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Foto: Cottonbro Studio.

El mercado laboral se ‘silveriza’: el número de ocupados sénior crece casi un 80%

El peso de los sénior en la población ocupada ha aumentado de manera significativa en los últimos 14 años en España. Según refleja un informe de las fundaciones Mapfre y máhumano, el número de ocupados mayores de 55 años se ha disparado un 78%, frente al 37% de los jóvenes. Por otra parte, el número de parados menores de 30 años duplica el de los sénior, aunque el desempleo crece entre estos últimos, especialmente el de larga duración.
6 noviembre 2023

El informe III Mapa de Talento Sénior. Jóvenes y mayores en el mercado laboral. La colaboración intergeneracional, impulsado por el Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación Mapfre, con la colaboración de la Fundación máshumano, refleja una “silverización” del mercado laboral, que hace pronosticar que el colectivo sénior será cada vez más decisivo en la economía española.

Según los datos recopilados en el estudio, el peso de los séniores en la población ocupada ha crecido de manera significativa en los últimos 14 años: desde 2008, el número de ocupados sénior ha pasado de 2,3 millones a 4,1 en 2022 (un incremento del 78%). En contraste, en el mismo periodo, el colectivo júnior ha pasado de 4,6 millones a 2,9 millones, lo que supone una disminución del 37% de jóvenes trabajando.

Actualmente, los jóvenes representan el 16% del total de la población activa y los sénior, el 20%. En este sentido, también se está produciendo una “desjuvenización” del mercado laboral como consecuencia, entre otros factores, del cambio demográfico, la emigración de trabajadores cualificados, el fracaso escolar y las condiciones laborales de este colectivo, apunta el informe.

El estudio analiza la diferencia existente entre la realidad laboral de los jóvenes menores de 30 años con la de los mayores de 55 años, y que pone en relieve la importancia de la economía plateada como “motor de empleo para ambos colectivos”. En este sentido, se resalta que “una economía sénior supondría que más mayores (y jóvenes) trabajasen y pagasen impuestos, pero sobre todo que más españoles se beneficien de ser el mejor país del mundo para envejecer y generar toda una industria del envejecimiento que haga que millones de personas vengan a nuestro país”, señala este informe.

Menor número de séniores en paro, frente a los jóvenes

El informe pone en relieve que el número de parados menores de 30 años duplica el de los mayores de 55 años. Los jóvenes representan el 30% de los desempleados españoles, con cerca de 900.000 parados, una cifra que se sitúa muy por encima de la que corresponde a los séniores (16,4%), que se acerca al medio millón de personas (489.000).

Sin embargo, a pesar de que el colectivo sénior cuente con menos personas desempleadas, el paro juvenil está experimentando una bajada, mientras que el sénior está subiendo. En el periodo de 2008 a 2022, se ha visto un incremento de 300.000 séniores desempleados, mientras que el colectivo júnior cuenta con 153.000 jóvenes desempleados menos.

El estudio también destaca que el paro de larga duración es más intenso entre los mayores de 55 años, ya que más del 50% de los séniores lleva dos años o más en esta situación, frente a los jóvenes, donde la mitad lleva menos de seis meses. Estos datos reflejan las dificultades para trabajar que tiene este colectivo por razones de edad, así como la incidencia, todavía muy presente, del edadismo laboral en España, es decir, una forma de discriminación social en relación a la edad que afecta, especialmente, a las personas mayores, según apunta el informe.

Si se analiza la tasa de actividad, se ha producido un incremento de activos en el grupo sénior, que ha pasado de 2,5 a 4,6 millones, mientras que se ha disminuido el total de activos jóvenes (de 5,7 a 3,8 millones de 2008 a 2022). Pese a ello, la representación en la tasa de actividad en el total nacional todavía es superior el colectivo júnior (55,2%) frente al sénior (49,85%). Asimismo, destaca que la tasa de actividad de los séniores españoles es menor que la de los países de referencia en Europa.

A pesar de que el colectivo sénior cuenta con menos personas desempleadas, el paro juvenil está experimentando una bajada, mientras que el sénior está subiendo. Además, el el paro de larga duración es más intenso entre los mayores de 55 años, reflejando las dificultades para trabajar que tiene este colectivo por razones de edad.

Más autónomos a partir de los 55 años

El trabajo por cuenta propia está más presente entre los trabajadores mayores de 55 años que entre los jóvenes. Así, mientras que actualmente en España tan solo hay 189.000 jóvenes autónomos, se cuenta con 977.000 autónomos sénior. Esta situación se da como consecuencia de que, a cierta edad, el trabajo por cuenta propia y el emprendimiento se convierten en una opción en la que los séniores pueden desarrollar sus especiales condiciones y capacidades.

En el caso de los autónomos mayores, el porcentaje que contrata es muy superior (35,4%) en comparación con los jóvenes (10,5%). Esto indica que no todos los séniores que se ponen a trabajar por cuenta propia lo hacen como “autoempleo”, sino que más de un tercio de ellos, además, contrata al menos a un empleado.

Sector servicios: con más mayores

En relación al sector de actividad, la “acusada terciarización” de la economía española determina la fuerte concentración de ocupados en el sector servicios, tanto entre los séniores (77%), como entre los jóvenes (81%). Si se hace el análisis por ramas de actividad que reúnen mayor número de ocupados, los jóvenes se concentran en sectores como la hostelería y comercio, frente a los mayores que se sitúan en el área sociosanitaria y la industria.

La investigación pone de manifiesto que los jóvenes tienen una mejor formación que los mayores y que los séniores españoles se forman menos que los del resto de Europa.

En la presentación del informe, la directora general de Personas y Organización de Mapfre ha destacado que “la generación sénior actual, al venir de una cultura del esfuerzo y del ahorro, es también un verdadero motor económico en términos de consumo e inversión”. También ha subrayado que “Gobiernos, empresas e instituciones inviertan en el dividendo sénior, ya que supone fortalecer la demanda económica y, con ella, la generación de empleo”.

En esta línea, Juan Fernández Palacios, director del Centro de Investigación Ageingnomics, se ha referido además a que “es importante poner en marcha medidas que fomenten el empleo de los mayores de 55 años y que luchen contra el edadismo laboral, evitando así, el derroche de talento sénior que se está produciendo actualmente en España”. Palacios ha hecho hincapié en que “la diversidad generacional puede y debe crear valor en cualquier organización y especialmente en las empresas”.

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