<p>A la planta CesviRecambios van a parar los turismos que Mapfre declara siniestro total y se recuperan todos los materiales con posibilidad de reutilización. Foto: Mapfre.<p>

A la planta CesviRecambios van a parar los turismos que Mapfre declara siniestro total y se recuperan todos los materiales con posibilidad de reutilización. Foto: Mapfre.

Economía circular en Ávila: ejemplo de reciclaje de baterías de vehículos eléctricos

CesviRecambios y CesviMap son dos organizaciones dependientes de Mapfre que se dedican a darle una segunda vida a los coches siniestrados de sus asegurados: rescatando las piezas en buen estado para reutilizarlas y formando a especialistas y peritos de forma presencial y online.

A las afueras de la ciudad de Ávila se encuentran dos centros dedicados al tratamiento de vehículos: CesviRecambios y CesviMap, ambos dependientes de Mapfre. El primero es una planta industrial donde van a parar todos los turismos que la aseguradora declara siniestro total después de un accidente. El segundo es un espacio centrado en la formación y en la I+D dotado con multitud de recursos innovadores. Y entre las tres organizaciones hay un vínculo especial que soporta un proyecto de economía circular enfocado a alargar al máximo el ciclo de vida de los vehículos y de sus componentes.

Esta ‘senda verde’ arranca en el momento en el que un coche siniestrado llega a las dependencias de CesviRecambios. Allí se descontamina, extrayéndole todos los residuos peligrosos que contiene: combustible, gases del aire acondicionado, líquido refrigerante, batería, líquidos de frenos, neumáticos, aceite, etc. Una vez realizado este proceso, se recuperan todos los materiales con posibilidad de reutilización: acero, aluminio, materiales plásticos, cableados o vidrios, así como ciertas piezas que se mantienen en buen estado.

Motores, cajas de cambios, puertas, retrovisores o faros se separan, limpian y clasifican antes de introducirse en un enorme almacén automatizado con sistemas inteligentes. Una serie de componentes que entran a formar parte de su stock y que se venden por toda Europa al 30% de su precio original y un año de garantía, principalmente a talleres.

Aproximadamente esta planta ha puesto de nuevo en el mercado casi 1,5 millones de piezas, entre ellas 1.600 motores, más de 4.000 puertas y portones y unos 1.700 espejos retrovisores. Se les da así una segunda vida con garantía, evitando la producción de nuevas piezas, con lo que ello conlleva en cuestión de contaminación y consumo de recursos. Un proceso en el que se han tratado además unas 1.400 toneladas de chatarra, 24 toneladas de aluminio y más de 27 toneladas de neumáticos usados.

Por otra parte, desde el punto de vista energético, la planta se alimenta en gran parte con energía fotovoltaica, 126 placas que están acompañadas por una instalación de almacenamiento energético que funciona con baterías de coches eléctricos que se han reaprovechado. Según datos de la compañía, estas baterías de segunda vida pueden proporcionar unos 3.000 ciclos en este formato, lo que se traduce en unos diez años más de funcionamiento.


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“Contamos con cuatro armarios y cada armario contiene dos baterías. De esta manera conseguimos una potencia total de 100 kW que nos ayuda a acumular la energía que producen las placas cuando nuestro centro de reciclaje no está en funcionamiento, lo que nos ayuda a ahorrar electricidad de forma considerable”, explica José María Cancer Abóitiz, director general de CesviMap, en la visita a su centro.

Economía circular en Ávila: ejemplo de reciclaje de baterías de vehículos eléctricos

En esta planta se recuperan motores, cajas de cambios, puertas, retrovisores o faros que después se venden por toda Europa, principalmente a talleres. Foto: Mapfre.

Formación e I+D

Algunas de las piezas o vehículos gestionados por CesviRecambios son enviados al otro centro abulense de Mapfre, CesviMap, para la formación presencial y online de trabajadores del entorno del automóvil: mecánicos, peritos, chapistas, etc. Pero también para estudiar determinados sistemas de seguridad que pueden estar relacionados con los siniestros que se tramitan. Los resultados obtenidos ayudan a calcular de una manera más fiable y transparente los costes de las primas, así como a compartir conocimientos con las marcas automovilísticas sobre fallos detectados para mejorar la seguridad de los conductores.

