<p>Foto: IAAC.<p>

Foto: IAAC.

Construcción sostenible: el primer edificio de España hecho con barro e impresora 3D

Desarrollado por el Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña, es un modelo de edificación sostenible, con cero residuos, que se ha construido en solo siete semanas.
8 septiembre 2022

El Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña (IAAC)  ha presentado el primer edificio de España realizado con barro y una impresora 3D. El prototipo, construido en las instalaciones de Valldaura Labs, representa el puente entre el pasado -arquitectura vernácula de barro- y el futuro -tecnología de impresión 3D a gran escala- y, según sus creadores, será de gran utilidad a la hora de hacer frente a la actual crisis climática y de vivienda en todo el mundo.

El proyecto ha sido desarrollado en el marco de un posgrado de investigación del IAAC, cuyo objetivo es formar a jóvenes arquitectos e investigadores de la construcción, y explorar las posibilidades de la impresión 3D en este sector.

TOVA (ese es su nombre) es el primer edificio de este tipo en España realizado con uno de los métodos constructivos más sostenibles y respetuosos con el medio ambiente en la actualidad. La construcción tardó solo siete semanas en completarse y se emplearon únicamente materiales locales y una grúa WASP, es decir, una impresora 3D arquitectónica.

El proceso de construcción no ha generado residuos, ya que los materiales se obtuvieron en un radio de 50 metros. La estructura fue realizada con barro local, mezclado con aditivos y enzimas, para conseguir la integridad estructural y la elasticidad del material necesarias para la impresión 3D optimizada. La cimentación es de geopolímero y el techo es de madera. Para garantizar la durabilidad, se agregó una capa impermeable, utilizando materias primas como el aloe y las claras de huevo.

El edificio tiene en cuenta las condiciones climáticas del Mediterráneo: el volumen es compacto para protegerse del frío en invierno, pero se puede abrir y expandir durante las otras tres estaciones del año para disfrutar del exterior. Los muros están formados por una red de cavidades que aíslan y permiten contener el aire, de modo que se evitan pérdidas de calor en invierno, mientras que en verano protegen de la radiación solar.

Se trata de un proyecto con emisiones de carbono cercanas a cero ya que su envolvente y el uso exclusivo de un material local se traducen en la reducción de residuos. Teniendo en cuenta que los métodos constructivos actuales son responsables del 36% de las emisiones de CO2, TOVA es un ejemplo de edificación baja en carbono.

Las posibles aplicaciones de este modelo de construcción son infinitas: desde viviendas hasta espacios públicos, tanto en interiores como en exteriores. En combinación con otros sistemas constructivos, puede dar lugar a edificaciones complejas e innovadoras que reducirían el impacto ambiental de la construcción.

Casas para afrontar la crisis de vivienda

El proyecto ha sido concebido como un prototipo de vivienda sostenible que podría construirse en cualquier parte del mundo y, según sus creadores, abre la puerta a solucionar los problemas de acceso a la vivienda en zonas vulnerables o en asentamientos temporales, ofreciendo opciones para la creación de espacios asequibles y más sostenibles.

Además, el sistema de impresión permite casas altamente personalizables para diferentes usos, por ejemplo en el caso de comunidades de viviendas y servicios.

Según el IAAC, con este y otros proyectos similares, se responde a emergencias climáticas y migratorias cada vez más graves, aportando nuevas soluciones que contribuyan a resolver la crisis global de vivienda que habrá que afrontar en el futuro, provocada por grandes migraciones o desastres naturales. Este ejemplo de edificación rápida podría servir para dar respuesta a necesidades urgentes y masivas de vivienda, apunta el Instituto.

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