<p>Los actores Maggie Smith y Anthony Hopkins han protagonizado campañas de la marca Loewe. Pino Montesdeoca (abajo), modelo canaria de 61 años, está presente en casi todas las pasarelas.<p>

Los actores Maggie Smith y Anthony Hopkins han protagonizado campañas de la marca Loewe. Pino Montesdeoca (abajo), modelo canaria de 61 años, está presente en casi todas las pasarelas.

Diseñadores y publicistas buscan modelos ‘silver’

Los cánones de belleza van cambiando hacia fórmulas más diversas, y el mundo de la moda lo sabe: modelos con más o menos kilos, altos o bajos, con celulitis o pechos pequeños… y cada vez con más canas y edad, en representación de un grupo de población con creciente peso demográfico y económico. Un giro hacia la inclusión y la diversidad frente al edadismo.

Es tiempo de pasarela y moda, la llegada de la MB Fashion Week Madrid es un buen indicador. Y también un buen momento para reflexionar sobre cómo se está transformando este sector en cuanto a los referentes y estereotipos a los que va dando forma. La juventud y la extrema delgadez que tanto se estilaba a finales de siglo XX y principios del XXI como canon único de belleza se ha pasado de moda y cada vez más encontramos mayor diversidad, tanto en la pasarela como en la publicidad.

“Por fin nos hemos dado cuenta de que lo que manda es lo que vemos en la calle: desde una chica ‘curvy’ hasta personas con más de 60 años, pasando por personas transgénero, con discapacidad… Las marcas lo saben y poco a poco han impulsado un cambio de tendencia en la industria publicitaria, girando hacia lo inclusivo”, asegura José Bernal, principal responsable de la agencia Wanted, que representa a actores y modelos de muy diversas características.

No obstante, y a pesar de ese cambio de tendencia, sigue siendo difícil encontrar a personas de edades elevadas en ese maremágnun de cuerpos menos ‘normativos’, sobre todo en una pose alejada de lo entrañable o de lo frágil. Rompiendo con estos estereotipos, en los últimos años Loewe ha puesto en marcha varias campañas con caras reconocidas de más de 80 años.

Una, la de Maggie Smith, que muchos recordamos por sus papeles de Violet Crawley, condesa viuda de Grantham, de la serie televisiva Downtown Abbey o de la profesora McGonagall en la saga de películas de Harry Potter. Otra, la de Anthony Hopkins, el primer Dr. Hannibal Lecter, y el ganador más longevo del premio Oscar a mejor actor por su papel en The Father, una de sus apariciones en pantalla más recientes. Y también la de Lynda Benglis, una de las escultoras más reconocidas de la actualidad, sobre todo por sus figuras látex.

Durante sus respectivas campañas la primera tenía 89 años, el segundo, 84 y la tercera 80. Y en las fotos que la firma de origen español utilizó finalmente podemos ver a tres personas mayores sin apenas maquillaje ni retoques. En poses desenfadadas, incluso gamberras, con gusto por la alta costura y con un aspecto real que sirve como referente para atraer la atención de un nutrido grupo de compradores.

“Elegir una imagen de marca con estas características tiene que ver con la longevidad de un público cada vez más numeroso, pero también con los nuevos estilos de vida que se han instaurado. Por ejemplo, el de tener menos hijos, o ninguno, algo que desemboca en que habrá menos personas mayores que se identifiquen como abuelos cuidando nietos. O el de llegar a una edad avanzada con una buena calidad de vida y un poder adquisitivo importante», sopesa Esther Cocero, directora de casting.

“Por fin nos hemos dado cuenta de que lo que manda es lo que vemos en la calle. Las marcas lo saben y poco a poco han impulsado un cambio de tendencia en la industria publicitaria, girando hacia lo inclusivo”, José Bernal, de la agencia Wanted.

Sin miedo a envejecer

Aunque no es algo mayoritario, Bernal y Cocero coinciden en que se ha notado un cambio de tendencia desde finales de la década pasada. “Las marcas piden más modelos y más actores senior. Y, al mismo tiempo, a las agencias vienen más personas de estas características a que los representemos”, indica el José Bernal. Es decir, se está transformando tanto la oferta como la demanda.

Y en una gran cantidad de casos buscando la naturalidad y lo saludable, y huyendo de la delgadez extrema o de ciertos retoques estéticos. En este sentido, se ha convertido en un buen referente durante la última década Pino Montesdeoca, modelo canaria de 61 años, pelo blanco y apenas 1,65 metros de altura que empezó su carrera artística pasados los 50 y que ahora está presente en casi todas las pasarelas.

