<p>Javier Ruiz-Morote cambio los planos de arquitectura por los acordes de piano y con Avoces se sirve de la música para ayudar a las personas. Foto: Avoces.<p>

Javier Ruiz-Morote cambio los planos de arquitectura por los acordes de piano y con Avoces se sirve de la música para ayudar a las personas. Foto: Avoces.

“El valor de la música en nuestro desarrollo personal es enorme y no se conoce”

Javier Ruiz-Morote está convencido de que la música transforma vidas y en 2018 creó Avoces con el objetivo de mejorar el bienestar y la salud de las personas a través de la música y el canto, con especial foco en los colectivos más vulnerables.

Javier Ruiz-Morote, arquitecto de profesión hasta hace poco tiempo y fundador de Avoces, dio un giro radical en su vida para utilizar la música como cimiento de la sociedad y cemento de las personas que la formamos, demostrando que se pueden usar todo tipo de ladrillos con distintas funcionalidades y características para edificar una pieza musical arquitectónicamente infalible y armoniosa y al mismo tiempo mejorar la calidad de vida de sus componentes.

La música siempre ha rodeado su vida. Cantor desde los 6 años y graduado en piano, los cursos de musicoterapia en Londres le abrieron una nueva visión en torno al mundo de la música y su valor como herramienta para ayudar a personas.

Con estos mimbres y el convencimiento y certeza que la música transforma vidas, creo Avoces con la misión de trabajar por el bienestar personal a través del canto y las prácticas musicales colectivas.

En este momento, Avoces trabaja con varios de los colectivos más vulnerables de la sociedad: ancianos, atajando tanto problemas de memoria como la soledad no deseada; personas con enfermedades neurodegenerativas; personas con diversidad funcional y trastornos del desarrollo, y personas con discapacidad intelectual. La transformación que percibe cada una de estas personas es indescriptible.

¿Qué es Avoces?

Avoces es una entidad que ofrece servicios sociales y terapéuticos a través de la música para los sectores educativo y sociosanitario, poniendo especial interés en los colectivos vulnerables.

Además, desarrolla programas psicoeducativos y músicoeducativos en colegios e institutos públicos, atendiendo diferentes necesidades del alumnado más vulnerable.

¿Por qué nace? ¿Cómo se os ocurrió la idea?

En la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea se reconoce “el derecho de las personas mayores a llevar una vida digna e independiente y a participar en la vida social y cultural”. En el contexto del paulatino envejecimiento de la población europea han emergido campañas de concienciación como la Old Lives Matter (2021-2031).

Avoces surgió con la motivación de atender esta realidad, para atender a las personas mayores y otros colectivos vulnerables a través de la música y la musicoterapia, con el objetivo fundamental de mejorar su salud, bienestar y calidad de vida de manera accesible.


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¿Qué queréis cambiar con Avoces?

Avoces es un proyecto con motivación social. Nos proponemos atender a grupos vulnerables mediante programas clínicos y psicosociales que a través de la música promuevan la mejor calidad de vida de estos colectivos.

Prestamos especial atención a las personas mayores y a los ancianos. Ellos son nuestro principal motor. Ofrecemos para ellos un mundo de comunicación social, reafirmación, aprendizaje, creatividad, ilusión y calidad de vida. Empleamos la musicoterapia para trabajar aspectos físicos, psicológicos, cognitivos y socioemocionales que les ayude a superar el día a día y los retos característicos de la edad.

Actualmente, y en colaboración con la Federación de Asociaciones de Familiares de Enfermos de Alzheimer de Madrid (Fafal), proyectamos prolongar nuestra acción a los núcleos rurales despoblados de la Comunidad de Madrid, asegurando que nuestros recursos alcanzan además a las familias afectadas por la enfermedad en aquellas localidades que no están dotados de estos servicios sociales.

El empleo de la música como herramienta de transformación permite también la realización de programas para otros colectivos vulnerables, no necesariamente enfermos o condicionados por su salud o genética, en los que trabajamos en el área de la educación, la integración social y la prevención de la marginación.

Nuestro fin último es llegar a todos los sectores de la sociedad, desde las grandes entidades sociales y servicios públicos, hasta el núcleo familiar y las personas más vulnerables. Los cambios medidos en aspectos como la autoestima, la tolerancia, la colaboración, el respeto, la creatividad o la tolerancia a la frustración son enormes.

¿Qué es lo que más valoran los usuarios de Avoces?, ¿y las familias?

A lo largo de nuestra trayectoria percibimos que nuestros usuarios valoran el trato cercano y personal. En realidad, la naturaleza de nuestra actividad lo requiere así, ya que todo lo que producimos proviene de las propias personas. Repercutiendo la intervención tanto en la persona, como en su entorno social y familiar.

