<p>El teleférico de La Paz (Bolivia), que mueve a diario a 200.000 personas, se consolida como un aliado en la disminución de las emisiones contaminantes y la inclusión. Foto: Mi Teleférico.<p>

El teleférico de La Paz (Bolivia), que mueve a diario a 200.000 personas, se consolida como un aliado en la disminución de las emisiones contaminantes y la inclusión. Foto: Mi Teleférico.

América Latina combate la crisis climática con innovación en la movilidad sostenible

El sector transporte, esencial para el desarrollo socioeconómico, es uno de los más contaminantes. Iniciativas en varias ciudades latinoamericanas demuestran cómo la movilidad sostenible puede mejorar la calidad de vida, reducir las emisiones y fomentar la inclusión social.

El sector del transporte cumple un rol fundamental en el desarrollo socioeconómico global al permitir el movimiento de personas y mercancías. Sin embargo, este sector también tiene un papel significativo en la contribución al cambio climático. Con el 25% de las emisiones globales, el transporte es el segundo mayor contribuyente de dióxido de carbono (CO2) derivado de la quema de combustibles fósiles, por detrás de la generación de electricidad y calefacción. A su vez, el volumen de emisiones del sector se incrementó significativamente en las últimas décadas, pasando de 4,6 gigatoneladas de dióxido de carbono en 1990 a 8,3 GtCO2 en 2019. Las emisiones en el sector empeoran la calidad del aire, generando impactos negativos significativos en la salud.

En el contexto de América Latina y el Caribe, la contribución del sector transporte a las emisiones globales de CO2 es menor en comparación con otras regiones del mundo. La región representa solo el 9% de las emisiones globales del sector, en contraste con el 32% de Asia Pacífico y el 28% de Norteamérica. No obstante, dentro de América Latina, el transporte es la mayor fuente de emisiones de CO2, representando el 40% de las emisiones totales. Estos datos se desprenden del informe América Latina y el Caribe es una de las regiones más vulnerables al cambio climático del BID.
“Estamos comprometidos a trabajar con los países de la región para abordar juntos los retos derivados del calentamiento global, promoviendo proyectos de infraestructura resiliente y movilidad sostenible”, señala Ana María Pinto, jefa de la División de Transporte del Banco Interamericano de Desarrollo.

En respuesta a estos desafíos, diversas iniciativas en la región comenzaron a transformar el panorama del transporte, impulsando la movilidad sostenible como una solución integral para el desarrollo urbano y la mitigación del cambio climático.

Una de estas iniciativas es el metro de Quito. Se trata del proyecto de infraestructura urbana más importante en la historia de Ecuador. Inaugurado el 1 de diciembre de 2023, este sistema de transporte público masivo conecta el eje principal norte-sur de la ciudad, ofreciendo una alternativa sostenible al transporte tradicional. Construido por la empresa española Acciona, el proyecto fue financiado por el BID, junto con el Banco Mundial, el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y el Banco Europeo de Inversiones (BEI), y ejecutado por el Municipio del Distrito Metropolitano de Quito, destacándose como un modelo de cooperación internacional y planificación urbana.

En Quito, donde el 56% de las emisiones contaminantes provienen del sector transporte, el metro se presenta como una solución clave para la salud pública y el medio ambiente. Este sistema cien por cien eléctrico y subterráneo tiene un alto potencial para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), con una reducción promedio estimada de 84.000 toneladas de CO2e anuales. Esto no solo contribuirá a mitigar el cambio climático, sino que también reducirá las enfermedades cardiovasculares y respiratorias causadas por la contaminación del aire, mejorando la calidad de vida de los 2,8 millones de habitantes de la ciudad.

Antes, recorrer la ciudad de sur a norte en hora punta podía tomar hasta una hora y cuarenta minutos; ahora, con el metro, este trayecto se reduce a tan solo treinta y cuatro minutos. Esto representa un ahorro de tiempo significativo para los usuarios, quienes ahora pueden dedicar ese tiempo adicional a actividades productivas o disfrutar de momentos de calidad con sus familias. Además, durante la construcción del metro se generaron más de 5.000 empleos directos.

América Latina combate la crisis climática con innovación en la movilidad sostenible

En Quito, donde el 56% de las emisiones contaminantes provienen del sector transporte, el metro se presenta como una solución clave para la salud pública y el medio ambiente. Foto: Metro de Quito.

Metro de Quito no solo mejora la movilidad, sino que también fortalece la inclusión social. La población de niveles socioeconómicos más bajos, que reside en las zonas más alejadas del norte y del sur de la ciudad, ahora tiene una mejor conectividad con servicios esenciales, como salud y educación, así como con áreas de empleo y recreación.

