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El Hub de Innovación Social de Fundación Randstad es una ejemplo de espacio adaptado a todas las personas y necesidades. Foto: E. Barrio.
La accesibilidad real en las empresas es posible, pero nos falta
Para lograrlo, se requiere prestar atención a las necesidades de las personas con discapacidad y llevar a cabo las adaptaciones que sean necesarias, bien sean físicas o emocionales para que su puesto de trabajo esté realmente acondicionado.
Esto parece algo obvio, pero, sin embargo, según los últimos datos del Informe sobre motivaciones y expectativas en el mercado laboral de las personas con discapacidad de Fundación Randstad, se refleja que esa anhelada participación, a nivel laboral y general, para muchos no es todavía una realidad, ya que solo una de cada cuatro personas encuestadas considera que las empresas cuentan con medidas adecuadas de accesibilidad. De hecho, un 46% reconoce que existen, pero señala deficiencias, mientras que un 22% afirma que apenas hay medidas implementadas. Estos datos nos hablan de que, aunque la accesibilidad está presente, es a menudo parcial, insuficiente e incluso está mal ejecutada.
El análisis también revela que, aunque hay avances, estos todavía no están consolidados. De esta forma, un 41% de las personas encuestadas percibe mejoras en la accesibilidad durante el último año, ya sean puntuales o significativas. Un 21% afirma que ha sido una prioridad real en su empresa. Sin embargo, un 38% no ha observado ningún cambio. Esta disparidad nos muestra que el compromiso con la accesibilidad empieza a consolidarse en algunos entornos laborales, pero aún queda mucho camino por recorrer.
En este sentido, ¿cómo se podría cambiar esta circunstancia? En la Fundación Randstad, entendemos la accesibilidad como un elemento estructural del entorno laboral. Es decir, su presencia transforma la experiencia de las personas con discapacidad y, con ello, enriquece a las empresas, ya que como bien decíamos al comienzo, la accesibilidad consiste en construir espacios que reconozcan la diversidad como una fuente de valor.
Por eso, apostamos por tener en cuenta distintas circunstancias y adaptar nuestros espacios a las mismas, priorizando los elementos ambientales, físicos y emocionales, que faciliten el desarrollo profesional de todos los trabajadores y permitan aportar el máximo potencial y talento de cada persona.
La accesibilidad consiste en construir espacios que reconozcan la diversidad como una fuente de valor.
Consideramos que los datos del informe nos hacen una llamada de atención para evolucionar para ser empresas realmente accesibles. La mejor forma de cumplir con ese objetivo es tener en cuenta la accesibilidad en todos nuestros servicios y productos que ofrecemos como compañías, pero también en todo el proceso que conlleva llegar a ser trabajadores de la organización. Esto significa que las plataformas digitales estén pensadas para todos, que los espacios físicos sean transitables, que la comunicación sea clara y que los procesos se adapten a las necesidades de cada persona.
Para ello es importante escuchar, entender las necesidades de las personas, y sobre todo probar nuestros servicios y productos con quienes realmente los van a utilizar, teniendo en cuenta a todas las personas, con sus fortalezas y limitaciones.
Y es que tenemos la convicción de que la accesibilidad es posible y que sus beneficios son múltiples. Es una decisión estratégica que impacta directamente en la cultura organizacional. Una empresa accesible es más diversa, innovadora y, sobre todo, humana, algo muy necesario en estos tiempos de digitalización.