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Javier Moreno, presidente de FonRedess.
“La economía basada en la especulación se aleja del objetivo de servir a las personas”
Aunque parezca raro, hoy no hablamos de un emprendedor social. Javier Moreno, presidente de FonRedess (Fondo para el Desarrollo de Redes de Economía Social y Solidaria), se define a sí mismo como un emprendedor solidario, para el que hacer el bien a través del acceso al crédito prima sobre los beneficios económicos.
Javier nos habla de otra forma de economía, de otra forma de generar valor y crear sociedad y solidaridad. Una economía complementaria, pero que rompa la hegemonía del sistema capitalista tal y cómo lo hemos concebido hasta ahora: un sistema feudal que solo vive de las rentas, según lo define.
Pensar en otra forma de economía no es fácil, ya que ‘atraviesa’ toda nuestra vida, nuestra actividad diaria, nuestras reglas e, incluso, mucho de nuestros valores. Pero, como demuestran con FonRedess, es posible.
¿Qué es FonRedess?
FonRedess es un fondo para la ayuda y el acompañamiento de proyectos de emprendimiento social a través de la concesión de ayudas monetarias sin interés, lo que llamamos ayudas reintegrables. Son ayudas monetarias para proyectos de economía social y solidaria, de un máximo de 6.000 euros por proyecto y 5.000 por cada puesto de trabajo creado, no superando los 10.000 de ayuda total.
Estas ayudas se conceden sin interés, a devolver en un periodo de tres años, con seis meses de carencia y el único incremento del IPC.
Un fondo autogestionado y mutualizado, donde los socios se unen con un mínimo de 500 euros en una aportación única o diez euros al mes durante cinco años.
Nuestro fondo actual es de más de 80.000 euros y ya hemos acompañado a 34 proyectos con más de 130.000 euros en ayudas reintegrables.
Canalizamos recursos económicos que generan un impacto social y transforman el territorio a través de pequeños proyectos liderados por grandes personas.
¿Por qué nace? ¿Cómo se os ocurrió la idea?
Quienes formamos parte de FonRedess somos conscientes de que necesitamos otra economía que plantee la conexión de la libertad y la igualdad desde el cuidado y la justicia.
Creemos que otra economía es posible, definida en función de la sostenibilidad y el bienestar de las personas y de toda la sociedad como sistema global. Necesitamos cerrar la brecha entre lo que estamos haciendo de la mano de quienes piensan más en el dinero que en la vida y lo que sabemos que es correcto hacer.
Desde estas premisas, un primer grupo de tres personas activistas de las finanzas éticas y alternativas comenzamos a pensar sobre emprendimientos en exclusión financiera a los que no conseguíamos aportar un apoyo efectivo desde nuestras organizaciones de finanzas éticas. Llegamos a una primera conclusión de que esta exclusión es un problema estructural del sistema económico mercantil hegemónico en nuestra sociedad.
También llegamos al convencimiento de que no es suficiente trabajar para aumentar la inclusión financiera, creemos que es imprescindible caminar hacia objetivos y prácticas de soberanía financiera donde primen los derechos de las personas como miembros del sistema económico. Este enfoque nos empujó a trabajar basándonos en las finanzas éticas y la transparencia para la financiación de diversos proyectos y emprendimientos ecosociales de transformación e ir más allá de los procedimientos más habituales, de carácter más asistencialista y de RSC, hacia modelos de corresponsabilidad social, ambiental y económica.
Por eso, articulamos un fondo de apoyo mutuo con fórmulas democráticas de gestión para la autogestión de préstamos sin interés. Los primeros dos años fueron del todo infructuosos, pero en mayo de 2020, en pleno confinamiento, comenzamos a recibir llamadas de personas que nos decían que la situación generada por la pandemia los había llevado a la necesidad de implicarse más por la comunidad.
Ahí empezó otra fase de FonRedess, que nos permitió despegar y llegar hasta donde estamos hoy, con más de 140 personas y entidades socias y grupos territoriales funcionando en Andalucía, Valencia, Murcia, Castilla León, Madrid y Cantabria.
Necesitamos cerrar la brecha entre lo que estamos haciendo de la mano de los que piensan más en el dinero que en el vida y lo que sabemos que es correcto.
¿Qué significa pertenecer a las “finanzas éticas, alternativas y ciudadanas”?
El compromiso de las finanzas éticas es trabajar por una economía cívica y solidaria, entendida como la realización de un proceso de democracia económica, para incidir en la transformación local y global en una dirección determinada: la de la primacía de las personas y del trabajo sobre las rentas del capital y la no violencia en las relaciones económicas y financieras.
La actividad financiera se entiende así como una herramienta al servicio de la transformación social y, por lo tanto, las finanzas, como medio o instrumento de la economía, deben configurarse desde la gestión democrática y participativa, distribuyendo equitativamente la riqueza generada e incorporando, en su actividad, criterios de sostenibilidad social y medioambiental.
