<p>Foto: Hotel Districthive Colony, considerado el más sostenible de España.<p>

Foto: Hotel Districthive Colony, considerado el más sostenible de España.

Apostando por las tendencias hoteleras más respetuosas

Cada vez son más los alojamientos en España que trabajan aspectos como la inclusión de personas con discapacidad intelectual, la calidad laboral y nuevas fórmulas medioambientales y de economía circular. No solo como reclamo para atraer a un público más concienciado, también para que cunda el ejemplo entre otros agentes del sector.

Hace unos días nos enterábamos de que un hotel de Gandía (Valencia) había denegado el alojamiento de un grupo de personas con discapacidad intelectual acompañados de varios profesionales de apoyo en viaje organizado. El motivo esgrimido por el centro fue que no trabajaban con grupos de estas características, aunque puntualizaron que sí se admiten reservas de personas con discapacidad intelectual de forma individual mientras sean acompañadas por un mayor de edad.

Esta situación, que desde Plena Inclusión Madrid se ha tildado de discriminatoria, está sirviendo para mostrar las deficiencias palpables con las que viven habitualmente sus asociados. Pero también para dar una mayor visibilidad a aquellos espacios hoteleros y operadores que a base de una gestión más abierta han generado un impacto positivo mucho más inclusivo.

Dos ejemplos son los de los hoteles de Sercotel Alfonso XIII y Carlos III de Cartagena (Murcia). Se han convertido en pioneros dentro de su comunidad autónoma, ya que disponen de todas sus instalaciones accesibles cognitivamente para personas con discapacidad intelectual.

Acreditados por Plena Inclusión Región de Murcia, entre los dos han invertido 6 millones de euros para reformar sus estructuras, adaptando de forma completa su señalética, así como la documentación que ofrece a sus clientes, utilizando pictogramas, diferentes colores entre sus plantas y estándares de lectura fácil para hacerlos accesibles a personas con dificultades de comprensión lectora.

Tanto estos como otros centros de Cartagena han aceptado el asesoramiento de la Fundación SOI (Servicio de Ocio Inclusivo), que lleva tiempo trabajando en el proyecto SOI Turismo, en el que también caben la oferta gastronómica y de ocio. Este tiene como objetivo mejorar la accesibilidad cognitiva en los hoteles de esta ciudad murciana y convertirla en un referente en estas lides a nivel nacional.

Sello de trabajo justo

Además de la promovida por Fundación SOI, se están creando otras redes de hoteles con políticas de empleo éticas. Por ejemplo, el sindicato Las Kellys Cataluña, que representa a las camareras de piso de los alojamientos de esta comunidad autónoma, está trabajando para poner en funcionamiento una central de reservas.

A través de una iniciativa de crowdfunding, con la que se obtuvieron más de 90.000 euros a finales del pasado año, se va a financiar una plataforma tipo Booking en la que los viajeros podrán reservar habitación en hoteles que respetan los derechos de sus trabajadores, empezando por aquellos que las responsables de estos sindicatos conocen de primera mano.

Mientras termina de ejecutarse el proyecto, el viajero que quiera reservar su estancia en un hospedaje de estas características podrá decantarse dentro de muy poco por aquellos que cuenten con la certificación HJSR (Hoteles Justos Socialmente Responsables). Un reconocimiento promovido por los sindicatos CC.OO. y UGT en colaboración con la Universidad de Málaga y con el visto bueno del Gobierno central, que acaba de echar a andar.

Ha empezado a probarse en unos 60 establecimientos de toda España con el fin de comprobar que las herramientas de diagnóstico de calidad laboral son adecuadas. Esta fase de testeo terminará el 30 de junio y tras ella se podrá conceder el sello de forma general.

La certificación HJRS (Hoteles Justos Socialmente Responsables) se está probando en unos 60 establecimientos de toda España con el fin de comprobar que la calidad laboral es la adecuada.

