“Con nuestra cerveza queremos innovar en la sostenibilidad de forma rentable”

Y hacer esto de manera sostenible, pero no una sostenibilidad sin más, una sostenibilidad que siempre tiene que llevar aparejado un resultado económico positivo, porque si no el impacto no perdura en el tiempo y la ventaja competitiva desaparece.

Además de luchar contra el desperdicio alimentario y que la industria de la alimentación y el pequeño comercio se sumen al desperdicio cero.

Todo ello desde Fuentenebro, un pequeño pueblo cerca de Aranda de Duero (Burgos), y con el convencimiento pleno que no hay otra forma de hacer las cosas.

¿Qué es Cerveza Mica?

Cerveza Mica es una cerveza sostenible y rural originaria de la región de Burgos, en Castilla y León. Se distingue por su producción local y el uso de ingredientes autóctonos, como la cebada que cultivan en la comarca de la Ribera del Duero, concretamente en Fuentenebro.

Han pasado diez años desde que se inauguró y que elaboró, en enero de 2014, su primer lote en el corazón de la comarca.

¿Por qué nace? ¿Cómo se os ocurrió la idea?

Cerveza Mica nació con el objetivo de crear un impacto positivo en el desarrollo económico y social de la zona rural donde se elabora este producto.

La idea surge por un cúmulo de circunstancias y de vivencias como, por ejemplo, estar en Ghante, Bélgica, pedir una cerveza y que te pregunten “qué tipo quieres”. En España, hasta hace poco, las opciones eran solo “caña o botellín”.

¿Qué queréis cambiar con Cerveza Mica?

Es muy importante desarrollar productos de una forma ya no solo responsable, sino crear innovación a través de la sostenibilidad.

Todos los productos que desarrollamos tienen un fin social o medioambiental. Es fundamental para nosotros crear riqueza en un entorno local y rural y esto tiene que nacer desde el núcleo de la empresa.

También es importante para Mica la lucha contra el desperdicio alimentario, por eso hemos creado una cerveza que sustituye la mitad de la malta por pan duro que se va a tirar porque no se ha vendido en el día, que está en perfectas condiciones.

Actualmente, además de estar muy implicados en revitalizar la España rural, todos los subproductos de la elaboración de la cerveza como el bagazo (el grano que sobra de hacer la cerveza, grano fresco o malta de cebada) lo estamos utilizando, por ejemplo, para donarlo a pastores y alimentar el ganado, algo que  se podría valorar en aproximadamente 40.000 euros de ahorro de costes para el ganadero, o incluso elaborar plástico biodegradable a través de un proyecto europeo.

Con este plástico también haremos packaging, se puede utilizar como biocompost o incluso para hacer pan. Además, el packaging de Cerveza Mica es creado por personas que tienen alguna discapacidad.

¿Cómo defines la ‘nueva sostenibilidad’?

Creo que la nueva sostenibilidad tiene que ir implícita en los objetivos y estatutos de la empresa con el fin de que sea el faro de las nuevas compañías.

El que una empresa sea rentable es fundamental, pero creo que tienen que mirar mucho más allá y descubrir la rentabilidad a partir de la sostenibilidad. Es la clave para que la nueva sostenibilidad sea viable, que tenga intrínseca una rentabilidad en sí misma.

¿Qué es lo que más valoran vuestros clientes?

En un inicio, el sabor de nuestra cerveza y la imagen que trasmitimos. Una vez que el cliente la prueba y tiene más curiosidad, le encantan las acciones que hacemos; así creamos consumidores fieles.

Respecto al público profesional, creemos que lo que más valoran es nuestra flexibilidad, determinación, aplicación con ellos y profesionalidad.

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¿Cuál es la clave de vuestro éxito?

No sé si hemos logrado el éxito, pero lo que queremos que nos lleve a él es crear productos con mucha honestidad.

¿Qué valores de la sociedad estáis tratando de impulsar?

Los valores de la empresa no han cambiado; siguen siendo actuales y totalmente válidos.