Las finanzas éticas no invierten en sectores y proyectos contrarios a los valores expresados. Seleccionamos exclusivamente, proyectos con impactos sociales y ambientales positivos y acordes a nuestros valores. Esto significa incluir evaluaciones socioambientales a los proyectos que solicitan financiación; ser muy transparentes en nuestra gestión; mostrar y trazar el origen y el destino de nuestros fondos; estar muy pegados a lo que se denomina economía real, y huir de la especulación.
¿Qué queréis cambiar con FonRedess?
FonRedess lo conformamos una serie de personas conscientes de cómo el sistema financiero se está convirtiendo en el eje de nuestra economía, una economía fundamentalmente especulativa que hace crecer el dinero sin una base real en la actividad productiva. Un sistema financiero donde, como dice el filósofo y escritor Jordi Pigem, “la mayoría de las transacciones monetarias que se efectúan hoy en el mundo no corresponden a la economía real, sino a dinero ávido de beneficios a corto plazo que circula por mundos abstractos, desligados de bienes reales y de criterios éticos, sociales o ecológicos”. Esta economía creada desde la especulación se separa del objetivo de ser una economía al servicio de las personas y, por el contrario, se convierte en un lugar de multiplicación artificial del dinero.
Con este marco económico dominante de exclusión de las personas como centro de la economía, queremos impulsar otro tipo de economía, desde la parte financiera, que permita aplicar criterios democráticos, solidarios y de transparencia que logren mejorar las condiciones de vida e invertir en proyectos productivos encaminados a una sociedad más justa. Esta justicia se crea desde un espacio financiero ‘de las personas, para las personas y con las personas’.
FonRedess nace a mediados del año 2018 motivada por la inquietud de sus personas y entidad socias fundadoras de lograr una economía más social, y bajo la firme convicción de que es posible. Y pretende posicionarse como el instrumento que ayude a cerrar la brecha entre el sistema financiero como valor especulativo y sistema financiero como valor para la sostenibilidad de la vida.
Triangulo textil es uno de los proyectos apoyados por FonRedess. La misión de este taller de confección sostenible es recuperar una producción textil local que genere valor económico y social en la industria de la moda. Foto: Triángulo textil.
¿Qué es lo que más valoran los prestatarios y los prestamistas?
No distinguimos entre prestatario y prestamista, somos las dos cosas a la vez. Una misma persona puede recibir una ayuda reintegrable mientras está evaluando distintos proyectos para conceder otra ayuda reintegrable. Trabajamos bajo esta premisa de cogestión de la soberanía financiera. Esto genera niveles altos de compromiso, de empatía y de equidad a la hora de evaluar solicitudes de préstamo y a la hora de responsabilizarse de los reintegros. Es el valor que tienen los compromisos colectivos y comunitarios, que para otras formas de hacer economía no vale nada o no existe. Hay que destacar la generosidad de los socios de Andalucía. Más de la mitad son de allí y aportan mucho más de lo que reciben.
¿Cómo seleccionáis los proyectos a financiar?
Las solicitudes nos llegan a través de nuestras redes comunitarias. Estamos vinculados con organizaciones y redes de la economía social y solidaria, con entidades financieras de finanzas éticas, con entidades de cooperación internacional, de seguros éticos, de consumo colaborativo, de comercio justo… las redes comunitarias tienen una funcionalidad económica que en muchas ocasiones es tan eficiente como la funcionalidad del mercado.
Publicamos todos los proyectos acompañados en nuestra página web con una descripción de lo que hacen y de la cuantía de la ayuda que necesitan.
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¿Qué valores de la sociedad estáis tratando de impulsar?
Dentro de todas las economías que se pueden generar, FonRedess promociona la denominada social y solidaria, como aquella que pone énfasis en la colaboración, la participación democrática y la sostenibilidad y cuyos valores son la equidad, la solidaridad y la justicia social, con el propósito de generar un impacto positivo en las comunidades y en la sociedad.
Desde FonRedess entendemos la economía como un espacio de acción constituido no por individuos utilitaristas, sino por individuos, familias, comunidades y colectivos de diverso tipo que actúan haciendo transacciones de utilidad material, pero dentro de unos valores de solidaridad y cooperación.
En segundo lugar, FonRedess se dirige a la sociedad desde los valores de las finanzas éticas, es decir, desde su consideración de ser un medio y no un fin, al servicio de la satisfacción de las necesidades de las personas. Para lo que la economía debe configurarse desde una gestión democrática y participativa, distribuyendo equitativamente la riqueza generada, incorporando para ello en su actividad criterios de sostenibilidad social y medioambiental. Desde esta visión de las finanzas como medio dinamizador de un resultado social y ambiental positivo en las actividades financieras nace FonRedess como un fondo de impacto social que tiene como objetivo el desarrollo de recursos no bancarios que den respuesta a las necesidades de las personas con difícil acceso al crédito tradicional.