La evaluación está midiendo diversos puntos vinculados a la aplicación de los convenios de los trabajadores, la libertad sindical, el tipo de empleo generado (indefinido, temporal, etc.), medidas de seguridad, siniestralidad laboral, formación, desarrollo profesional, diversidad y equidad retributiva, entre otras cuestiones.

Por el momento, es posible consultar algunas ‘listas blancas’ publicadas a lo largo del tiempo por algunos sindicatos, como el de las Kellys Unión Sevilla, que recomendaron en sus redes sociales una cincuentena de hoteles localizados en la capital hispalense. Entre ellos, Casa 1800 o los Catalonia Giralda y Santa Justa, que tienen en su plantilla a las camareras de piso con contratos laborales estables.

El medio ambiente, el más trabajado

El impacto medioambiental es, con toda probabilidad, el punto más trabajado en el sector hotelero. Desde el omnipresente mensaje para crear conciencia y que los clientes no echen a lavar sus toallas diariamente, hasta los dispensadores fijos de jabón y champú, pasando por los amenities fabricados y envueltos con materiales biodegradables para evitar los desechos plásticos, son muchos los hoteles que se han subido a este tren.

No obstante, algunos destacan por haber introducido nuevos elementos en este ámbito. Por ejemplo, Apartosuites Jardines de Sabatini (Madrid) tiene un convenio con Deleite Wear para convertir aquellos textiles con desperfectos que ya no se pueden utilizar en uniformes para sus trabajadores.

Esta pequeña empresa, creada y liderada por varias mujeres enamoradas de la moda, se dedica a rescatar tejidos de calidad que han sido desechados para crear con ellos nuevas prendas. Y, en el caso de Jardines de Sabatini, convierten las sábanas rotas o con manchas en delantales y camisas para sus trabajadores. Con esta medida, el hotel ha evitado tirar en un año cinco sacas de ropa de cama, el equivalente a 140 kilos de algodón, y ha anulado todo el conglomerado contaminante que supone el proceso de transformación de los tejidos hasta convertirlos en sus uniformes gracias a la reutilización.

Otro caso reseñable es el de Districthive Colony (Granada), que está considerado el hotel más sostenible de España. Se trata de unos módulos autosuficientes acristalados instalados en el desierto de Gorafe que cuentan con cama, baño, cocina y un salón con vistas al entorno y a las estrellas durante la noche. Y también con sistemas innovadores que les permiten estar ‘desconectados’.

No hay cableado eléctrico gracias al suministro continuado de sus placas fotovoltaicas; y tampoco tuberías ni saneamiento hacia el exterior, el agua proviene de la extracción de la humedad del aire que, una vez utilizada, se emplea para el riego. Por otra parte, sus inodoros están diseñados para convertir en cenizas los residuos orgánicos. Eso sí, hay conexión a internet y cobertura móvil, principalmente para poder hacer uso de las instalaciones a través de una app: abrir y cerrar la puerta; encender y apagar las luces; temperatura, aromas, sonidos, etc.

El hotel Districthive Colony de Granada está considerado el hotel más sostenible de España. No tiene cableado eléctrico, tuberías o saneamiento hacia el exterior, y el agua procede de la extracción de la humedad del aire.

Menos vanguardista, pero no por ello menos beneficiosa, es la apuesta de Garden Hotels (Baleares) por la economía circular. El grupo hotelero cuenta con un proyecto transversal que abarca desde la compra a productores locales de alimentos de proximidad y de temporada hasta la eliminación completa de los plásticos de un solo uso, pasando por la producción de compost con los residuos orgánicos generados en sus establecimientos.

Son todas ellas nuevas fórmulas que pretenden aportar un granito de arena a necesidades sociales y ambientales presentes y futuras, así como concienciar llamando la atención a través de la diferenciación. Una diferenciación que aporta valor y que ofrece soluciones amables en un sector descomunal como es el del turismo en España.

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