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Foto: Brett Sayles.
Cinco claves de la nueva Ley de movilidad sostenible
La nueva Ley de movilidad sostenible tendría que haber entrado en vigor en 2023, pero el adelanto electoral paralizó su tramitación parlamentaria. Ahora, el Gobierno retoma la norma y acuerda su tramitación por la vía de urgencia para que se apruebe antes de fin de año y pueda cumplir con los compromisos alcanzados con la Unión Europea.
La Ley, que reconoce por primera vez la movilidad como un derecho de toda la ciudadanía y un elemento de cohesión social, prioriza la movilidad activa (caminar, ir en bici) y un transporte público colectivo accesible y asequible.
Esta norma es necesaria para avanzar en la descarbonización del transporte, responsable en España del 29% de las emisiones de gases de efecto invernadero, cinco puntos por encima de la media europea. Estas son algunas claves de la nueva ley:
Peajes urbanos
La nueva normativa busca reforzar el papel de las zonas de bajas emisiones en las ciudades y abre las puertas (no obliga) a que los ayuntamientos puedan establecer una tasa por la circulación de vehículos en esas áreas, es decir, cada municipio podrá decidir si implementa la tasa o no.
Impulso del transporte público
La Ley garantizará la contribución financiera del Estado para la movilidad sostenible en el ámbito urbano y establece la obligación de que las Administraciones promuevan e incentiven soluciones priorizando la movilidad activa y el transporte público colectivo. Se trata de avanzar en la “transformación de la ciudad de los coches a la ciudad de las personas”, en palabras del ministro de Transpotes, Óscar Puente.
El transporte de mercancías por tren
Se apuesta por “subir más mercancías al tren y bajarlas de la carretera”, según explicó Puente. Aumentarán las inversiones en el transporte de mercancías por tren bajo tres premisas: desarrollar autopistas ferroviarias en aquellos tramos en los que haya demanda empresarial; bonificar los cánones de transporte ferroviario de mercancías a los operadores durante, al menos, cinco años, y lanzar apoyos e incentivos al sector. El objetivo es alcanzar antes de 2030, como mínimo, el 10% que el transporte de mercancías por tren representa de media en la UE.
Movilidad sostenible en la ida y vuelta al trabajo
Los grandes centros de actividad y las empresas de más de 500 trabajadores por centro o 250 por turno estarán obligadas a disponer de planes de movilidad sostenible al trabajo. Las compañías podrán optar por distintas alternativas como potenciar la movilidad activa, la eléctrica, la compartida o el transporte colectivo o bien apostar por flexibilizar los horarios de entrada y salida y el teletrabajo.
Innovación y digitalización
La norma trata de promover alternativas atractivas al vehículo privado y regulará soluciones innovadoras como el transporte a la demanda, los coches compartidos, el uso temporal de vehículos o la regulación básica del vehículo autónomo. Además, Se creará el Espacio de Datos Integrado de Movilidad (EDIM), donde empresas de transporte, gestores de infraestructuras y Administraciones compartirán sus datos con la idea de optimizar la toma de decisiones en la ejecución de infraestructuras y la puesta en marcha de nuevos servicios.