Uno de ellos, por ejemplo, es “con raíces, pero sin fronteras”. Esto para nosotros quiere decir que respetamos el producto, respetamos e intentamos potenciar nuestra raíz, pero además nos gusta que Mica se beba en todo el mundo y que tenga un grado de innovación muy alto.

¿Qué ha sido lo más difícil? ¿De qué estáis más orgullosos?

Creo que es muy difícil hacerse un hueco en un mercado tan competitivo como el de la cerveza. Esto realmente lo estamos empezando a conseguir ahora. Por ejemplo, ir a los principales supermercados de España y estar presentes creo que sí es un pequeño éxito. Y estar en restaurantes relevantes también es otro pequeño triunfo, pero aún nos queda muchísimo trabajo. Todo esto es gracias a un gran equipo y es de lo que más orgulloso me puedo sentir.

¿Cómo va Cerveza Mica a nivel empresarial?

El breakeven lo conseguimos en el segundo año de vida, pero la pandemia nos hizo muchísimo daño y creemos que al año que viene recuperaremos ese equilibrio financiero, dado que además estamos haciendo inversiones tanto en marketing como en equipo comercial.

¿Cuál es vuestro mayor reto ahora mismo?

Conseguir una rentabilidad adecuada. Con el aumento de precios de materias primas, de botellas, cajas… los costes han aumentado considerablemente y el consumidor no puede asumir todo el coste, por lo que nuestro mayor reto es conseguir este equilibrio siendo más eficientes en nuestras operaciones, compras, costes de ventas, promociones… Un equilibrio de todo.

¿Dónde ves Cerveza Mica en 5-10 años?

Como líder en el sector de cervezas artesanas, de calidad y de autor en España. Pero además, como referencia de cómo una pequeña empresa puede tener unos objetivos muy agresivos de sostenibilidad medioambientales y sociales y cómo hace que sean rentables. Innovación en la sostenibilidad de forma rentable.

Con el foco de revitalizar la España rural con acciones muy relevantes, y trabajar por la reducción del desperdicio alimentario. Con la creación de la empresa Mendrugo junto a Pascual Innoventures, el vehículo de corporate venturing de Pascual, que impulsa la innovación en la industria agroalimentaria abordando retos globales y locales, en la que estamos sustituyendo en la producción de cerveza la mitad de la malta por pan duro que se va a tirar, somos los únicos que recuperamos pan para producir cerveza.

El mayor desperdicio alimentario a nivel mundial es el pan, tirándose a la basura 62 millones de kilos al año en España. También vamos a abrir un local en Madrid para exponer todos los productos con los que se puede utilizar el bagazo.

¿Qué huella queréis dejar en el mundo?

Demostrar desde las pequeñas empresas que el mundo sostenible no solo es necesario sino imprescindible siempre que se haga de forma rentable.

¿Qué es para ti un emprendedor social? ¿Se hace o se nace?

Mi caso es particular, nosotros siempre hemos donado el bagazo o realizado el packaging por personas con discapacidad, pero no lo comunicábamos, lo hacíamos porque es la forma que creo que hay que hacer las cosas, no hay otra forma. Con lo que te diría que en mi caso se nace, pero luego he aprendido mucho. Así que es una mezcla. Tienes que tener una inquietud interna y que salga de corazón, y del corazón de la empresa, y que no sea forzado y, por otro lado, cuanto más conocimiento tengas, mejor.

¿Qué consejo daríais a los emprendedores sociales que vienen?

Que intenten siempre mirar la sostenibilidad desde un punto de vista de la oportunidad de rentabilidad económica. Si no van a morir.

¿Qué mensaje te gustaría mandar a nuestros lectores?

La sostenibilidad tiene que ser además de rentable, muy colaborativa. Que piensen cómo creen que se puede hacer algo mucho más colaborativo entre las empresas del mismo sector y entre sectores.

Mas colaborativos y menos competitivos en el tema sostenible. La sostenibilidad es una oportunidad de tener más colaboraciones entre empresas y que todos ganemos mucho más.