El valor de la diversidad en las empresas

En esta transformación, las compañías han podido comprobar el cambio de clima laboral, los beneficios que trae centrarse en todas las personas del equipo como pieza clave para el buen rendimiento y el éxito del negocio; y cada vez más se busca ‘humanizar’ el trabajo. Un proceso en el cual la diversidad ha cobrado protagonismo.

Sin embargo, aunque esto es una realidad, el incluir la diversidad en la estrategia se está dando como un proceso muy paulatino cuando nos referimos en concreto a la contratación de personas con discapacidad. Esto se debe a que las empresas se debaten entre los posibles beneficios y los prejuicios a la hora de incluir a personas de este colectivo en sus plantillas, que existen y solo trae miedos a la hora de dar ese paso positivo no solo para la persona con discapacidad contratada, sino para todo su entorno laboral.

En Fundación Randstad tenemos un largo recorrido en materia de empleo de personas con discapacidad en el que hemos creado alianzas con muchas empresas y seguimos construyéndolas. En este camino hemos podido comprobar que los equipos diversos que cuentan con personas con discapacidad van un paso por delante en cuanto a la variedad de perspectivas gracias a los diferentes puntos de vista que aporta este colectivo. Y es que las personas con discapacidad suelen abordar los problemas de una forma única, lo que fomenta la innovación, la creatividad y mejora la toma de decisiones.

Pero no solo eso, también hemos podido comprobar que las empresas que cuentan con personas con discapacidad en sus plantillas son susceptibles de aumentar la empatía y el trabajo en equipo, ya que la inclusión de esta población en el entorno laboral promueve la sensibilidad, el respeto y la cooperación entre los empleados, fortaleciendo la cultura empresarial.

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Además, estas suelen demostrar altos niveles de compromiso y dedicación, lo que beneficia la productividad y reduce la rotación del personal, factor que las empresas suelen valorar como positivo. Y en ese periodo, las empresas se ven impulsadas a buscar soluciones accesibles para conseguir la inclusión de las personas con discapacidad, lo que las hace innovadoras desde el punto de vista social y empresarial.

Todo esto suma una proyección positiva, pues las empresas inclusivas son mejor valoradas por clientes, inversores y socios, lo que hace que mejore su reputación y marca.

Por todo esto, en Fundación Randstad estamos convencidos de que contar con una plantilla diversa que incluya a personas con discapacidad supone una inversión para las empresas desde el punto de vista psicosocial, pero también para el rendimiento, los resultados, la proyección; y trabajamos para que cada vez sean más las empresas que puedan constatar este resultado sirviendo como efecto multiplicador para que la inclusión permeé todo el tejido empresarial haciéndolo cada vez más sano y robusto.