En Bolivia, Mi Teleférico cambió la manera en que los residentes de La Paz y El Alto se desplazan, superando los desafíos geográficos de la región. Ahora, con la extensión de la Línea Café, el sistema no solo se expande, permitiendo a la población acceder a la red de teleféricos más grande del mundo (31,6 km de longitud), sino que también incorpora tecnologías avanzadas que mejorarán significativamente la experiencia de los usuarios (transporta a unos 200.000 personas al día). Estas innovaciones incluyen la optimización de sistemas de billetaje, pago electrónico y tarjetas inteligentes, que reducirán los tiempos de espera y simplificarán el acceso al servicio. Este enfoque en la digitalización y la eficiencia operativa es parte de una estrategia de transformación integral que posiciona a Mi Teleférico como un referente en movilidad urbana moderna.

La extensión de la red no solo facilitará la movilidad en una de las zonas más vulnerables de La Paz, también contribuirá a la reducción de emisiones contaminantes. Al fomentar el cambio modal desde el transporte terrestre hacia el transporte por cable aéreo, Mi Teleférico ayuda a disminuir la huella de carbono de la ciudad. Además, la implementación de sistemas de generación solar fotovoltaica en las estaciones es otro ejemplo del enfoque innovador de Mi Teleférico, que cumple diez años de vida. Estos sistemas no solo proveerán energía limpia para el funcionamiento de las estaciones, sino que también reducirán los costos operativos y las emisiones.


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En Bogotá, Colombia, la expansión de la movilidad eléctrica es un pilar fundamental en la lucha contra el cambio climático. TransMilenio S.A. (TMSA), una empresa privada propiedad del Distrito de Bogotá, administra y gestiona el sistema de transporte masivo de la ciudad, que a junio de 2022 contaba con una flota de más de 10.600 autobuses que transportaba a más de 1,6 millones de pasajeros por día. En 2019, TMSA lanzó licitaciones públicas para concesionar la provisión, operación y mantenimiento de autobuses eléctricos, en un esfuerzo por reducir las emisiones contaminantes en la capital colombiana.

En apoyo a esta expansión de la movilidad eléctrica en Bogotá, el BID Invest actuó como líder estructurador del financiamiento para 401 autobuses eléctricos de bajas emisiones y la construcción de infraestructura de carga asociada en 10 rutas concesionadas por TMSA en las localidades de Fontibón y Usme. El impacto esperado de este proyecto es una reducción de unas 237.000 toneladas de emisiones de CO2, 3,1 toneladas de emisiones de PM2,5  (partículas finas) y 4.600 toneladas de emisiones de NOx (óxidos de nitrógeno) para 2037. Además de los beneficios ambientales, la introducción de los nuevos autobuses mejorará el servicio de transporte, ya que contarán con características como wifi, puertos USB, acceso para personas con discapacidad, GPS y asistencia para la conducción en pendientes.

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En la ciudad argentina de Godoy Cruz se ofrece un incentivo económico a los empleados municipales que van a trabajar en bicicleta u otros medios sostenibles.

En la ciudad de Godoy Cruz, Mendoza, Argentina, el municipio implementó un programa conocido como el Ítem Bici. Este programa ofrece un incentivo económico a los empleados municipales que asisten a su lugar de trabajo en bicicleta o en cualquier medio de transporte sostenible. El Ítem Bici es parte de una política integral del municipio que busca promover la salud laboral y el respeto por el medio ambiente.

“Es el reflejo de una política del Municipio de incentivar el uso de la bicicleta como parte de un programa integral de salud laboral y ambiente sustentable”, explica Alfredo Terraza, parte del equipo del gobierno local de Godoy Cruz y responsable de la implementación de Ítem Bici.

Para que los empleados pudieran acceder al beneficio, fue necesario establecer una serie de bases y condiciones. Se desarrolló un sistema de control para verificar la asistencia efectiva en bicicleta, y esos datos se convirtieron en el incentivo económico que los empleados reciben. A pesar de los desafíos iniciales, como el control de la concurrencia en bicicleta, el programa continua evolucionando con éxito.

Desde su implementación, el Ítem Bici tuvo un impacto positivo en la comunidad de Godoy Cruz. Actualmente, alrededor de 500 empleados están registrados en el programa, lo que representa una reducción significativa en la contaminación ambiental y una mejora en la salud física y mental de los participantes.

El municipio tiene planes para seguir ampliando el programa y aumentar el número de participantes. Terraza menciona que se realizan incrementos anuales en el monto del incentivo para atraer a más empleados. Además, se reconocen a los empleados con mayor desempeño en el Día Mundial de la Bicicleta, celebrado cada 3 de junio.

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