El empleo de dichos modelos nos permite prever, programar y evaluar una mejora de la calidad de vida de las personas, una mejora de los núcleos familiares, promover la integración de colectivos discriminados y finalmente promover una mejoría en el tejido social.

Para mejorar la calidad de vida de las personas es necesario que perciban atención, cercanía y unión, tanto de nuestros profesionales como de los propios compañeros de grupo.

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“El valor de la música en nuestro desarrollo personal es enorme y no se conoce”

Avoces quiere mejorar la calidad de vida de las personas a través de la música, con especial atención a las personas mayores y a niños con discapacidad, entre otros. Foto: Avoces.

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Avoces quiere mejorar la calidad de vida de las personas a través de la música, con especial atención a las personas mayores y a niños con discapacidad, entre otros. Foto: Avoces.

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“El valor de la música en nuestro desarrollo personal es enorme y no se conoce”

Avoces quiere mejorar la calidad de vida de las personas a través de la música, con especial atención a las personas mayores y a niños con discapacidad, entre otros. Foto: Avoces.

¿Cuál es la clave de vuestro éxito?

Desde la antigüedad se ha utilizado la música como elemento curativo. En la Grecia Clásica, Platón y Aristóteles incluyeron la música como parte esencial de sus leyes para la sociedad. Con el paso de los siglos se han ido demostrando sus beneficios en diversas áreas de la salud, llegándose a aplicar en hospitales para la rehabilitación de soldados en la Segunda Guerra Mundial. Según manifiesta la Federación Mundial de Musicoterapia (WMTF, 2011), “la musicoterapia es el uso profesional de la música (…) buscando optimizar su calidad de vida y mejorar su salud física, social, comunicativo, emocional e intelectual y su bienestar”.

La musicoterapia supone un estímulo no farmacológico y complementario a diversos tratamientos, pudiendo con ella reducir los síntomas negativos de la enfermedad o complementando al desarrollo completo del individuo, en el caso de los niños con discapacidad.

En nuestro país la musicoterapia es innovadora y en muchos sectores aún desconocida. Es por lo tanto una disciplina previsiblemente en crecimiento, debido a los potenciales beneficios que puede generar para la salud, en comparación con la relativa baja inversión que supone su práctica y la implementación de los programas musicoterapéuticos.

¿Qué valores de la sociedad estáis tratando de impulsar?

En una sociedad cada vez más sumergida en las tecnologías y la individualización, pensamos que esta carrera deshumanizadora está causando problemas en las personas y en la misma sociedad. El ser humano es sociable por naturaleza, por lo que nuestras propuestas siempre son grupales y persiguen el acercamiento de las personas a través de un medio amable y fácil como es la música.

En los centros educativos estos problemas personales y sociales son muy visibles, y a menudo los equipos de orientación nos trasladan dificultades de concentración, integración, inclusión, y comunicación entre su alumnado. En el caso de las enfermedades neurodegenerativas, el trabajo de las habilidades sociales suele ser uno de los objetivos a lograr en los programas, ya que la socialización puede disminuir e incluso paliar procesos depresivos, cognitivos y degenerativos.

En el caso de los coros para todos los públicos, además de trabajar los aspectos estrictamente técnicos y artísticos del canto coral, entendemos que el pertenecer a una agrupación con mismas aficiones y la creación de bellas piezas artísticas, promueve importantes aspectos personales como pueden ser la autoestima y el autoconcepto, además de contribuir en la integración de la vida social y cultural del entorno.

La acción grupal conforma el eje transformador, en el que la motivación, la inclusión, la participación y los valores son objetivos transversales y protagonistas.

Todavía queda mucho por investigar y por reconocer. El valor que tiene la música en nuestro desarrollo como personas es enorme y no se conoce tanto. El hacer música en grupo genera valores como compartir, socializar, saber trabajar en equipo, y capacidades como organización espacial, organización temporal, coordinación, etc.

No queremos dejar tanta huella en el mundo como en las personas. Nuestra huella es profundamente humana y tan personalizada que lo que queremos hacer es mejorar la vida de las personas, trabajando aquí y el ahora.

¿Qué ha sido lo más difícil? ¿De qué estás más orgulloso? Mayores logros y mayores meteduras de pata.

Dado que los colectivos vulnerables a los que nos dirigimos son en ocasiones minoritarios, nos encontramos con que no hay financiación pública asignada para asegurar la dignidad y calidad de vida de estas personas, más que cubrir sus necesidades básicas.

