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Sostenibilidad en casa: cómo limpiarla y protegerla de sustancias tóxicas y plásticos
Como explican desde la web de la campaña Hogar Sin Tóxicos, “limpiando nuestro entorno de una serie de cosas (como microbios o grasa, por ejemplo) podemos estar ensuciándolo con otras, como son las sustancias tóxicas”.
Y es que muchos de los productos y artículos presentes en los hogares contienen y liberan sustancias tóxicas que pueden dañar nuestra salud.
Desde este portal, que ofrece información y consejos útiles para reducir la presencia de tóxicos en nuestros domicilios, también nos recuerdan que “las intoxicaciones con productos de limpieza son una de las principales causas de accidentes en el hogar que acaban en las urgencias. Y las etiquetas de muchos de estos productos advierten de algunos de estos riesgos más evidentes”.
Pero dichas etiquetas no alertan de otras potenciales amenazas. Como, por ejemplo, del posible incremento del riesgo de padecer asma, así como otros problemas respiratorios. Desde la campaña también se enumera otros graves efectos adversos que numerosos estudios científicos han asociado, con mayor o menor grado de evidencia, con sustancias que pueden estar presentes en estos productos. Efectos que pueden ser “cancerígenos, irritantes, neurotóxicos, alergénicos, sensibilizantes, de alteración hormonal, de generación de anomalías congénitas”, etc.
Cualquier persona que reciba esta información puede sentirse, de primeras, impactada e indignada. “Pero lo más aconsejable es ver en positivo qué podemos hacer para mejorar la situación”, apunta el propio coordinador de Hogar Sin Tóxicos, Carlos de Prada, reconocido periodista ambiental que lleva décadas denunciando el problema de la contaminación provocada por las sustancias tóxicas de origen artificial.
“Lejías, detergentes, friegasuelos, desatascadores, quitagrasas, limpiacristales, geles WC… ¿Para qué estamos llenando nuestra casa de todo tipo de productos de limpieza diferentes y, en ocasiones, superfluos?”, se pregunta el periodista, que recomienda acortar esta lista todo lo posible. Consiguiendo, de paso, un interesante ahorro en términos económicos.
“Hay soluciones que, directamente, no nos suponen ningún coste. Por ejemplo, si ventilamos nuestra casa con regularidad, conseguimos reducir la presencia de compuestos orgánicos volátiles, un tipo de tóxico que se concentra, sobre todo, en espacios cerrados”. De Prada también recuerda que nuestras abuelas limpiaban, en tiempos no tan lejanos, “con jabón natural, vinagre, bicarbonato y limón, básicamente”.
En el portal de la campaña que coordina este periodista ambiental se dan interesantes ejemplos de soluciones caseras para la limpieza del hogar que resultan efectivas y que, además, están al alcance de todos los bolsillos.
Al margen de estos trucos de toda la vida, “hay productos de limpieza ecológicos, de venta en ecotiendas, que no contienen una serie de sustancias preocupantes”, recomienda de Prada de forma genérica.
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Pioneros
Entre dichas marcas de productos de limpieza sostenible para el hogar y para la ropa que ofrece actualmente el mercado se encuentra Jabones Beltrán, una de las compañías que inició el camino hace más de cien años.
“Jabones Beltrán nació en 1921 en Xert, un pequeño pueblo al norte de Castellón, aunque antiguos diarios muestran que ya en 1908, la primera generación de jaboneros de la familia comenzó a experimentar con la fabricación del jabón”, rememora Sara Climent, responsable de Producto.
Más de un siglo después, la actual fábrica de la compañía, ubicada en Almanzora cuenta con más de 7.000 metros cuadrados dedicados a la producción de jabones, detergentes y otros productos para la limpieza de ropa y hogar. Todo ello “manteniendo siempre nuestra esencia artesanal” de los primeros tiempos, asegura Climent. De hecho, Jabones Beltrán sigue produciendo mediante saponificación en frío, el método ancestral de elaboración de jabones naturales que consiste en la mezcla de aceite, sosa y agua.
Otro hito en la historia de Jabones Beltrán fue el lanzamiento, en el año 2011, de BioBel, marca que les convirtió por aquel entonces en la primera empresa española en fabricar jabones y detergentes certificados por el sello ecológico Ecocert. Otorgado por la entidad certificadora independiente del mismo nombre, Ecocert respalda que el sistema de producción es ecológico, que se utilizan ingredientes naturales y que se realiza una gestión responsable de los recursos.
Jabones Beltrán fue la primera en fabricar productos de limpieza certificados con el sello Ecocert, que certifica una producción ecológica, con ingredientes naturales y una gestión responsable de los recursos.
