Zapatillas Verdes: la carrera contra el plástico en las maratones

Zapatillas Verdes: la carrera contra el plástico en las maratones

La mítica distancia de 42 kilómetros puede llegar a generar más de 7,2 toneladas de plástico por carrera. Conocemos la historia de Zapatillas Verdes, una organización argentina impulsada por la ‘runner’ María José Rutilo, que nació con el objetivo de concienciar sobre este problema. Una acción que ya han tomado las maratones de Londres y Madrid.
23 diciembre 2021

“Con quejarnos no se conseguía nada. Así que había que hacer algo: pasar a la acción”. Nueve años después, Zapatillas Verdes “lleva recolectadas casi nueve toneladas de plástico, a razón de una por año en promedio”, nos señala María José Rutilo (o ‘Majo’, como es conocida en el mundillo runner), una de las emprendedoras de la organización argentina que busca alcanzar maratones libres de plástico.

La historia de Zapatillas Verdes está ligada a la experimentada actividad de María José en maratones. En su palmarés cuenta con participación en carreras internacionales, en Nueva York, Melbourne, Berlín, San Sebastián o Madrid, además de una larga lista de recorridos en el interior de Argentina.

En varias de ellas corrió en ámbitos naturales: en la montaña, en la selva, en la playa, todas alejadas del asfalto urbano. Fue en estas pruebas donde tomó conciencia de la problemática.

“En esas carreras te das cuenta del daño que el plástico produce en la naturaleza, terminando enterrado en rellenos sanitarios o en nuestros océanos, con aves comiendo el microplástico y botellas que tardan más de 500 años en biodegradarse”, asegura.

El pistoletazo de salida

Pero como en toda maratón, había que ir kilómetro a kilómetro. Y ese primer kilómetro de Zapatillas Verdes fue conseguir un contenedor puesto a disposición en la sede del equipo, donde empezaron a guardar las botellas que recogían en el parque donde entrenaban.

Un arranque modesto, pero ambicioso en sus objetivos, ya que lo recolectado tendría luego dos destinos. Por un lado, la fundación Banco de Bosques, que trabaja con los objetivos de combatir el cambio climático y la extinción de las especies, y de salvar bosques nativos en riesgo. Por otro, distintas cooperativas de recuperadores urbanos.

Ese también fue el impulso de una organización ligada al deporte que se amplió y que actualmente subsiste bajo tres ejes fundamentales: promover el reciclaje, preservar los espacios verdes y brindar ayuda a los trabajadores que participan en el circuito del reciclaje.

Una amplia labor de concienciación

La preocupación también dio lugar al proyecto que se congenió con el grupo de running FC Max como soporte. “Zapatillas Verdes es una organización abierta, que trabaja esparciendo la semilla de la conciencia ambiental en cada rincón”, cuenta Rutilo a esta revista.

“En varias maratones dimos charlas en el escenario para explicar en pocas palabras la importancia de tirar las botellas en los lugares indicados para su posterior reciclaje y que no terminen en nuestros ríos o alcantarillas. También la importancia de usar botellas reutilizables para dejar de generar tanto plástico”, explica Majo sobre las actividades divulgativas de la plataforma.

Desde su experiencia como corredora en ultramaratones en la naturaleza le preocupan los geles energéticos que utilizan los participantes y que en su mayoría terminan tirados en el campo. “Este ejemplo es lo mejor para entender el daño irreversible que producimos los corredores en la naturaleza y en los animales, quienes comen el plástico confundiéndolo con alimento”, añade.

En cuanto a las prácticas, después de cada carrera, en la sede del equipo separan y acopian el plástico para entregarlo limpio y listo para reciclar a las cooperativas de recuperadores urbanos.

Mediante la contribución de todos alcanzan beneficios multidireccionales: para el cuidado del medio ambiente, para el espacio público y para la integración de las personas que trabajan recuperando residuos sólidos urbanos.

Para María José, las maratones, y por ende la actividad deportiva, tienen que “cumplir un rol ecológico, ya que son muchísimos los kilos de plástico que generamos y es necesario tratarlos con responsabilidad, para ser parte de la solución y no del problema”.

