La UE impulsa la inclusión con la entrada en vigor de la Ley de Accesibilidad

Esta ley representa un avance importante para eliminar barreras y promover la inclusión, permitiendo que las personas con discapacidad participen plenamente en la sociedad, según destacan desde la Comisión Europea.

Entre sus objetivos está facilitar el acceso a la tecnología en el entorno laboral y garantizar que los equipos informáticos y otros dispositivos sean utilizables por todos. Además, la ley busca armonizar los estándares de accesibilidad en toda la UE, lo que facilitará la movilidad y la igualdad de oportunidades.

La normativa establece criterios comunes de accesibilidad para productos y servicios, como el uso de letras de tamaño adecuado o la incorporación de funciones de texto a voz en terminales de autoservicio, lectores electrónicos y teléfonos inteligentes. Esto simplificará el cumplimiento para las empresas, que hasta ahora debían adaptarse a normativas diferentes en cada país. La Comisión Europea está colaborando con los Estados miembros mediante reuniones periódicas para resolver dudas y adaptar la aplicación de la ley a las necesidades específicas de cada país.

Según Hadja Lahbib, comisaria de Igualdad, Preparación y Gestión de Crisis, la accesibilidad es fundamental para la participación social y representa un avance en igualdad, justicia, crecimiento e innovación. Lahbib destaca que la entrada en vigor de esta ley es un logro importante, pero subraya la importancia de su correcta aplicación para lograr un cambio real y duradero en la vida de las personas con discapacidad en toda la Unión Europea.

Las empresas encaran un nuevo desafío con la entrada en vigor de la nueva Ley de Accesibilidad ya que establece exigencias claras en usabilidad, navegación, contraste visual y compatibilidad con tecnologías de asistencia, y supone un cambio decisivo en el diseño digital tanto del sector público como privado, según destaca la empresa española especializada en tecnología inclusiva Bleta.

“Este nuevo marco normativo confirma un cambio de paradigma en el diseño digital: menos exclusión y más productos para todos. El buen diseño no solo se ve. Se siente. Y cuando está bien hecho, hace que las personas también se sientan bien”, añade García.