El nuevo Reglamento de ecodiseño: un paso más hacia la sostenibilidad en la UE

El nuevo Reglamento de ecodiseño: un paso más hacia la sostenibilidad en la UE

Recientemente, la Unión Europea ha puesto en marcha el Reglamento sobre el diseño ecológico de productos sostenibles (ESPR), reemplazando la anterior directiva. Esta nueva normativa introduce criterios más rigurosos y se aplica a una gama más amplia de productos, con el objetivo de establecer los productos sostenibles como la norma en el mercado europeo.

La Directiva 2009/125/CE, también conocida como la Directiva de ecodiseño, estableció un marco normativo para mejorar el rendimiento ambiental de los productos que utilizan energía. Desde su implementación, la directiva ha generado importantes beneficios tanto económicos como medioambientales. En 2021, se estima que esta norma ahorró a los consumidores europeos unos 120.000 millones de euros en energía y redujo el consumo anual de energía de los productos cubiertos en un 10%.

Los logros de la directiva destacan la eficacia de los marcos regulatorios para impulsar mejoras en la eficiencia energética y reducir el impacto ambiental de los productos. Sin embargo, la necesidad de abordar otros aspectos de sostenibilidad y expandir el enfoque más allá de los productos relacionados con la energía se volvió evidente con el tiempo.

El nuevo ESPR responde a esta necesidad emergente, ampliando el alcance de la regulación para incluir una gama más diversa de productos y establecer requisitos más estrictos en cuanto a sostenibilidad. Esta nueva normativa está alineada con el Pacto Verde Europeo y el Plan de Acción para la Economía Circular (CEAP), reforzando el compromiso de la UE con una economía más sostenible y circular.

Aumentan los requisitos de sostenibilidad y diseño ecológico

El ESPR, que entró en vigor el 18 de julio de 2024, deberá ser cumplido por fabricantes, distribuidores, plataformas de comercio en línea, entidades de contratación pública, importadores y gestores de residuos. Amplía significativamente el alcance de los productos sujetos a regulación, y ahora se incluyen una amplia variedad con el objetivo de mejorar su rendimiento ambiental en múltiples aspectos.

Entre los nuevos requisitos de sostenibilidad y diseño ecológico se destacan:

  • Durabilidad y rendimiento: los productos deben diseñarse para tener una vida útil más prolongada, incluyendo criterios de durabilidad y fiabilidad. De esta manera, han de mantener su funcionalidad y rendimiento durante un período más largo, reduciendo la necesidad de reemplazos frecuentes.
  • Huella de carbono y contenido reciclado: se introducirán requisitos específicos para reducir la huella de carbono de los productos y aumentar el contenido de materiales reciclados. Esta medida contribuirá a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero y a promover el uso de recursos reciclados, reduciendo la dependencia de materiales vírgenes.
  • Reparabilidad y reutilización: los productos deben ser diseñados para facilitar su reparación y reutilización, lo que incluye la disponibilidad de piezas de repuesto, manuales de reparación y un diseño modular que permita la sustitución fácil de componentes dañados.
  • Eficiencia en el uso de recursos y agua: se establecerán criterios para mejorar la eficiencia en el uso de recursos y agua durante el ciclo de vida del producto. Así, se reducirá el consumo de materiales y recursos hídricos, promoviendo prácticas más sostenibles.
  • Generación y gestión de residuos: Los productos deben diseñarse para minimizar la generación de residuos y facilitar su reciclaje y recuperación al final de su vida útil, incluyendo la posibilidad de desmontaje y la eliminación segura de sustancias peligrosas.

El nuevo Reglamento de ecodiseño incluye una gama más diversa de productos y establece requisitos más estrictos en cuanto a sostenibilidad.

El pasaporte digital, una herramienta de transparencia

Uno de los elementos más innovadores del ESPR es la introducción del Pasaporte Digital de Producto (DPP). Este pasaporte digital proporciona una plataforma centralizada y accesible para recopilar y consultar información detallada sobre cada producto.

A través de códigos QR o códigos de barras, el DPP ofrece a consumidores y autoridades aduaneras acceso inmediato a datos clave sobre sostenibilidad, circularidad y cumplimiento normativo del producto.

El DPP incluye una variedad de información, como la huella ambiental del producto, su durabilidad, reparabilidad, contenido de materiales reciclados y eficiencia en el uso de recursos. Esta herramienta no solo aumenta la transparencia para los consumidores, permitiéndoles tomar decisiones de compra más informadas, sino que también facilita a las autoridades de vigilancia del mercado y aduanas la realización de comprobaciones automáticas para asegurar el cumplimiento de los requisitos ecológicos.

