Transformar la experiencia de selección para candidatos con discapacidad

Transformar la experiencia de selección para candidatos con discapacidad

Cuando hablamos de inclusión laboral de personas con discapacidad solemos pensar en su incorporación al puesto de trabajo, sin embargo, esta es apenas una parte de todo lo que compone la integración de este colectivo en el mercado laboral. Es decir, la inclusión comienza mucho antes, arranca en el propio proceso de selección, que se compone por cada paso del recorrido que realiza una persona desde el interés por una oferta laboral hasta su integración en una organización.

Son muchas las empresas que hoy están cada vez más comprometidas con la diversidad y el talento inclusivo. Sin embargo, en muchas ocasiones todavía faltan herramientas para que las personas con discapacidad vivan el proceso de selección con equidad. De tal modo que mejorar esa experiencia es, actualmente, el punto más importante sobre el que trabajar dentro de las empresas.

Si hacemos un breve análisis y nos remontamos al inicio, un proceso de selección inclusivo comienza con algo tan básico y, a la vez tan poderoso, como una oferta de empleo bien redactada. Así, podemos decir que usar un lenguaje claro, sencillo y no excluyente es el primer paso para comunicar apertura ante los candidatos. Además, las plataformas digitales deben estar diseñadas bajo criterios de accesibilidad universal, permitiendo que cualquier persona, independientemente de sus capacidades, pueda navegar sin obstáculos, entender los requisitos del puesto y postularse con autonomía.

Además, la experiencia del candidato se ve enriquecida cuando encuentra representada la diversidad en los mensajes, imágenes y testimonios que la empresa ofrece, es necesario comunicar el compromiso empresarial con la inclusión, esto genera confianza y reduce barreras invisibles.

No obstante, hay un factor que tiene el mayor peso y mediante el cual se refleja el compromiso real de las empresas con la diversidad, estas son las entrevistas y evaluaciones. En esta parte del proceso, los reclutadores deben contemplar ajustes que reconozcan las particularidades de cada persona. Esto puede significar adaptar el formato de la entrevista, ofrecer tiempos adicionales, brindar tecnología de apoyo o contar con intérpretes en lengua de signos. En definitiva, gestos que suponen grandes avances hacia la igualdad de oportunidades reales.

Para que esto suceda, es importante que los equipos de selección estén formados y sensibilizados. En Fundación Randstad colaboramos estrechamente con empresas para acompañarlas en este proceso de transformación mediante asesoramientos individualizados. Y es que creemos que el proceso de selección puede ser un puente hacia el desarrollo profesional. Para ello, cada persona debe ser evaluada por su talento, sus competencias y su motivación. Esta es la forma en que la experiencia del candidato con discapacidad pueda ser positiva, sin contar con que de esta forma las empresas consiguen fomentar una cultura organizacional inclusiva; y no hay nada mejor que esto para generar un efecto multiplicador que llegue a todos los ámbitos de la compañía de una forma beneficiosa.

Es decir, cuando una empresa apuesta por procesos de selección accesibles está sentando las bases para contar con una plantilla más diversa, innovadora y resiliente y con esto transmite un mensaje poderoso a sus propios equipos: “aquí cabemos todos”.

Vivamos la inclusión como una decisión estratégica, sustentada por valores y visión de futuro. Porque la diversidad genera riqueza; el talento no entiende de etiquetas y porque todos tenemos derecho a vivir una experiencia de selección en la que poder demostrar nuestras habilidades y conocimientos, independientemente de nuestras capacidades. Pensemos que las oportunidades comienzan con una puerta abierta y el proceso de selección es una de esas puertas.

Comentarios

Powered by Sindyk Content
Arriba