el 52% de los ‘zeta’ sufre grandes niveles de estrés laboral a diario, frente al 33% de los baby boomers. . Como consecuencia, hay una desconexión con las empresas y un nivel de compromiso que ha disminuido, según Gallup, del 40% al 35% desde 2020.
Además, el 43% considera que sus líderes no están a la altura emocional necesaria. Porque la Generación Z no solo espera resultados, sino conexión, empatía y espacios donde expresar el malestar no sea un tabú, recoge el estudio.
¿Qué empresas marcarán la diferencia?
Para Manpower Group, aquellas que entiendan que cuidar del talento joven no es una moda, es una urgencia estratégica y se atrevan a mirar más allá del branding y construir relaciones laborales más honestas, sostenibles y humanas.
Para ello, las organizaciones están reaccionando y están estableciendo estrategias que las ayuden a atraer y fidelizar el talento Z como la mejora de herramientas tecnológicas (78%), bienestar laboral (75%), transparencia en el desarrollo profesional (74%), propósito y valores (74%) y mejoras en la compensación (74%).
No obstante, según detalla el informe de ManpowerGroup, el 40% de los directivos considera que los recién graduados no están preparados para el mundo laboral, destacando su falta de preparación, una ética laboral deficiente o carencias en sus habilidades de comunicación.