Además, mejora la gestión del ciclo de vida del producto al permitir una trazabilidad más eficiente y promover prácticas de reciclaje y reutilización.

El ESPR también establece un marco que permite a las empresas adoptar medidas de autorregulación siempre que estas demuestren ser más eficaces y menos costosas para alcanzar los objetivos de sostenibilidad.

Estas medidas de autorregulación deben ser supervisadas por inspectores independientes y publicadas en un sitio web accesible al público, garantizando la transparencia y la rendición de cuentas. Las empresas que opten por este enfoque deben cumplir con ciertos requisitos de conformidad y certificación.

El cumplimiento del ESPR se asegura mediante la colaboración de diversas partes interesadas. Las empresas que no lo cumplan se enfrentan a diversas sanciones, que pueden incluir multas, la retención de productos en las fronteras y un significativo riesgo reputacional. Además, los consumidores podrían tener derecho a reclamar compensaciones por productos no conformes.

A través de códigos QR y barras, el Pasaporte Digital del Producto ofrece a consumidores y autoridades aduaneras acceso inmediato a datos clave sobre sostenibilidad, circularidad y cumplimiento normativo.

Por su parte, los fabricantes, importadores y distribuidores tienen la responsabilidad de garantizar que los productos que ponen en el mercado cumplan con los requisitos establecidos por el ESPR. Además, las plataformas de comercio en línea y los motores de búsqueda deben colaborar con las autoridades de vigilancia del mercado para eliminar productos no conformes de sus listados.

Promover la sostenibilidad en la cadena de suministro

Los criterios de compra pública verde tienen como objetivo utilizar el poder adquisitivo de las autoridades para impulsar la sostenibilidad en el mercado. Al establecer requisitos específicos para los productos y servicios adquiridos, se garantiza que los fondos públicos se destinen a opciones más ecológicas, promoviendo así una mayor adopción de prácticas sostenibles en toda la cadena de suministro.


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Otra medida destacada del ESPR es la prohibición de la destrucción de productos de consumo no vendidos, particularmente en sectores como textiles y calzado.

Las empresas están obligadas a divulgar información sobre la cantidad y el motivo de destrucción de los productos no vendidos, promoviendo la transparencia y fomentando la donación y reutilización de productos. Esta medida no solo busca reducir el desperdicio, sino también mitigar el impacto ambiental negativo asociado con la destrucción de productos no vendidos.

El ESPR también aborda el uso de sustancias de preocupación en los productos, que pueden afectar negativamente la reutilización y el reciclaje de materiales. La regulación establece criterios para identificar y controlar estas sustancias, garantizando que los productos sean seguros y sostenibles a lo largo de su ciclo de vida. La identificación y control de estas sustancias son esenciales para promover la economía circular y asegurar la seguridad del consumidor.

Las empresas deberán informar sobre la cantidad y el motivo de destrucción de los productos no vendidos, promoviendo la transparencia y fomentando su donación y reutilización.

Implementación del reglamento y próximos pasos

La implementación del ESPR se llevará a cabo mediante un plan de trabajo plurianual que establecerá las prioridades para la adopción de medidas específicas para productos. Este plan de trabajo será revisado y actualizado regularmente para reflejar las necesidades y avances tecnológicos emergentes.

La Comisión Europea adoptará actos delegados para definir los requisitos de ecodiseño y sostenibilidad de cada grupo de productos, basándose en estudios de impacto y consultas con las partes interesadas.

El primer plan de trabajo se adoptará dentro de los primeros nueve meses de la implementación del ESPR y se enfocará en productos prioritarios que contribuyan significativamente a los objetivos climáticos, ambientales y energéticos de la UE. Entre los prioritarios se incluyen textiles, productos electrónicos y productos de construcción, entre otros.

El calendario de implementación del ESPR está diseñado para permitir una transición gradual y ordenada hacia los nuevos requisitos. Los Estados miembros tendrán un período de 18 meses para adoptar y adaptar sus leyes nacionales de acuerdo con los nuevos estándares. Durante este tiempo, la Comisión Europea trabajará en la adopción de los primeros actos delegados que definirán los requisitos específicos para los diferentes grupos de productos.

Una vez adoptados, estos requisitos entrarán en vigor tras un período de adaptación que permitirá a los fabricantes, importadores y distribuidores ajustar sus procesos y asegurar el cumplimiento.

La implementación efectiva de estos requisitos se llevará a cabo mediante un sistema de vigilancia del mercado fortalecido, que incluirá controles aduaneros y la cooperación con plataformas de comercio en línea para eliminar productos no conformes.

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