Apoyo de la iniciativa privada

La preocupación por desarrollar maratones con menor impacto del plástico está presente en varias maratones mundiales. La Maratón de Londres de Virgin Money de 2021 amplió sus ambiciones de liderazgo mundial para incluir la sostenibilidad medioambiental.

“Reconocemos que tenemos la responsabilidad, como evento de alto nivel de participación masiva, de establecer un estándar más alto”, señaló Megan Hunt, responsable de sostenibilidad de los eventos de la Maratón de Londres (London Marathon Events, en inglés).

Para ello, todas las botellas de agua utilizadas estaban hechas de material reciclado y eran 100% reciclables. También, el mensaje #DrinkDrainDrop dirigido a todos los corredores estuvo diseñado para fomentar el vaciado correcto de las botellas y para que las depositaran en las bolsas asignadas para permitir un sistema de circuito cerrado de reciclaje.

Además, también se utilizaron vasos compostables para las bebidas deportivas y se instó a los corredores a utilizar cinturones para reducir el uso de botellas de plástico. Se calcula que esto último llegó reducir la demanda de botellas de agua en un 40%.

Cabe recordar que una botella de plástico (PET) puede llegar a tardar hasta mil años en desaparecer; 50 años los vasos, también habituales en las maratones.

También en España

EDP Rock ‘n’ Roll Madrid Maratón también participa en esta carrera contra el plástico. Bajo el lema Piensa con los pulmones, corre con el corazón, se concienció en 2019 a los corredores, cuyo objetivo era proteger nuestro entorno el día de la carrera, reducir el impacto medioambiental y concienciar a todos los participantes de la importancia de contribuir al reciclaje de los envases utilizados durante la prueba, para dejar la ciudad limpia y cuidada para poder seguir corriendo por sus calles.

De este modo, y gracias a la colaboración con el Ayuntamiento de Madrid y Ecoembes, se llevó a cabo las acciones antes señaladas, durante y después del evento, encaminadas informar a los atletas sobre medidas de reducción y reciclaje de envases el día del evento.

El día de la prueba se instalaron contenedores de reciclaje específicos en todos los avituallamientos y en el área de meta, de modo que los corredores fuesen conscientes de cómo y dónde debían depositar los diferentes residuos y envases que utilizasen.

Contenedores amarillos, para envases de plástico, latas y briks; azules, para envases de cartón y el papel, y marrones, para los desechos orgánicos. Como resultado se recogieron 7,2 toneladas de envases de plástico, latas y briks, y 1,2 toneladas de cartón y papel. Una acción también desarrollada en la cita de 2021, donde se han potenciado los objetivos planteados.

Volviendo a Zapatillas Verdes, María José cree que el mensaje de cuidado ecológico ha tenido una recepción positiva. “Por suerte cada vez más gente se va acoplando a este cambio de actitud. En nuestro caso, hay varias organizaciones con las que trabajamos en equipo como, por ejemplo, Vamos a Hacerlo Argentina, con quienes salimos varias veces a limpiar las costas del Río de la Plata. Y no solo con ONG y el sector público, sino también con empresas privadas que nos convocaron para concientizar a empleados y corredores de sus equipos”.

Una de ellas fue Adidas, en la celebración del Día Mundial de los Océanos. María José señaló un rato antes de arrancar la carrera Run for the Oceans la existencia de cinco islas de plástico en los océanos del mundo. “Les quiero agradecer a Adidas y a Parley toda esa ‘movida’. Miren lo que hicieron: estuvimos todos ahí tomando conciencia de que como consumidores podemos exigir a las marcas que tengan propósitos de este tipo”.

Resultados que hacen evidente el progreso. No obstante, María José recalca que aún falta mucho camino por recorrer en esta maratón: “Recién estamos comenzando a transitar la ruta de la sostenibilidad y el respeto a la naturaleza y el medio ambiente. Pero estoy muy esperanzada. Donde vamos con nuestro mensaje siempre somos bien recibidos. ¿Por qué no también en España? Creo que la semillita del cambio está comenzando a germinar”.

En esa labor de concienciación la acompaña Maratita. “Mi hijita. Tiene dos años, y juntas concienciamos por un mundo mejor”.

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