‘Blockchain’, una llave para asegurar el futuro del agua

Con el tiempo, las innovaciones tecnológicas han seguido avanzando: durante la Revolución Industrial, la invención de bombas de vapor y, más tarde, de bombas eléctricas, permitió la extracción de agua subterránea a profundidades mayores y a velocidades más rápidas, facilitando el crecimiento urbano y agrícola. En el siglo XX, la construcción de presas y embalses proporcionó control sobre el suministro de agua y generación de energía hidroeléctrica, mientras que las plantas de tratamiento de agua y alcantarillado mejoraron la calidad del agua y la salud pública.

En la era moderna, el enfoque ha cambiado hacia la sostenibilidad y la eficiencia en el consumo de agua, impulsado por el creciente reconocimiento de la escasez de este recurso vital. Según el último Informe de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el Mundo, el cambio climático va a influir negativamente en la cantidad y calidad del agua disponible a nivel mundial para satisfacer toda una serie de necesidades humanas básicas, lo cual irá en menoscabo del derecho fundamental de miles de millones de personas a tener acceso al agua potable y el saneamiento.

En el mencionado informe se indica que en el mundo hay actualmente 2.200 millones de personas privadas de acceso al agua potable y otros 4.200 millones que carecen de sistemas de saneamiento seguros. El consumo de agua en el mundo se ha sextuplicado en los últimos cien años y, hoy en día, sigue creciendo a un ritmo anual del 1%, por lo que se trata de un bien cada vez más preciado.

De cara al futuro, de acuerdo con un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), se proyecta que la demanda mundial de agua aumentará en un 55% entre 2000 y 2050. Para entonces, calcula esta institución que más del 40% de la población mundial puede estar en condiciones de escasez.

En este contexto, la adopción de tecnologías avanzadas se está explorando como una solución innovadora para mejorar la gestión y sostenibilidad del agua. La tecnología de sensores y sistemas de monitoreo en tiempo real, por ejemplo, permite la detección inmediata de fugas y la gestión precisa del uso del agua. La desalinización, que convierte el agua de mar en agua potable, se ha perfeccionado, ofreciendo una solución a regiones costeras con recursos hídricos limitados. Recientemente, la adopción de tecnologías digitales como el Internet de las Cosas (IoT) y la inteligencia artificial está revolucionando la gestión del agua, permitiendo una optimización sin precedentes en el consumo y distribución. Estas tecnologías no solo mejoran la eficiencia, sino que también fomentan una mayor transparencia y responsabilidad en el uso del agua, esenciales para enfrentar los desafíos de su escasez en el siglo XXI.

Una de las tecnologías más prometedoras es el blockchain. Según un reciente informe de la EAE Business School, la implementación de tecnología blockchain podría ahorrar hasta un 25% del gasto en agua.

Blockchain es una tecnología de registro distribuido que permite la creación de un historial inmutable y verificable de transacciones. Cada bloque en la cadena contiene un conjunto de transacciones verificadas y un enlace al bloque anterior, creando así una cadena de datos segura y transparente.

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La tecnología blockchain ofrece varios beneficios clave: otorga control directo a los usuarios, eliminando la necesidad de intermediarios que podrían comercializar sus datos; descentraliza el almacenamiento de información, distribuyéndola en servidores globales para minimizar el impacto de ataques; es altamente fiable, como demuestra la cadena de bloques de Bitcoin que ha operado sin interrupciones significativas desde 2009; proporciona transparencia al ser mayoritariamente de código abierto, dificultando la alteración de datos; reduce los costes de transacciones al eliminar intermediarios bancarios, y agiliza las operaciones, permitiendo transacciones rápidas y continuas, operando las 24 horas del día durante todo el año.

Originalmente desarrollada para soportar la criptomoneda bitcoin, las aplicaciones de blockchain se han expandido a numerosos sectores, incluyendo la gestión de recursos hídricos.