Este complejo cuenta con más de 40.000 metros cuadrados en los que trabajan más de 120 investigadores, ingenieros y técnicos. Se trata de un espacio en el que se pueden encontrar, por ejemplo, aulas de realidad virtual con ejercicios prácticos que ayudan al alumnado a manejar la batería de un coche eléctrico sin miedo a electrocutarse. O laboratorios que realizan test para comprobar qué ocurre cuando un modelo determinado se incendia o si se llena de agua. O pistas específicas para comprobar si los sistemas de frenado automático son efectivos, y de crash test a baja velocidad para observar los resultados de los accidentes más frecuentes.

Economía circular en Ávila: ejemplo de reciclaje de baterías de vehículos eléctricos

En CesviMap se forma a trabajadores del entorno del automóvil y se investiga cómo mejorar la seguridad de los conductores. Foto: Mapfre.

En sus dependencias se han analizado más de 2.300 modelos distintos de vehículo y se han llevado a cabo unos 650 proyectos de investigación. Entre ellos están las diferentes pruebas que se han realizado con coches autónomos con el fin de comprobar que son seguros. Y otro relacionado con la reutilización de baterías eléctricas de vehículos desechados.

“Desde CesviRecambios se clasifican las baterías con tres colores: verde para las que están como nuevas y no dañadas, azul para las que no están dañadas pero tienen una capacidad más reducida, y rojo para las que están dañadas. Las primeras las derivamos para que puedan instalarse en otro vehículo eléctrico y suponen casi el 18% de las que llegan a nuestras manos; las últimas suponen el 5,5% y se trasladan a un centro específico de reciclaje para su correcta gestión”, asegura el director general de CesviMap.

En cuanto a las de color azul, el 76% de los casos, son las que más interesan al centro de I+D de Mapfre porque con ellas se están diseñando diversos sistemas de almacenamiento que se han clasificado por tamaños. Las S, las más pequeñas, se han convertido en estaciones de carga móviles para equipos de vídeo e iluminación para grabación audiovisual.

Las de tamaño M (mediano) se van a incorporar en el contenedor de pequeños ciclomotores para poder rescatar a los coches eléctricos que se hayan quedado sin carga dentro de ciudad, como un servicio de valor añadido que Mapfre dará a sus asegurados. Las de tamaño XL, las más grandes, se corresponden con los armarios instalados en CesviRecambios para acumular la energía sobrante de tecnologías renovables, un concepto que también se quiere trasladar a los hogares con otro sistema parecido, y que se corresponde con el tamaño L.

Economía circular en Ávila: ejemplo de reciclaje de baterías de vehículos eléctricos

Los centros clasifican las baterías eléctricas de vehículos desechados y se recuperan para otros coches o se reciclan. Foto: Mapfre.

Ahorro en cifras

El ejemplo español de CesviRecambios y CesviMap se ha trasladado a otras regiones en las que el grupo empresarial opera, en Latinoamérica y en el centro de Europa, siendo piezas esenciales para mejorar en el plano medioambiental. A lo largo de 2022, Mapfre generó más de 3.300 toneladas de residuos en todo el mundo, de las cuales un 93% se sometieron a procesos de valorización de este tipo: recuperación, reciclado y producción de energía. Tres elementos que no faltan en las plantas abulenses.

Por otra parte, se han conseguido otros hitos, como la prevención del consumo de 191 toneladas de papel gracias a la firma electrónica biométrica, así como la emisión de 166,75 TmCO2eq en España y Portugal. Se han reciclado casi 290 toneladas de residuos, se ha fomentado la reutilización del 77% del total de piezas de sus equipos informáticos y se han donado casi 25 toneladas de estos elementos.

En general, en el último año ha promovido iniciativas para clasificar residuos y promover su reutilización o su reciclaje de una forma responsable. Y mirando hacia el futuro, su Plan de Huella Ambiental 2030 ha establecido como objetivo de valorización aprovechar el 84% de los residuos que genere en los países donde opera para 2024 y el 90% para el 2030.

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