<p>Desde 1997, AlmaNatura, cofundada por Juanjo Manzano, diseña proyectos de reactivación rural con el objetivo de fijar población en cuatro frentes: educación, salud, uso de la tecnología y mejora del empleo. Foto: AlmaNatura.<p>

Desde 1997, AlmaNatura, cofundada por Juanjo Manzano, diseña proyectos de reactivación rural con el objetivo de fijar población en cuatro frentes: educación, salud, uso de la tecnología y mejora del empleo. Foto: AlmaNatura.

"La desconexión con la naturaleza provoca pérdida de valores y deshumanización"

La empresa AlmaNatura tiene por objetivo mejorar la calidad de vida de las personas en el medio rural y combatir la despoblación construyendo oportunidades a través del empleo, educación, salud y uso de la tecnología. Sobre AlmaNatura y el emprendimiento social conversamos con Juanjo Manzano, uno de sus fundadores.

Parece impensable que hace 25 años, desde un pueblo de la sierra de una de las provincias más pobres de España, Arroyomolinos de León (Huelva), saliera una de las iniciativas más relevantes para trabajar por la revitalización de lo que llamamos la España vaciada. Y es impensable no por falta de talento, sino porque en aquel momento los pueblos españoles y sus habitantes se encontraban en el más absoluto ostracismo y perdiendo cinco habitantes a la hora sin que nadie fuera consciente o, si lo era, pusiera ninguna solución.

Pero, como dice Juanjo Manzano, cofundador de AlmaNatura, la precariedad agudiza el ingenio y en su caso también, diría yo, la audacia e incluso la rebeldía para cambiar esta realidad.

Hoy AlmaNatura, después de estar varias veces al borde de la quiebra, gracias al tesón y al amor que -dice Manzano- ponen en todo lo que hacen, ha conseguido dar la vuelta al modelo de negocio, ser rentable y considerada una de las empresas más relevantes con las que trabajar y ejecutar propuestas que vayan volviendo a llenar de vida la España vaciada, clave para nuestra supervivencia.

El impacto que están teniendo, aunque a ellos les sepa a poco, no se ciñe solo al número de personas que han conseguido quedarse en el entorno rural y a las iniciativas desarrolladas, sino también a poner en el mapa esta realidad y conseguir cambios en la sociedad y en las políticas públicas. Casi nada.

¿Qué es AlmaNatura?

AlmaNatura es una organización preocupada por el reto demográfico y la problemática social, ambiental y económica que supone la despoblación rural. Para ello, desde 1997, diseña proyectos de reactivación rural con el objetivo de fijar población en cuatro frentes: educación, salud, uso de la tecnología y mejora del empleo.

Se crean nuevas ideas que cubran necesidades sociales de territorios rurales y desde 2013 se ha convertido en la primera empresa social Española certificada a nivel internacional como B Corporation y desde 2016 en una de las mejores empresas para el mundo según la ONG B Lab, donde se reconoce su alto impacto positivo en el medio rural Español.

¿Por qué nace AlmaNatura? ¿Cómo se os ocurrió la idea?

Desde bien pequeño, junto con mi hermano Israel Manzano, después se unió Conce Macías, vivimos en el campo, muy cerca de Arroyomolinos de León, un pueblo pequeño situado en la Sierra de Huelva (España). Siempre escuchábamos atentos las conversaciones de nuestros padres con arrendatarios y lugareños del mundo rural donde se discernía claramente la vulnerabilidad y falta de recursos de estas personas para llevar a cabo su actividad agrícola y ganadera.

El esfuerzo y la capacidad resiliente que vimos en esas familias, aún hoy día, para poder permanecer en el pueblo pese a las embestidas de un mundo global, nos motivó a crear una organización que revalorizara la vida rural con el propósito de fijar población rural.


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¿Qué queréis cambiar con AlmaNatura?

La falta de oportunidades o el difícil acceso a servicios básicos y actividades alternativas hace que las personas que viven en pueblos sean cada vez más vulnerables o acaben abandonándolos. Nuestro propósito es el de reactivar el medio rural impulsando oportunidades y empoderando a las personas que habitan estos espacios. El entorno rural es la oportunidad para un mundo más sostenible y conectado a la naturaleza. La desconexión con la naturaleza a la que nos empujan las grandes urbes está provocando una importante pérdida de valores y deshumanización.

