Algunas lagunas en la transparencia fiscal de las empresas

Algunas lagunas en la transparencia fiscal de las empresas

Para la Fundación Haz constituye una satisfacción constatar el progreso constante que las empresas del IBEX 35 vienen mostrando en su compromiso con la transparencia de su responsabilidad fiscal, que se vuelve a reflejar de nuevo en los resultados del informe 'Contribución y transparencia 2022' del que soy partícipe desde su primera edición. Un año que ha estado marcado por la polémica del caso Ferrovial, que ha vuelto a situar, indebidamente, la responsabilidad fiscal en el centro de atención de la opinión pública.

Digo que la cuestión sobre el traslado del domicilio fiscal a Holanda de la empresa madrileña ha ocupado de manera indebida la reflexión sobre el comportamiento fiscalmente responsables de las empresas porque el debate ha estado claramente condicionado por intereses electoralistas, enturbiando una cuestión que merecía un tratamiento objetivo e imparcial, pero de esto habla en profundidad Javier Martín Cavanna en Cuando se juntan un Gobierno partidista y una empresa autista.

La mejor manera de evitar estas polémicas estériles y nocivas es sustrayéndolas de la contienda partidista y situándolas en un ámbito presidido por las relaciones cooperativas entre las empresas y la administración tributaria.

En este nueva edición del informe Contribución y Transparencia 2022. Informe de transparencia de la responsabilidad fiscal de las empresas del IBEX 35, por segunda vez las empresas calificadas de transparentes superan en porcentaje a las empresas translúcidas y opacas: un total de 19 empresas (el 54% de la muestra) obtienen este calificativo siguiendo la tendencia del año pasado en el que por primera vez el número de empresas transparentes superaron a la suma de las empresas calificadas de opacas y translúcidas.

A este dato positivo hay que sumar la mejoría en el cumplimiento del indicador relativo a la supervisión por parte de la comisión de auditoría del Informe de transparencia voluntario presentado a la AEAT (Agencia Estatal de Administración Tributaria); una práctica que, gradualmente, se va a extendiendo a todas las empresas y que ayuda a reforzar y construir esa relación colaborativa con la administración tributaria.

Ahora bien, para que esa relación cooperativa sea fructífera y eficaz debe ser recíproca. De poco sirve que las empresas hagan un esfuerzo voluntario por transparentar a la AEAT su estrategia y principales cuestiones fiscales, si ese empeño colaborativo no es reconocido y correspondido.

Junto a los claros avances que se vienen constatando en la información sobre la fiscalidad responsable, hay otras áreas en las que las empresas les cuesta más avanzar a la hora de impulsar buenas prácticas.


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Sin descuidar los indicadores propios del área fiscal, dos son las cuestiones en donde las empresas deberían centrar sus esfuerzos por mejorar en los próximos años. El primero se refiere a las relaciones con su auditor externo. Como hemos recordado en numerosas ocasiones, el aumento del riesgo fiscal y la prestación de servicios de asesoría fiscal por parte de la entidad que realiza la auditoría legal son dos cuestiones que están correlacionadas. Claramente, los riesgos de contratar con la entidad auditora servicios no relacionados con la auditoría excede con mucho los beneficios de esa decisión, justificada, muchas veces, en imaginarias eficiencias y economías de escala.

La segunda cuestión está relacionada con la rendición de cuentas de las comisiones de auditoría. Es importante que los informes de actividades de las comisiones de auditoría y control ganen en calidad y profundidad. Si bien es cierto que la publicación de la Guía técnica 3/2017 sobre comisiones de auditoría de entidades de interés público de la CNMV impulsó la rendición de cuentas de estos órganos delegados del consejo, la realidad es que muchos de los informes de actividades de las comisiones de auditoría de las empresas del IBEX 35 están repletos de generalidades y lugares comunes.

Este Informe de la Fundación Haz recoge algunas buenas prácticas de empresas en los dos ámbitos mencionados que pueden servir de ejemplo y referente al resto de compañías.

No nos resta sino felicitar a las empresas por los resultados de este año, seguir animándolas en sus esfuerzos y agradecer a D. Manuel Trillo Álvarez, delegado central de grandes contribuyentes AEAT, su participación en la presentación pública de este informe.

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