Menos plástico y un mayor ahorro de agua
“Todo empezó en la pandemia, cuando tomé conciencia de la cantidad de plástico que generamos. Lo que me daba más miedo y vergüenza ajena era el lineal de productos de limpieza del supermercado, que estaba todo lleno de plásticos”, lamenta Ferrán Aznar, cofundador y CEO de Washaby, marca de detergente ecológico para ropa.
Al cofundador de Washaby no le falta, precisamente, experiencia a la hora de emprender. Aznar formó parte, de hecho, del equipo que puso en marcha el conocido portal de empleo Infojobs, junto a su amigo y creador de la plataforma, Nacho González. Ahora Aznar ha llevado su pasión por los proyectos disruptivos a un sector en el que no resulta nada sencillo abrirse camino.
“El 99% de los consumidores compra los detergentes en el supermercado, lo cual supone una importante barrera de entrada”, advierte el CEO de Washaby, cuyos productos se comercializan únicamente por el canal online, aunque no descarta llegar a las tiendas y supermercados eco en el futuro.
Este detergente aboga por una fórmula concentrada para reducir plásticos y ahorrar agua. Según cálculos de la compañía, los detergentes líquidos en formato de garrafa contienen alrededor de un 75% de agua en su composición. Derroche que se evita en el caso de un detergente concentrado, debido a que no se diluye. Por otro lado, las garrafas suelen estar fabricadas exclusivamente en plástico. Además, son recipientes que no permiten calcular bien la dosis empleada, favoreciendo así la sobredosificación.
El detergente de Washaby se ofrece, en cambio, en formato de cápsulas monodosis. Cápsulas que contienen un jabón libre de tóxicos, biodegradable y basado en ingredientes de origen vegetal, que se disuelve directamente en el tambor de la lavadora durante su uso sin dejar ningún residuo en el ambiente.
Una propuesta similar en su propósito la ofrece el detergente de Natulim. En este caso, se trata de un formato muy novedoso en pequeñas tiras que se asemejan a pequeñas hojas de papel. Formato que “no solo optimiza el transporte y almacenamiento, sino que también reduce la huella ambiental de cada lavado”, recalca David Weiss, CEO y cofundador de la marca.
Esto es así porque dicha forma en pequeñas tiras reduce de manera muy notoria tanto el peso como el espacio que ocupa el producto. Además, como sucede con Washaby, Natulim apuesta por una alta concentración, cercana al 100%, para “eliminar toda el agua innecesaria”, señala Weiss.
Washaby fabrica productos de limpieza libres de tóxicos, biodegradables y basado en ingredientes de origen vegetal. Foto: Washaby.
Natulim ha creado un detergente en tiras que reduce la huella ambiental de cada lavado. Foto: Natulim.
Otro punto en común es que ambas marcas apuestan por envases de cartón y libres de plásticos. En el caso de Natulim, la compañía incluso se ha propuesto metas de reducción de plástico anuales. “En 2022, logramos evitar la producción de más de 10.000 kilos de plástico. Un año después, nos propusimos un reto cinco veces mayor y alcanzamos más de 50.000 kilos. Y en este 2024, nuestro objetivo era reducir 80.000 kilogramos de plástico, y nos emociona compartir que lo hemos superado con creces”, presume el CEO de Natulim.
Enzimas y biotecnología
Las enzimas, que son un tipo de proteínas capaces de producir cambios químicos, son la base de WeTKare. Detrás de esta marca de productos de limpieza para el hogar se encuentra el joven emprendedor Javier Otero, que así lo explica: “Estas enzimas cumplen un papel fundamental durante el proceso de digestión de los alimentos, ayudando a su descomposición. Algo similar ocurre aquí con el proceso de limpieza. Lo que hacen nuestras enzimas, de origen vegetal y potenciadas con biotecnología, es descomponer las moléculas de suciedad y de olor, convirtiéndolas en oxígeno y agua, sustancias que son totalmente inocuas”.
En este caso, WeTKare sí emplea la botella de plástico como envase, si bien es cierto que su fórmula superconcentrada, similar en su planteamiento a las marcas anteriores citadas, reduce en gran medida las necesidades de producción de botellas. “Una botella de nuestro producto multisuperficie y superconcentrado equivale al uso de entre 50 a 100 botellas de productos de limpieza convencionales, lo cual supone un año entero de productos de limpieza en muchos hogares”, asegura Otero.
En el caso del otro producto de la marca, el limpiasuelos, los 250 mililitros que contiene la botella equivalen a 250 cubos de agua para el fregado. Lo que puede cubrir las necesidades de la mayor parte de los hogares durante un periodo de tiempo superior a un año.