“En esta franja de edad es donde creo que hemos avanzado más. Antes el publicista no tenía interés por los actores de entre 50 y 70 años y se centraba en los jóvenes y en los más mayores, que normalmente transmitían esa imagen de ‘abuelito’ cuidador o frágil. El máximo cambio se ha dado ahí, en ese grupo de edad para el que hace unos años apenas había trabajo, sobre todo desde que se han puesto de moda la mujer de pelo cano y el hombre con barba tipo hipster”, considera Esther Cocero.

“Eso es algo buenísimo para todos, sobre todo cuando la imagen que se está dando es saludable, porque reduce el miedo a envejecer y nos ayuda a vivir esa longevidad con mayor plenitud”, celebra Cristina Rodríguez-Porrero, presidenta de la comisión ‘Hacia una sociedad con personas mayores activas y saludables’ de la Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP).

Diseñadores y publicistas buscan modelos ‘silver’

Sara Blanco (@sara_is_in_the_kitchen), de 91 años, triunfa en Instagram, donde tiene más de 300.000 seguidores, con sus coloridos estilismos y sus mensajes positivos.

Más pasos adelante

A pesar de estos avances, la portavoz de la PMP considera que todavía queda mucho camino por recorrer. “Yo les daría a los publicistas, y a la sociedad en general, tres normas básicas para tratar o representar a las personas de edad: no infantilizar, no homogeneizar y no mirarnos como si estuviéramos enfermos. Porque existe una gran diversidad en estas franjas de edad. De hecho, mucha más que entre otras más jóvenes porque hemos tenido más tiempo para forjarnos como personas”.

Rodríguez-Porrero añade que, a su entender, sería positivo fomentar lo intergeneracional en las imágenes que se trasladan a la sociedad. “Que no se nos vea solo cuidando a los nietos, con bastón o con la espalda encorvada, sino acompañando a chicas y chicos más jóvenes, en ambientes distendidos, divertidos, saludables… como personas activas”.

Según su opinión, en este entorno siguen construyéndose estereotipos que desembocan en prejuicios y discriminación. “Y si extendemos la mirada en el mundo de la moda podríamos añadir otras problemáticas con las que nos encontramos. Por ejemplo, que no siempre encontramos probadores accesibles, ni ropa variada con diseños bonitos para personas con problemas, por ejemplo, para abotonarse, o que la compra online no es inclusiva”.

“Eso es algo buenísimo para todos, sobre todo cuando la imagen que se está dando es saludable, porque reduce el miedo a envejecer y nos ayuda a vivir esa longevidad con mayor plenitud”, Cristina Rodríguez-Porrero, de la Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP).

Las ‘influencers’ también llevan canas

Además de los nombres de famosos que posan para grandes marcas, las redes sociales están aportando también referentes de más de 70 con contenidos para todas las edades. Instagramers del mundo de la moda y la belleza como la modelo Dafne Selfe que, con 92 años y 20 años de carrera, ha captado la atención de 71.000 seguidores en sus canales.

La misma edad tiene Sara Blanco, @sara_is_in_the_kitchen, una paciente de párkinson que no oculta los temblores de sus manos que ha alcanzado los 312.000 seguidores. Su cuenta de Instagram combina los mensajes positivos con conjuntos elegantes o deportivos, paseos con amigas y cabellos azulados al viento.

Con 89 años podemos seguir también a Dorrie Jacobson, antigua conejita de Playboy, que, con su apodo Senior Style Bible, ha reunido a 45.000 seguidores mientras posa con modelos coloridos, abrigos de Balenciaga y grandes gafas de sol, al mismo tiempo que pasea por el parque o se come unos tacos.

Mención aparte es la de la sevillana Guadalupe Fiñana, @abueladedragones, con más de 300.000 seguidores en TikTok y 88 años. Fan de Juego de Tronos y ganadora del primer Masterchef Abuelos, no tiene un perfil específico de moda y belleza. Eso sí, nos ofrece en su canal una imagen activa y divertida, abierta a cualquier novedad.

Les siguen los pasos otras más jóvenes, instaladas en la cincuentena. De esta generación triunfan nombres como los de Carmen Gimeno (310.000 seguidores en Instagram), Pilar de Arce (790.000), Maica Jáuregui (156.000) o Leonor Olabarría (46.000). Modelos de las social media que posan de manera natural y elegante, desenfadada y sin disimular canas o arrugas.

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