¿Qué ha sido lo más difícil? ¿De qué estáis más orgullosos?
Lo más difícil es que se entienda y, sobre todo, que se acepte, una forma de gestionar préstamos tan alejada de las maneras financieras hegemónicas.
Tenemos también cierta debilidad estructural que nos dificulta para consolidar la escalabilidad de nuestro fondo.
La mayor metedura de pata fue la de no dimensionar bien la cuantía de préstamo a otorgar a dos proyectos en nuestros inicios, hemos aprendido mucho de aquellos errores; no ha vuelto a ocurrir desde entonces.
Lo que más nos enorgullece es la asociación y participación de los propios proyectos que reciben ayudas en la gobernanza de sí mismos y de otros posibles emprendimientos en exclusión financiera con la idea de servicio integral de apoyo y mutualización.
No partimos de un “yo soy, yo puedo, yo tengo, y entonces yo te doy a ti que no eres, que no puedes, que no tienes, sino que partimos de un nosotros somos, tenemos y podemos y desde ahí nos ayudamos”, lo que consolida prácticas de ayuda mutualizada y de soberanía financiera.
Esto incluye lo que llamamos avales sociales mancomunados. Son un sistema de garantías en el que la entidad que solicita una ayuda reintegrable busca en su entorno personas o entidades que confíen en su proyecto. En ese compromiso no se piden aportaciones patrimoniales. Se busca que asuman un compromiso personal e individual para responder como avalistas por una parte del préstamo concedido.
Soy un emprendedor solidario. Para mí las rentas del capital son un medio para conseguir un fin. No podemos mercantilizarlo todo. Necesitamos abrir más el árbol de la economía.
¿Cómo va FonRedess a nivel empresarial?
No somos una iniciativa empresarial. No tiene sentido, en términos estrictos, que nos planteemos un punto muerto o umbral de rentabilidad, no buscamos rentabilidad en términos de beneficios económicos, sino en términos sociales, ambientales, de apoyo mutuo y de generación de redes mutualizadas de servicios financieros. Haciendo un esfuerzo de traslación del concepto de umbral de rentabilidad a estos últimos términos, durante este año 2024 podemos decir que hemos logrado objetivos significativos en lo que a resultados concretos de redes mutualizadas de servicios financieros se refiere, con varias organizaciones que han conseguido incorporar préstamos sin interés a sus cadenas de valor o líneas de crédito a coste cero.
¿Cuál es vuestro mayor reto ahora mismo?
Tenemos todo el fondo de FonRedess prestado en su totalidad. En los últimos tres meses nos han entrado siete peticiones de fondos, y las tres últimas solo las podíamos atender a medida que se reintegren las que están prestadas, comunicamos esto a los socios y dos días después nos contactaban los primeros socios que podían reintegrar algo de su préstamo, y así hasta hoy hemos conseguido los fondos para los tres emprendimientos. Esto es la densidad de la red comunitaria; esto es generar estrategias que nos unen y ese hilo que compartimos es el propósito.
El mayor reto es que no solo entendamos Fonredess las 20 personas y organizaciones que llevamos años construyendo y soñando esta experiencia, sino que podamos hacerlo entender a otras entidades que hacen economía social o de impacto y que se crean que otra economía es posible, una economía no basada en la competencia, en la ganancia, en las rentas de capital por encima de todo.
Nuestro mayor reto es ser capaces de construir estas redes densas y tupidas, que generen valor y esta nueva forma de hacer economía.
¿Cuándo considerarías que el proyecto de FonRedess está concluido?
Espero que nunca esté concluido. En cinco años no sé si FonRedess estará todavía floreciendo o marchitándose. A mí me gustaría ver el siguiente hito conseguido: 3 millones de euros de fondo cuando hoy tenemos 83.000 euros.
Estamos en un sistema económico que trajo la democracia, un gran desarrollo, y que ahora se está devorando a sí mismo por la concentración de poder y de capital, por la falta de esperanza a los que ya no prosperan, por la meritocracia y tecnocracia que impera.
Estamos en un momento de retos adaptativos en los que tenemos que convertir el caos en complejidad, y trabajar con la inteligencia colectiva y los principios de economía social y solidaria. Pero no podemos pasarnos del todo a la economía solidaria, necesitamos retornos del capital en otras actividades para poder realizar estos préstamos, es la base, ¿no?
El problema de una forma de economía no es ella en sí misma, es que sea hegemónica. Esto va a masificar sus virtudes, pero también sus defectos y si no tenemos alternativas para corregir sus defectos estamos perdidos. Lo que necesitamos son diversas formas de economía conviviendo.
¿Te consideras un emprendedor social?
No, ese es un modelo anglosajón muy definido que considera una empresa con un objeto social. Yo no me considero emprendedor social; sí soy emprendedor, pero emprendedor solidario. Para mí las rentas del capital son un medio para conseguir un fin. No podemos mercantilizarlo todo. Necesitamos abrir más el árbol de la economía.