Debido a esto, muchos de los programas que realizamos son financiados de manera privada en el caso de entidades, y por las familias en el caso de clientes particulares. Como en toda empresa, la fidelización de clientes es uno de los objetivos importantes a lograr. En nuestro caso, si bien la gran mayoría de nuestros clientes nos valoran positivamente, en ocasiones los programas no tienen continuidad por falta de financiación.

Esta situación vinculada a colectivos minoritarios se contrapesó desde un inicio, cuando tomamos la iniciativa de escalar nuestra acción a todas las personas y no solo a aquellas en situación de vulnerabilidad. En realidad, cualquier persona se puede beneficiar de cantar con amigos, familiares y conocidos. Esta decisión nos permitió compensar las exigencias económicas que requieren los proyectos sociales, simplemente ampliando el espectro de nuestros potenciales usuarios.

¿Cómo va Avoces a nivel empresarial?

La sostenibilidad del proyecto Avoces viene dictaminada por el modelo de crecimiento orgánico. La infraestructura logística y los recursos humanos son incrementados en función de la demanda del cliente y las contrataciones. Esto nos permite no incurrir en grandes inversiones económicas.

La viabilidad del proyecto viene reflejándose desde nuestros inicios por el incremento de usuarios que acceden a nuestros servicios anualmente. Los contratos socio-sanitarios se iniciaron en el año 2019 en el colectivo de personas con enfermedades neurodegenerativas. Dichos contratos se renuevan anualmente hasta la fecha. En la actualidad atendemos en seis centros sociosanitarios para personas mayores.

En el año 2022 se iniciaron contratos para institutos públicos en situación de riesgo de exclusión social por medio del programa PROA+ del Ministerio de Educación y Formación Profesional.

En el año 2023 hemos tenido un crecimiento del 36% y estimamos un crecimiento de un 11% adicional en el año 2024. Orgullosamente, el 90% de los beneficiarios de nuestros servicios siguen siendo personas socialmente vulnerables, lo que mantiene latente el origen de nuestra iniciativa.

Un emprendedor social es alguien que le mueve hacer el bien por las personas y mejorar lo que tenemos, y eso le pesa más que el beneficio económico. No se va a enriquecer, la riqueza viene con la recompensa de que tu trabajo mejora la vida de las personas.

¿Cuál es vuestro mayor reto ahora mismo?

Ahora mismo tenemos varios retos, estamos en un momento de satisfacción porque los números nos dan la confianza de que podemos seguir. En el quinto años vemos la fidelización de nuestros clientes, pero necesitamos seguir creciendo en la misma línea, y que este crecimiento no suponga el que se pierda ese contacto personal. Y sigamos contando personas con una alta capacidad humana que sigan manteniendo este carácter personal. E incluso interpretar mensajes con personas que no son capaz de hablar para lo que debemos tener un índice de sensibilidad muy alta.

¿Qué huella queréis dejar en el mundo?

Esta pregunta me resulta ambiciosa y no sé si va a la par del proyecto Avoces, que es un proyecto tremendamente humano. No queremos dejar tanta huella en el mundo como en las personas. Nuestra huella es profundamente humana y tan personalizada que lo que queremos hacer es mejorar la vida de las personas, trabajando aquí y el ahora.

Para mí lo importante es el email que nos llega de una madre de un niño con discapacidad, contando lo contento que está su hijo cuando ha dicho que lo más grande que le ha pasado esa semana ha sido el ensayo de coro. Aunque no lleguemos a ser la empresa de musicoterapia más grande de España.

¿Qué es para ti un emprendedor social? ¿Se hace o se nace?

Alguien que le nueve hacer bien por las personas y mejorar lo que tenemos hoy. Que tenga más peso el hacer algo por las personas que el beneficio económico. No te vas a enriquecer, la riqueza viene por la parte humana, con la recompensa de que tu trabajo mejora la vida de las personas.

Se nace. Me encuentro con muchas personas que han iniciado un camino, pero de repente te encuentras con ‘una llamada’ a revisar cosas dentro de ti que te impulsa a cambiar una realidad, y eso es de una naturaleza muy personal.

¿Qué consejo le daríais a los emprendedores sociales que vienen?

Que sean muy constantes y que sean siempre fieles a su fin moral y personal. Que sean coherentes con sus clientes y con sus equipos. La coherencia es clave y la coherencia social y coherencia empresarial tienen que ir de la mano.

¿Qué mensaje te gustaría mandar a nuestros lectores?

Que se animen a hacer música en grupo para que puedan vivir en primera persona los beneficios que tiene hacerlo, y que si tienen posibilidad que apoyen económicamente este tipo de iniciativas que para las personas más vulnerables tienen beneficios incalculables.

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