¿Qué es lo que más valoran los que habitan en el entorno rural? Y ¿las empresas y la Administración pública?

Los lugareños valoran intensamente los lazos que existen en la comunidad y la ausencia de estrés que provocan las ciudades. El mundo rural siempre es más amable y cercano, lo que les permite vivir una vida más plena donde los lazos entre personas son más intensos.

Trabajamos con empresas o instituciones porque están íntimamente ligadas con nuestro propósito, la reactivación rural. Con lo que están super contentos porque han podido permitirse trabajar en el medio rural con la legitimidad que te dan organizaciones que trabajan en el terreno. Eso también nos limita el número de empresas o instituciones con las que podemos trabajar.

Los programas suelen ser 95% financiados por el sector privado y para las Administraciones es un lujo poder hacer estos proyectos aportando relativamente muy poco. La Administración sí pone a los responsables técnicos de los equipos que se convierten en parte del proyecto.

Nuestro propósito es reactivar el medio rural impulsando oportunidades y empoderando a las personas que habitan estos espacios. El entorno rural es la oportunidad para un mundo más sostenible y conectado a la naturaleza.

¿Cuál es la clave de vuestro éxito?

Nuestro modelo ha redefinido el sentido del éxito en la vida y los negocios. Durante años, el que se marchaba a la ciudad era la persona que estudiaba y, por tanto, tendría éxito. Para nosotros es un verdadero éxito haber podido seguir en nuestro pueblo de origen después de 25 años, cuando nacimos como asociación.

Las claves de nuestro éxito serían la capacidad de escucha activa hacia el problema de la despoblación y la resiliencia practicada durante años, pues en más de una ocasión hemos tenido motivos para no continuar. Sin embargo, hemos aprendido la importancia de mezclar modelos para conseguir los mejores resultados, ejemplo de ello son las importantes alianzas público-privadas gracias a las cuales realizamos nuestra labor.

¿Qué valores de la sociedad estáis tratando de impulsar?

El mundo rural representa lo mejor de la historia de sus ciudadanos: la cultura del esfuerzo, el respeto al prójimo y el amor a la naturaleza. Es un firme defensor de las tradiciones, los oficios tradicionales y la identidad de un país. La conservación y la preservación de la masa forestal y de la biodiversidad está en grave peligro debido a la pérdida de oficios tradicionales que utilizaban el medio natural como fuente de recursos, es por ello la importancia de mantener un mundo rural vivo. La desconexión con nuestros alimentos provoca cada día una menor conciencia sobre nuestro propio planeta, luchamos para que la brecha no siga aumentando.

¿Qué tiene que pasar para revertir esta tendencia? ¿Cuál sería la clave?

Hay una diferencia enorme entre vivir en un pueblo y vivir en una población rural. Para que la conexión se dé, más gente tendría que dejar de ir a un supermercado y producir sus propios alimentos. Lo que es muy complicado, aunque sí hay una mayor conciencia y aumento del consumo responsable. Una mayor concienciación por parte del ser humano de que somos parte de la naturaleza y que las ciudades dejen de crecer a marchas agigantadas.

Tendría que haber una mayor sensibilidad. Muchos trabajamos en mejorar el ámbito rural, pero sin concienciar en el ámbito urbano. Si un 85% de la población vive en ciudades, empresas como la nuestra tendrían que concentrarse ahí con programas de sensibilización y provocar un mayor roce y convivencia con el ámbito rural. Y conseguir que lo niños no piensen que lo melones crecen en los supermercados como me han llegado a decir.

Si no hay un aumento de concienciación a ese nivel, poco a poco iremos perdiéndolo todo.

Las claves de nuestro éxito serían la capacidad de escucha activa hacia el problema de la despoblación y la resiliencia practicada durante años, pues en más de una ocasión hemos tenido motivos para no continuar.

¿Cuál es vuestro mayor reto ahora mismo?

