Deporte y trabajo: un tándem beneficioso para empleados y empresa

La razón quizá sea que, de manera similar a lo que ocurre durante enero, nos gusta marcarnos nuevas metas personales tras el verano. O, simplemente, porque la actividad física nos ayuda a sobrellevar el fin del descanso estival. Lo que está claro es que el deporte es una fuente de motivación y energía adicionales en una época en la que hace mucha falta.

“El ejercicio físico funciona como un nootrópico —sustancias que elevan ciertas funciones mentales— ayudando a que pensemos y actuemos de forma más clara, obteniendo así una mejor toma de decisiones en el día a día. También contribuye a que afrontemos la jornada laboral con más energía y más determinación, y a que mantengamos los niveles de energía altos durante más tiempo”, explica Santa Santamera, entrenador personal y CEO de Luxury Moments and Events España.

Beneficios producidos por la actividad física de los que disfrutan no solo los trabajadores, también sus propias empresas. “Está demostrado que el deporte ayuda a reducir el estrés y la ansiedad, favorece la conciliación del sueño y aumenta la creatividad y productividad. En este sentido, un estudio de la Universitat Oberta de Catalunya estima que las personas que hacen deporte son 3,5 veces más innovadoras y creativas”, destaca el entrenador personal.

Santamera también cita como argumento el estudio Retos, elaborado por Pluxee, compañía dedicada a los servicios de engagement y beneficios sociales para empleados. Según el mismo, “el 60% de las organizaciones considera la conciliación, el bienestar físico y emocional de los empleados como el reto más importante sobre el que empezar a trabajar en los departamentos de recursos humanos” .

Nuevas tendencias empresariales

Entre las compañías que han recogido este guante, se encuentra L’Oréal. La firma de belleza y cosmética lleva más de una década desarrollando su programa global de bienestar Share&Care. “Este programa se construye sobre los pilares: protección (salud financiera), health (salud física y emocional), balance (relación de balance entre la vida profesional y personal) y workplace (convivencia con nuestros espacios de trabajo)”, detalla Óscar Ruibal, Benefits manager de L’Oréal España.

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La compañía estrenó el pasado año nueva sede en Madrid, en la calle Alcalá. Unas oficinas de última generación diseñadas y construidas bajo estrictos criterios medioambientales, tecnológicos y de bienestar. Alineándose así, en este último punto, con el programa global señalado y también con su filosofía Go Well, que aglutina todas las iniciativas relacionadas precisamente con el bienestar y la salud de los empleados.

“El gimnasio, de la mano del resto de las iniciativas orientadas al bienestar de los colaboradores, como el soporte profesional de un health coach, la comida saludable en los distintos comedores, el sistema de ayuda psicológica Employee Assitant Program (EAP) o la colaboración con empresas como Gympass, crean un ecosistema para que los colaboradores puedan cuidar de su salud en cualquiera de sus ángulos”, resalta Ruibal.

“Además, disponer de un gimnasio con la última tecnología en maquinaria y variedad de sesiones colectivas, todo ello con un horario flexible que permite el uso de las instalaciones tanto por la mañana, al mediodía y a media tarde, ofrece al empleado la oportunidad de dedicarle tiempo a su salud de una manera ágil y flexible”, añade el responsable de L’Oréal.

Algo más que un lugar para trabajar

La cadena de centros de coworking Monday también es un ejemplo de alineación con estas nuevas tendencias empresariales. Además de ofrecer puestos de trabajo flexible para empresas y autónomos en Barcelona, Madrid, Málaga y Andorra, lugares en los que cuenta con diez oficinas activas —a las que se unirán próximamente dos más que están a punto de abrir sus puertas— Monday también dispone de cantina y gimnasio, entre otras posibilidades. “Los servicios que ofrece Monday van más allá de simples espacios de trabajo. Para nosotros, es básico facilitar un equilibrio entre la vida laboral y personal en todos nuestros espacios y alternar trabajo con una oferta de ocio diferencial, como puede ser el gimnasio”, destaca Martina Daviu, head of Experience and People de Monday

Los gimnasios de Monday están equipados con vestuarios y duchas y, en ellos, los usuarios pueden entrenar por libre y seguir sus propias rutinas deportivas, o bien apuntarse a un extenso calendario de clases dirigidas, en grupo o junto a un entrenador profesional. “Ofrecemos clases de entrenamiento funcional, boxeo, yoga… incluso realizamos sesiones de running al aire libre. Tanto el gimnasio como el programa deportivo están incluidos en la tarifa del coworking”, detalla Daviu.

De hecho, se podría decir que el gimnasio es parte esencial de la experiencia que supone compartir un espacio con otras empresas, tal y como lo entiende la cadena. “Es un espacio más de networking en Monday. En las clases, muchos coworkers tienen la oportunidad de conectar de manera más natural, puesto que comparten una actividad común que favorece la interacción entre ellos”.

“Además, desde el punto de vista de recruitment (selección y contratación de personal) de las empresas, contar con un gimnasio en la oficina, y con clases dirigidases un beneficio que puede atraer nuevos talentos. La posibilidad de ofrecer este espacio a tu equipo potencial puede ser un punto a favor a la hora de captar candidatos”, apunta Daviu.

Más productividad y menos absentismo

“Los entornos de trabajo seguros y sanos no solo son un derecho fundamental, sino que también tienen más probabilidades de minimizar la tensión y los conflictos en ese ámbito y mejorar la fidelización del personal, así como el rendimiento y la productividad laborales”, afirma la OMS.

Multitud de estudios confirman esta relación entre el bienestar físico y emocional y la productividad. Según los datos de Savia, la plataforma de salud digital de Mapfre, las empresas que invierten en el bienestar de sus empleados consiguen un aumento de su productividad de un 31%, además de ver reducido el estrés laboral en un 23%. Además, un 93% de los trabajadores consideran que el bienestar tiene la misma importancia que su salario.

Se podría decir que estamos ante un círculo virtuoso: cuanto mayor sea el compromiso de las compañías con la salud física y emocional de sus plantillas, más productivas serán. Principio que también opera en el sentido contrario. Así lo asegura también la OMS, que advierte de que la falta de estructuras efectivas y de apoyo en el trabajo, especialmente en cuestiones de salud mental, “puede afectar a la capacidad de las personas para ser eficaces y disfrutar con su trabajo, menoscabar la asistencia de las personas al trabajo e incluso impedir que, para empezar, obtengan un trabajo”.

El absentismo se encuentra, por tanto, entre los principales riesgos que cita la agencia de las Naciones Unidas en relación con las empresas que no cuidan de sus trabajadores. Un problema cuya solución pasa por velar por la salud mental y también por promover el ejercicio físico.

Sobre este último punto podemos encontrar, incluso, investigaciones científicas que lo corroboran, como el estudio  La actividad física como herramienta para reducir el absentismo laboral debido a enfermedad en trabajadores sedentarios: Una revisión sistemática, publicado en la Revista Española de Salud Pública, que depende del Ministerio de Sanidad. Esta revisión de diversos ensayos clínicos y estudios observacionales concluye que la actividad física es una medida efectiva para reducir el absentismo laboral. Otro dato interesante es que se observan mayores probabilidades de ausentarse del trabajo en trabajadores sedentarios que en los físicamente activos.