Este sitio web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuaria/o posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestro web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de este sitio web encuentras más interesantes y útiles.
Extremadura y la responsabilidad corporativa
A bombo y platillo se anunció este mes de julio que la Comunidad de Extremadura pueda contar a partir de este verano con una Ley de Responsabilidad Social Empresarial, la cual «posibilitará otra manera de gestionar una empresa», según ha anunció el director general de Trabajo del gobierno autonómico, durante la inauguración de un curso de verano organizado por la Universidad de Extremadura. Uno se pregunta si realmente hay algo que celebrar. ¿Realmente necesitamos una Ley de Responsabilidad Social? ¿Con una escandalosa tasa de paro del 27,12% es este el tipo de propuestas que necesita la región de Extremadura? En CE somos muy poco partidarios de que la RC se someta a cualquier tipo de regulación, ni de ámbito nacional ni, por supuesto, autonómica. No es necesaria, ni conveniente.
Son simples luces de bengalas de los políticos para distraer de los problemas reales y no acometer otras reformas de mayor calado. Con la RC va a terminar ocurriendo lo mismo que aconteció con la Ley de Cooperación al Desarrollo.
Tardamos más de dos décadas en aprobar un marco legal nacional que regulase los instrumentos y las políticas de cooperación al desarrollo. Tardamos tanto que cuando se aprobó ya existían una docena de leyes de cooperación autonómicas.
¿Necesitamos doce leyes de cooperación al desarrollo en España? Alguien debería pararse a pensar.