Que los programas que tenemos o estén por venir aumenten el impacto positivo y que generen un desarrollo socioeconómico que fije de verdad población en grandes números. Necesitamos acelerar el impacto. Todo es lento, pero tenemos que aumentar el ritmo. Seguimos a veces en dinámicas de convencer tanto en el mundo urbano como en el rural, que todavía ven quedarse en los pueblos como un fracaso y lo urbano un éxito, y esto tenemos que seguir argumentándolo. Hay veces que siento que no hay conciencia del verdadero problema que tenemos, de la desconexión de la humanidad con el resto de seres vivos.

¿Cómo de eficientes son y han sido las políticas que se han puesto en marcha ¿Cómo ves el futuro del desarrollo rural en España?

Ha habido mucho ruido y en los últimos tiempos se han hecho muchas cosas, pero al pequeño agricultor o ganadero no le llega el impacto de esas políticas.

Además, la información que recibe de las nuevas políticas o está sesgada o no es lo suficientemente clara para todo el mundo. Se necesita la democratización de los mensajes. También se pueden hacer muchas cosas, pero necesitamos pisar más terreno y escuchar a la gente que trabaja todo el día en el campo. Y las personas quieren los cambios ya, pero los cambios son lentos, y la gente no hace la conexión con las políticas.

Mi mayor crítica es que las personas que están en el terreno y viven del campo no acaban de encontrar las soluciones.

¿Qué ha sido lo más difícil? ¿De qué estáis más orgullosos?: Mayores logros y mayores meteduras de pata.

Mayor logro es pasar de un 95% de ingreso público de pequeños ayuntamientos a 95% privado, estando en un pueblo de 950 habitantes en una provincia de las menores rentas per cápita de Andalucía. La capacidad de resiliencia es un gran logro cuando hemos tocado el fracaso varias veces. La innovación está en la periferia por pura resiliencia, pero esa precariedad hace que te concentres verdaderamente en tu problema. Y ya tenemos 25 años. Nos convertimos en la primera B Corp de España.

La mayor metedura de pata ha sido nuestro exceso de juventud, la inconsciencia que a veces ha rozado la temeridad. La inconsciencia de hacer cosas sin saber. Hay veces que rozamos el desencuentro con muchas personas y eso es un grave error. Las diferencias no nos pueden separar tanto. Pero sin saber que era posible, fuimos y lo hicimos.

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Algunos proyectos diseñados por AlmaNatura. 'Coworking' en Almedina (Ciudad Real). Foto: AlmaNatura.

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Proyecto europeo The Break, con mujeres emprendedoras. Foto: AlmaNatura.

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En el proyecto Colabora, 25 jóvenes y 10 empresas locales impulsan una mejora del empleo en Almendralejo (Badajoz).

¿Qué es para ti un emprendedor social? ¿Se hace o se nace?

El emprendedor social es una persona que piensa que todo lo que existe lo ha construido antes otro ser humano y que, por tanto, puede construir otra nueva realidad. No se confirma con que las cosas sean así. Una persona inconformista que ha identificado que se pueden solucionar las cosas de otra forma. Una persona insatisfecha que siempre está buscando sentido para su vida y para la transformación del resto de la humanidad.

¿Qué huella quieres dejar en el mundo?

Que verdaderamente podamos cambiar ese paradigma. Que la sociedad identifique al rural como un valor y que tenga la capacidad de decidir dónde habitar, no porque le han quitado sus derechos, como el médico o la escuela, sino porque teniendo todos sus derechos, puede elegir.

¿Qué mensaje te gustaría mandar a nuestros lectores?

Teresa de Calcuta dijo: “No es cuánto haces, sino todo el amor que pones en lo que haces”. Lo que me gustaría transmitir es ese amor, cuánta verdad pones en lo que haces. En esa verdad está la diferencia. Puedes hacer cosas pequeñísimas, en un pequeño pueblo, como donde yo estoy, pero ahí está la verdad y el cambio. En esa verdad hay coherencia, conexión, y esa verdad lo mueve todo. No es cuánto haces sino cuánto amor pones en lo que haces. A veces nos obsesionamos solo con cuantificar, y ahí no está la verdad aunque sea importante.

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