También se muestra de acuerdo con estas conclusiones un estudio del Foro Económico Mundial, que destaca que la tecnología blockchain tiene un potencial significativo para ayudar a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. Según el informe, blockchain puede mejorar la transparencia y la rendición de cuentas en diversas áreas clave como la gestión de recursos, la lucha contra la corrupción, y la promoción de sistemas financieros más inclusivos. La tecnología puede facilitar el seguimiento de cadenas de suministro, garantizar la trazabilidad de productos, y mejorar la eficiencia de las donaciones y ayudas humanitarias. Además, su capacidad para proporcionar registros inmutables y accesibles a nivel global puede transformar sectores como la agricultura, la salud y la educación, promoviendo un desarrollo más sostenible y equitativo.

Uno de los mayores beneficios de esta tecnología es su capacidad para proporcionar transparencia y trazabilidad. En el contexto de la gestión del agua, esto significa que cada gota de agua puede ser monitoreada desde su fuente hasta su consumo final. Esto no solo ayuda a reducir el desperdicio, sino que también asegura que el agua se distribuya de manera equitativa y eficiente. Según el informe de la EAE Business School, esta mayor transparencia podría llevar a una reducción significativa en el gasto de agua, ayudando a ahorrar hasta un 25%.

Por otra parte, la corrupción y el fraude son problemas graves en la gestión de recursos hídricos, especialmente en regiones con sistemas de gobernanza débiles. La naturaleza inmutable de blockchain dificulta la alteración de datos una vez que se han registrado, lo que ayuda a prevenir el fraude y la corrupción. Los contratos inteligentes, que son acuerdos autoejecutables con los términos del contrato directamente escritos en código, pueden automatizar procesos y garantizar que las transacciones solo se completen cuando se cumplan ciertos criterios, reduciendo así la posibilidad de manipulaciones indebidas.

Blockchain también puede mejorar la eficiencia operativa en la gestión del agua. Al proporcionar una plataforma unificada para el intercambio de datos, puede facilitar la colaboración entre diferentes partes interesadas, desde proveedores de agua hasta agencias gubernamentales y consumidores. Esto puede llevar a una mejor coordinación y una respuesta más rápida a problemas como fugas y contaminación.

Aunque las ventajas de blockchain son claras, la implementación de esta tecnología no está exenta de desafíos. Los costos iniciales de implementación pueden ser altos, y se requiere una infraestructura tecnológica robusta. Además, la capacitación del personal y la integración de blockchain con los sistemas existentes pueden presentar obstáculos significativos.

La regulación y la gobernanza son otros aspectos críticos que deben considerarse. La adopción de blockchain en la gestión del agua requerirá un marco regulatorio claro para garantizar la seguridad y privacidad de los datos. Además, la gobernanza adecuada será esencial para asegurar que todas las partes interesadas participen de manera equitativa y transparente.

La escalabilidad es otro desafío importante. Aunque blockchain puede ser eficaz en proyectos piloto y a pequeña escala, la implementación a gran escala en sistemas de gestión de agua nacional o internacional puede enfrentar problemas de rendimiento y capacidad. Es esencial desarrollar soluciones escalables que puedan manejar grandes volúmenes de datos y transacciones sin comprometer la seguridad y la eficiencia.

A pesar de estos desafíos, el futuro de blockchain en la gestión del agua es prometedor. La continua innovación y desarrollo de esta tecnología pueden conducir a soluciones más eficientes y sostenibles para la gestión de recursos hídricos. Además, la creciente conciencia y la presión por la sostenibilidad están impulsando a más organizaciones a explorar y adoptar esta tecnología.

En palabras de António Campinos, presidente de la Oficina Europea de Patentes (OEP), “el agua es uno de nuestros recursos más preciados. Dadas las amenazas que plantea el cambio climático, el desarrollo de soluciones innovadoras tanto en el suministro de agua como en la protección frente a los peligros relacionados con el agua tiene que crecer aún más rápido en las próximas décadas”.